“Vivimos una guerra de exterminio del sistema patriarcal contra las mujeres”

Un golpe. Y hasta una mirada. La violencia machista está en lo cotidiano, del acoso callejero al puñetazo. O el asesinato. Las mujeres enfrentan una sociedad patriarcal atrincherada que mutila el empoderamiento femenino desde la cuna. Para tumbar ese muro caduco, dañino, poco empuje como el de la educación en igualdad, la cultura y una máxima: 'Si no soy yo, quién. Si no es ahora, cuándo'.

Un ejemplo de esta fuerza de cambio social es la II Muestra de Cine y Derechos Humanos: la cotidianidad de las violencias hacia las mujeres, desarrollado en el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (CICUS) entre el 26 y el 28 de septiembre. La apuesta suma proyecciones de cortometrajes y documentales a encuentros con autoras, expertas y activistas. Todo contra el machismo.

“En ocasiones salir a la calle ya es un desafío. Es una guerra de exterminio del sistema patriarcal contra las mujeres, no solo en España, sino en el mundo entero. Y esta violencia global nos destruye, nos ningunea, nos trata como desechables”, relata Antonia Ávalos, de la Asociación de Mujeres Supervivientes de Violencia de Género.

Porque existen infinitas formas de maltrato, aunque en casos la violencia de género quede identificada solo con la cruda realidad de los feminicidios. “Así son las cosas. Lo han sido siempre. Y no puedes cambiarlo”, dibuja la retahíla machista en El orden de las cosas, duro cortometraje programado en las jornadas con Manuela Vellés y Javier Gutiérrez como protagonistas.

Violencia de género: “una pandemia mundial”

Miedo, sufrimiento, angustia, ansiedad… Son sensaciones insistentes. Una dolorosa reiteración emocional que acompaña al maltrato. Y sí duros son los sentimientos, más brutales son los datos:

La violencia de género es la principal causa de muerte en las mujeres, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y Naciones Unidas la define como “una pandemia mundial”. Del otro lado, el mito de las denuncias falsas cae por su propio peso: solo suponen el 0,0015%. Dos de casi 130.000 el último año, según la Fiscalía General del Estado.

“La violencia contra las mujeres es una cuestión de salud mental y tiene características epidémicas”, apunta María Jesús Cala, profesora titular del departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Sevilla. “Es el índice más claro de la desigualdad entre hombres y mujeres”, subraya.

Como es un dolor “especial”, que ejerce “la persona que supuestamente te quiere”, provoca “mucho dolor y sufrimiento”. Y, al final, “la culpa ata a las mujeres porque es una emoción más fuerte que el miedo”. A pesar de todo, de las “imágenes estereotipadas”, las mujeres que sufren maltrato machista “no son tan resignadas”. Salen, dice, logran la reparación. Ayudan pasos como marcar el 016, el Servicio telefónico de información y asesoramiento jurídico en materia de violencia de género.

“Hay mujeres a las que se les nota que han sufrido violencia de género”, refiere Ana Rosa Diego, directora de cine que ha presentado en la muestra la obra Río Abierto. “Los comportamientos machistas los llevamos debajo de la piel, los mamamos, todos los tenemos”. Y avisa sobre el influjo diario “a los pequeños, que cuando ven en la tele series sexistas, machistas… nos los echan por tierra”.