La candidata de Cs en Marbella se empadronó meses atrás en un piso habitado por inmigrantes brasileños
La candidata de Ciudadanos a la Alcaldía de Marbella, María García, presumió en el arranque de campaña de residir en el municipio desde 2010, así como de haber vivido en diferentes zonas como El Rosario, el centro, Nagüeles y ahora en San Pedro Alcántara “desde hace dos años”. Sin embargo, su relato autobiográfico, que ella misma leyó ante los periodistas, convertido en una sobreactuación forzada para demostrar un elevado arraigo en el término municipal, se contradice con los datos recabados por Marbella Confidencial en el marco de una investigación periodística.
Todo arranca el 25 de septiembre de 2018, cuando García, residente en una urbanización de Mijas, donde tiene su casa de siempre, decide solicitar por escrito la baja en el padrón de habitantes de la ciudad gobernada por Cs, ha informado Marbella Confidencial.
Según datos oficiales de los ayuntamientos de Mijas y Marbella, a los que ha tenido acceso este medio digital, la baja definitiva como empadronada en Mijas se fechó el 16 de octubre. De forma paralela, la excolaboradora del alcalde mijeño Juan Carlos Maldonado se empadrona en Marbella, concretamente en el complejo de apartamentos Balmoral, en la céntrica Avenida Ricardo Soriano. Se trataba de un piso en el que residía en ese momento una familia de inmigrantes brasileños, que habitaron allí hasta finales de diciembre de 2018 y enero de 2019, dato aportado por el conserje, vecinos y corroborado por el propietario del inmueble, con quien también ha hablado esta redacción en dos ocasiones.
Nadie conoce a María García entre los que, oficialmente, tendrían que ser sus vecinos de la Avenida Ricardo Soriano, por la sencilla razón de que nunca ha vivido en el citado apartamento marbellí.
Marbella Confidencial se puso en contacto con el propietario del piso donde la alcaldable de Cs se empadronó y éste no salía de su asombro al ser preguntado al respecto: “no la conozco de nada, pero ahora recuerdo que llegaban cartas a su nombre y yo las entregaba de nuevo al cartero”, afirma este residente que entró en el piso en enero pasado, tras entregarle las llaves del mismo la familia de inquilinos brasileños.
En una segunda conversación con este medio, tras telefonear el propietario a su hermana, una mujer de 62 años de edad residente en otra zona de Marbella, el titular del inmueble creyó haber aclarado la situación: “Mi hermana es muy amiga de esta chica desde hace ocho años. De hecho, han vivido juntas e iban a haber venido a vivir a este piso, pero al final no lo hicieron”. Así pues, fue la hermana del titular del inmueble quien le facilitó el empadronamiento a la ahora candidata de la formación que preside Albert Rivera.
Afiliación en Marbella
Se da la circunstancia de que, poco después de empadronarse en Marbella, María García solicitó la afiliación en la agrupación local de Ciudadanos, entonces dirigida por el empresario Francisco Gómez Palma, descabalgado de la candidatura a las municipales para situar a la todavía directora de Gabinete de la Consejería de Empleo de la Junta en Sevilla, una de las carteras en poder de Cs en el gobierno de coalición con el PP.
El propio Gómez Palma, en declaraciones a Onda Cero, ofreció detalles días después de conocerse la lista electoral sobre cómo se había afiliado García en Marbella, así como acerca de que él le ofreció un puesto en la candidatura que se iba a enviar a la dirección nacional, a modo de propuesta, y ella rechazó el ofrecimiento, al considerar sobre sí misma que carecía de perfil político, al ser técnica, versión nunca negada por la ahora alcaldable.
Fuentes de la dirección provincial de Cs Málaga aclararon que para ser militante en la agrupación de un municipio la persona debe “estar empadronada o trabajar allí”. En el caso de María García ella no trabajaba en Marbella y se empadronó poco antes de pedir el alta a Gómez Palma.
En contra de las versiones que han circulado en las últimas semanas sobre la posibilidad de que García se empadronara en Marbella y pidiera el alta en el partido local con vistas a ser una posible candidata a la Alcaldía, las fuentes se inclinan más por el hecho de que los órganos superiores de la formación liberal, ya en situación de desconfianza hacia la entonces junta directiva local, pretendían situar a una persona de su absoluta lealtad para controlar la gestión e informar a Málaga y Sevilla. Conviene recordar que María García no sólo es una persona muy cercana al consejero de Educación, Javier Imbroda, cuya campaña coordinó, sino también del propio vicepresidente de la Junta, Juan Marín, líder regional del partido naranja.
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