Paneles con técnicas de neuromarketing, sensores de infrarrojos y vallados virtuales para evitar atropellos de linces
El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha tomado conocimiento este martes de las actuaciones puestas en marcha por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible en el marco del proyecto de LIFE Safe-Crossing, cuyo objetivo final es reducir el riesgo de atropello de linces ibéricos en Andalucía y mejorar la conectividad de las poblaciones de esta especie en peligro de extinción.
En concreto, las medidas se concentran en los alrededores de carreteras que atraviesan las provincias de Huelva, Sevilla, Córdoba y Jaén. La Consejería ha instalado un total de 24 paneles informativos de carreteras específicamente diseñados con técnicas de neuromarketing para llamar la atención de los conductores. De esta forma, la Junta espera aumentar la conciencia ciudadana sobre las consecuencias que tienen los accidentes viales en los que se ven implicados animales silvestres como el lince.
En segundo lugar, esta iniciativa de cooperación europea contempla también la colocación del primer vallado virtual de España en carreteras que atraviesan el área de distribución del lince ibérico. Estos elementos innovadores están formados por una serie de emisores de luz y sonido que, unidos a los postes de las calzadas, se activan automáticamente cuando un animal se encuentra junto a la carretera al mismo tiempo que un coche se aproxima a alta velocidad.
La finalidad del dispositivo es, por un lado, disuadir al animal de cruzar la vía; y, por otro lado, avisar al conductor del riesgo de colisión. Para su funcionamiento, las vallas emplean energía solar, por lo que son además un ejemplo de aprovechamiento sostenible de los recursos naturales.
Sensores de infrarrojo
Además, la completa ejecución del LIFE Safe-Crossing supondrá también la implementación de un sistema de prevención de atropellos denominado AVC-PS, que se basa en sensores de infrarrojo pasivo preparados para activarse únicamente en situaciones de riesgo similares a las que detecta el vallado virtual.
Se trata, por tanto, de un complemento que permite aumentar el éxito de estas medidas disuasorias dirigidas tanto a los animales como a las personas que transitan por zonas donde la presencia de linces en el entorno de las carreteras puede ocasionar accidentes.
Tanto en el caso de las vallas como de los sensores de infrarrojos, la Consejería ya ha iniciado los trámites de los proyectos abriendo los respectivos períodos de licitación. Si se cumplen los plazos previstos, las dos medidas podrían encontrarse en funcionamiento el próximo verano.
En total, el Gobierno andaluz destina cerca de 370.000 euros a estas actuaciones que se suman a las numerosas iniciativas contempladas en los Planes de Conservación y Recuperación de Especies Amenazadas y en otros proyectos y programas encaminados a la protección de estos animales.
Especie en peligro de extinción
El lince ibérico (Lynx pardinus) es una especie endémica de la Península Ibérica que, en sus orígenes, ocupaba la mayor parte de este territorio. Sin embargo, como consecuencia de las amenazas a las que se ha tenido que enfrentar, ha visto reducida su distribución de forma drástica.
Por este motivo, las poblaciones estables con más posibilidades de supervivencia a medio plazo se encontraban hace unos años localizadas únicamente en dos núcleos de Andalucía.
Ante esta situación crítica, se planteó el desarrollo de un programa de conservación y recuperación que pudo ponerse en marcha gracias a estrategias de trabajo conjuntas en las que han participado las administraciones centrales de España y Portugal junto a los equipos de gobierno autonómico de Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia.
El peligro de las carreteras
Destaca especialmente la puesta en marcha de proyectos LIFE cofinanciados por la Unión Europea entre los que se encuentra la iniciativa Safe-Crossing encaminada a prevenir colisiones de vehículos con ejemplares de especies prioritarias de cuatro países europeos que se ven amenazadas por las infraestructuras de comunicación.
Las carreteras suponen un alto riesgo de mortalidad directa de animales por atropello y, además, tienen un efecto barrera que contribuye a la fragmentación de los hábitats tradicionales de los animales. Concretamente, Safe-Crossing persigue proteger al oso pardo de los Apeninos (Italia), de Grecia y de Rumanía; al lobo de Italia y al lince ibérico de España.
0