10 ventajas para las empresas por tener un plan de igualdad
Los planes de igualdad son una obligación con muy escaso cumplimiento para las empresas de más de 250 trabajadores, como fija la Ley para la Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres de 2007, y una herramienta que últimamente está despertando el interés de las pymes, que pueden optar a subvenciones para su elaboración. Pero también suponen una serie de ventajas para los negocios que muchas veces el empresario no se ha parado a valorar, y por eso quizá ha desdeñado su implantación.
Los expertos coinciden en que “es una herramienta de desarrollo y modernización que favorece las relaciones laborales pacíficas y la implicación de la plantilla con el objeto de la empresa, y si el factor humano mejora, el económico también”, en palabras de Vera Martín, técnica de Igualdad de UGT en Andalucía.
Lourdes López Cumbre, catedrática de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Cantabria, reconoce en su estudio El valor añadido de un plan de igualdad que “la adopción de estas medidas tiene una serie de costes”. Por una parte, los derivados de la implantación del plan de igualdad, tales como reuniones, recopilación, análisis, comunicación, control, evaluación, seguimiento y demás, y por otro, los de las medidas que haya que adoptar.
En este sentido apunta: “No resulta creíble un plan de igualdad que no modifique aspectos en la promoción, en la formación, en la retribución o en la ordenación del tiempo de trabajo, lo que supone una inversión”. Pero también puede ser un ahorro: “La implantación del teletrabajo como parte de la jornada laboral, por ejemplo, derivará no sólo en la reducción de gastos en infraestructura, sino también en dietas, desplazamientos...”.
Por su parte, Ignacio Santa Cruz Ayo, en su análisis Beneficios y costes de los planes de igualdad, divide en dos grandes grupos las ventajas que pueden aportar a la empresa: las derivadas de la reducción o eliminación de los costes generados por la discriminación de género y las correspondientes al incremento y gestión de la diversidad.
Entre las primeras, figuran los costes generados por una utilización ineficiente de los recursos humanos a disposición de la empresa; la disminución del absentismo laboral; y una mayor identificación con la actividad por parte de la plantilla. Entre las segundas, que la composición equilibrada entre mujeres y hombres en las empresas contribuye de una forma significativa a los beneficios que de forma genérica se considera que aporta la diversidad. “Las mujeres representan una parte muy importante del stock de conocimientos académicos y van a incrementar su peso en el futuro”, sentencia.
Enumeramos a continuación 10 ventajas en las que hay bastante coincidencia.
Mejora de la productividad. En esto coinciden todos los expertos. Los planes de igualdad favorecen un mejor uso de los tiempos. No es baladí, figurando España entre los países que más trabajan y que menos produce. En general, derivan en una mayor dedicación y productividad.
Reduce el absentismo laboral. Entre otras cosas, porque reduce el estrés en las plantillas esta gestión más eficiente y justa de los recursos humanos en la que se apuesta, de entrada, por cuestiones como la conciliación de la vida laboral y familiar.
Mejora el clima laboral. Está relacionado con lo anterior. Con la reducción de diferencias entre compañeros y compañeras, mejora el clima laboral, lo que han demostrado los distintos estudios sobre las empresas que han implementado estas medidas en su rutina. La conflictividad laboral se reduce.
Racionaliza los horarios. Con este tipo de medidas se contribuye a un uso de los tiempos más racional y a una gestión de los recursos humanos moderna.
Favorece la flexibilidad de la organización. Directamente relacionado con lo anterior, hay que tener en cuenta que las políticas de conciliación de la vida laboral y familiar implican una gestión de los recursos humanos con elementos de flexibilidad. Y a su vez, los cambios por parte de las empresas que suponen más flexibilidad “repercuten en que el resto de las actividades también lo hagan y de esta forma la empresa tenga más capacidad de respuesta ante los continuos cambios que se producen en su entorno”.
Desarrolla la creatividad y la innovación. Con la implantación de planes de igualdad se apuesta por aprovechar el talento de las mujeres de la misma forma que el de los hombres. La no discriminación en la selección por parte de las empresas representa una oferta de trabajo más amplia y más formada. Se ahorra por tanto en selección y formación, y se retiene el talento. “Las empresas que desarrollen políticas de igualdad tendrán más capacidad de atraer y retener a las mujeres con más capacidad”, precisa Ignacio Santa Cruz Ayo. Como recoge la guía para las compañías que gozan del distintivo Igualdad en la Empresa, el compromiso con la igualdad de oportunidades en las fuentes de reclutamiento genera un doble beneficio: favorece la imagen como una compañía que fideliza el talento y, por tanto, es una fuente muy importante de atracción del mismo.
Mejor adaptación al mercado de la oferta de productos y servicios. “La existencia de trabajo representa una mayor capacidad de respuesta por parte de la empresa a la variación de los mercados”, sostiene el mismo estudio.
Sustitución de sanciones por la elaboración de un plan de igualdad. Esto figura como una de las ventajas más prácticas tras una visita de la Inspección de Trabajo que detecte que se está incumpliendo con la ley en la materia, por ejemplo.
Preferencia en la adjudicación de contratos de las administraciones públicas. Ésta es otra de las ventajas que la dirección de la empresa puede percibir rápidamente y que ha hecho, por ejemplo, que la elaboración de los planes de igualdad se haya convertido en un aliciente para las pymes, que no están obligadas en principio. Pero Lourdes López Cumbre advierte de que esto puede llevar a que haya empresas que tiendan a efectuar “un mero cumplimiento formal de esta obligación con una operación aparente y de marketing”. Por tanto, reniega de “los planes de igualdad retóricos sobre una realidad no diagnosticada, unos objetivos inalcanzables y unas acciones que nunca se ejecutarán”.
Credibilidad de la responsabilidad social. Estas empresas pueden transmitir una imagen de excelencia a la sociedad y, por tanto, una ventaja competitiva. Y es que contar con planes de igualdad puede contribuir a mejorar la imagen frente a los clientes y la sociedad.
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