Menos de un año después de constituirse el Parlamento andaluz y tomar posesión de sus cargos, 13 de los 58 diputados que logró el PP de Juan Manuel Moreno en las elecciones autonómicas están en puestos de salida, tras ser designados candidatos a la alcaldía de sus municipios en los comicios del 28 de mayo.
El cargo de diputado autonómico es incompatible con el de regidor o presidente de una diputación provincial, según una reforma legal impulsada por el Gobierno socialista en la VIII legislatura (2008-2012), muy contestada entonces por el PP desde la oposición, que fue el principal damnificado.
Los populares, siempre más fuertes en las municipales que en las autonómicas, solían usar a sus alcaldes con más tirón en las listas al Parlamento andaluz, con idea de ejercer un contrapeso al Gobierno regional socialista. Cuando el Ejecutivo de José Antonio Griñán aprobó una reforma de la Ley Electoral de Andalucía -sin respaldo del PP- el grupo parlamentario que lideraba Javier Arenas tenía siete alcaldes en su bancada, que tuvieron que renunciar a sus escaños tras las siguientes elecciones (también afectó al diputado de IU y alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo). El entonces Gobierno de Mariano Rajoy recurrió la norma andaluza ante el Tribunal Constitucional, pero éste avaló la ley en 2014.
Ahora que gobiernan con mayoría absoluta, con 58 de los 109 diputados del Parlamento, el PP de Moreno no se plantea derogar aquella ley. Al contrario. Sobre estos mimbres, la dirección del partido ha trazado la estrategia inversa para las próximas municipales: usar a algunos de sus diputados más insignes, elegidos en las urnas hace menos de un año, como cabezas de cartel en los municipios más ansiados el próximo 28M.
Carazo, caso paradigmático
El caso más paradigmático es el de la ex consejera de Fomento, Marifrán Carazo, uno de los miembros del Consejo de Gobierno mejor valorado por su gestión en la pasada legislatura. Carazo es, además, amiga y persona de confianza del presidente de la Junta, por eso aceptó a regañadientes dimitir como consejera para ser la candidata del PP a la Alcaldía de Granada, una de las plazas clave para Moreno, que ahora gobiernan los socialistas.
Carazo sigue en la Cámara porque también era diputada rasa en el Parlamento, pero tendrá que dejar el escaño si sale elegida. Si se impone el candidato socialista y actual regidor, Francisco Cuenca, su rival puede compatibilizar el sillón de concejal con el escaño de diputada, porque la ley no excluye de la Cámara a los ediles, aunque en la práctica tendrá que elegir entre uno de los dos sueldos públicos, y el autonómico en este caso es más generoso que el municipal.
Junto a Carazo, hay una lista de otros 12 diputados alcaldables: Auxi del Olmo, diputada por Jaén y candidata del PP en Linares; Bruno García, diputado, presidente provincial y candidato a la Alcaldía de Cádiz; Ascensión Hita, candidata de Chiclana; Auxi Izquierdo, candidata de Rota; María José de Alba, senadora y candidata de San Fernando; Andrés Clavijo, candidato de Paterna; Montse Paz, candidata de La Granjuela (Córdoba); Aurelio Fernández, candidato de Lucena (Córdoba); Alberto Fernández, candidato de Ayamonte (Huelva); Francisca Rosa Crespo, candidata de Gibraleón; Silvia Heredia, candidata de Écija (Sevilla) y Rafael Ruiz, candidato en Los Palacios y Villafranca (Sevilla).
El PSOE andaluz tiene 30 diputados, pero sólo una es candidata a la alcaldía de su pueblo: Rocío Arrabal, de Algeciras. Las formaciones de izquierdas -Por Andalucía y Adelante Andalucía- suman siete parlamentarios y han preferido no postular a ninguno de ellos a las municipales. Vox cuenta con 15 diputados, algunos de ellos aparecen en listas municipales, pero sólo una encabeza la candidatura a la Alcaldía: Cristina Jiménez en Peligros (Granada).
Reforma de la ley electoral y cambio de ciclo
El ex presidente Griñán cambió la ley electoral andaluza en noviembre de 2011, coincidiendo con los últimos días de la legislatura, argumentando que en tiempos de crisis y desempleo la gente no entendería la acumulación de cargos públicos. En la práctica, la reforma obligaba al PP a trastocar sus candidaturas a las autonómicas y Arenas lo convirtió en el leit motiv de su precampaña ofensiva contra los socialistas, acusándoles de fraude electoral.
El presidente de los populares andaluces tensó el pulso y, tras recurrir la ley ante el Constitucional, decidió encabezar cinco de las listas a las autonómicas con alcaldes, más otros seis en puestos secundarios. Fueron elegidos ocho: Juan Ignacio Zoido, alcalde de Sevilla; Esperanza Oña, Fuengirola (Málaga); Pedro Rodríguez, Huelva; José Antonio Nieto, Córdoba; Dolores López, Valverde del Camino (Huelva); Manuel Andrés González, Lepe (Huelva), y José Cara, La Mojonera (Almería) y Carlos Rojas, Motril (Granada), que dejaría la Alcaldía voluntariamente tras ser nombrado portavoz del PP.
Las elecciones andaluzas de 2012 fueron las primeras que ganó el PP al PSOE por un estrecho margen (50 diputados frente a 47). Aunque el pacto posterior entre socialistas e IU impidió gobernar a Arenas con una mayoría simple, aquellos comicios marcaron el inicio del cambio de ciclo político que tardarían diez años más en consumarse, con el primer Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos, sustentado en Vox, en 2018, y el actual Ejecutivo de mayoría absoluta de Moreno.