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Moreno celebra “50 años de libertades” tras la muerte de Franco pero 'olvida' reunir al Consejo andaluz de la Memoria

Miquel Roca y el presidente de la Junta se saludan con motivo el Premio de Honor ‘Justicia Andalucía’ a los padres de la Constitución Española de 1978

Javier Ramajo

16 de enero de 2025 06:01 h

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“La suerte de vivir 50 años de libertades”. Así ponía en valor hace unos días el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, el medio siglo sin Franco, distanciándose por ejemplo de la líder madrileña, Isabel García Ayuso, contraria a celebrar el cincuentenario de la muerte del dictador. Mientras en España ya ha arrancado el ciclo de actos conmemorativos para recordar durante 2025 las cinco décadas de democracia y libertad en nuestro país, la reivindicación de Moreno no se corresponde con el desarrollo de la Ley andaluza de Memoria Histórica, aprobada en 2017 sin votos en contra y que contempla reuniones periódicas del Consejo de la Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, el órgano colegiado consultivo y de participación de las entidades memorialistas que operan en nuestra comunidad autónoma, que lleva más de tres años en funciones puesto que las ocho vocalías designadas en 2018 “por un periodo de tres años” aú no se han renovado.

Moreno, a mediados de diciembre durante el acto de entrega de la primera edición de los 'Premios Justicia Andalucía', apostaba por que “celebremos la concordia, el consenso y el proyecto común que nos une en el 50 aniversario del fin de la dictadura”. Uno de sus consejeros, en este caso el de Cultura, con competencias en la materia, sólo reunió al Consejo de la Memoria una vez durante 2024, en concreto el pasado 19 de junio, según confirman fuentes de la Consejería de Cultura y Deporte, pese a que la normativa que lo regula (un decreto de mayo de 2018) prevé que “se reunirá con carácter ordinario cuatrimestralmente”, es decir, tres veces al año.

No ha sido la primera que ha dejado de cumplirse el régimen de sesiones. Desde que el PP ostenta el poder en la Junta desde enero de 2019, en la primera legislatura junto a Ciudadanos y ahora en solitario en virtud de su mayoría absoluta, los encuentros del Consejo de la Memoria vienen siendo semestrales en el mejor de los casos, es decir, dos al año, uno a finales de junio y otra a finales de diciembre. En 2019 hubo dos reuniones del Consejo; en 2020 fueron dos sesiones telemáticas; en 2021 también se celebraron dos; en 2022 sólo hubo una sesión (8 de julio); en 2023 se retomaron los encuentros bianuales (junio y diciembre), mientras que en 2024 de nuevo sólo se ha reunido una vez.

Casi cuatro años en funciones

Miguel Ángel Valdivia, presidente de la asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Jaén, que recientemente denunciaba el retraso “intencionado” del Ayuntamiento de Jaén en exhumar dos fosas comunes, denuncia la “dejadez” y en la “falta de voluntad política” del Gobierno de la Junte pese a “algunas declaraciones” del presidente Moreno. “Hemos mantenido algunas reuniones del Consejo en estos años. Cuando preguntamos por la segunda convocatoria de 2024 nos dijeron que no se podía porque estábamos en funciones. ¡Pero llevamos así desde mediados de 2021 y no ha habido problema en celebrar las reuniones!”, lamenta.

Fuentes de la Consejería de Cultura y Deporte dicen en cambio que sí se celebraron tres reuniones en 2020 y otras tres 2021, aunque no aportan las convocatorias como prueba y que se envían por correo electrónico a los miembros del Consejo. Valdivia se muestra contundente pese a las afirmaciones de la Consejería: “Nunca hemos tenido tres reuniones del Consejo de la Memoria y menos en años de pandemia”.

El Consejo de la Memoria tiene entre sus funciones “elaborar cuantos informes y recomendaciones considere necesarios efectuar en relación con la política de memoria democrática de la Junta de Andalucía”. Las entidades memorialistas vienen lamentando la “inacción” de la administración automómica en la materia, esperando cuestiones como la ejecución de las exhumaciones aprobadas, las declaraciones pendientes de Lugares de Memoria o el retraso en las identificaciones genéticas, que se vienen realizando desde 2018 en la Universidad de Granada y que acumulan una notable demora, llegando a provocar que cada vez más familias, al menos en la bahía de Cádiz, se dirijan a laboratorios privados para conocer la verdad.

La presidencia del Consejo de la Memoria corresponde a la persona titular de la Consejería competente en materia de memoria democrática, en este caso Patricia del Pozo como consejera de Cultura y Deporte, y está compuesto por representantes de la Administración de la Junta de Andalucía, de la asociación de municipios y provincias de ámbito autonómico con mayor implantación en Andalucía, de las entidades memorialistas y de expertos en este ámbito.

En este órgano existen un total de ocho vocalías designadas “por un periodo de tres años”, de las cuales seis están integradas por representantes de entidades memorialistas inscritas en el registro autonómico. Como informó la Junta en octubre de 2018, se trata de Rafael Gil Bracero –presidente de la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica–; Francisco Alfonsín Velázquez –Fundación Estudios Sindicales–Archivo CCOO–; Miguel Ángel Valdivia Morente –Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Jaén–; Antonio Naranjo Torres –Memoria, Libertad y Cultura Democrática–, Pepa Castillejo –Fundación para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía–, y Manuel Velasco –Asociación Guerra y Exilio–.

Fuentes de la Consejería se refieren precisamente a esas vocalías para justificar que se celebrara solo un encuentro del Consejo de la Memoria Histórica y Democrática de Andalucía durante el último año 2024. “Las vocalías de dicho órgano están vencidas, tras agotarse el periodo máximo de vigencia. Ya se está trabajando en su renovación. Cuando estén nombradas, se volverá a convocar”, explican a este periódico.

El registro de entidades, aún pendiente

En abril de 2018, la Junta puso en marcha la tramitación del Proyecto de Decreto por el que se regula el Registro de Entidades de Memoria Democrática de Andalucía, pero desde entonces no se ha dado ni un paso más en su creación. A ese registro alude también el Decreto que regula el Consejo de la Memoria cuando dice que esas seis personas representantes de entidades memorialistas deben estar “inscritas en el Registro de Entidades de Memoria Democrática de Andalucía, seleccionadas mediante convocatoria en libre concurrencia realizada al efecto por orden de la persona titular de la Consejería con competencias en materia de memoria democrática, que establecerá los requisitos que deben cumplir las entidades que quieran participar en el Consejo, la documentación a aportar por las mismas y los criterios de selección”.

Las seis entidades que aún permanecen en las vocalías del Consejo de la Memoria fueron seleccionadas a través de un procedimiento selectivo en régimen de libre concurrencia y se valoraron criterios como el ámbito territorial (con preferencia para el provincial o superior), el desarrollo de proyectos subvencionados por la Junta, los reconocimientos obtenidos o la antigüedad de inscripción. Según Valdivia, la Junta les trasladó que se iba a aprobar en 2024 una nueva normativa al efecto pero “no sabemos nada”, mostrándose “indignado” junto a otras entidades que también están pendientes de novedades al respecto de ese registro de entidades.

Después de que el Gobierno andaluz dejara de invertir más de la mitad del presupuesto previsto para el primer plan de memoria democrática, y de que para 2025 haya sumado 7.000 euros al presupuesto anual para todas las cuestiones de memoria democrática tras recortarle medio millón en los últimos seis años, el memorialismo viene también lamentando en todo caso la “falta de información” en la materia.

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