Los perfiles socialistas vuelven a copar un Consejo Andaluz de la Juventud lastrado por su inacción
La juventud no termina de encontrar un cauce de aportación adecuado en Andalucía. El Consejo de la Juventud de Andalucía (CJA), en teoría el órgano de participación, representación y consulta en el desarrollo de las políticas de la comunidad autónoma de Andalucía en materia de juventud, lleva años sin acciones destacadas, y ha sido más titular por su bloqueo que por sus propuestas, una tendencia que esperar corregir la nueva dirección.
En este sentido, acaba de elegir su comisión permanente que curiosamente vuelve a estar copada por perfiles afines a los socialistas. Empezando por Daniel Valdivia, su presidente. Es un politólogo y sociólogo miembro de Activando Europa y con amplia trayectoria en las Juventudes Socialistas de Andalucía (JSA) en Dos Hermanas.
Le secundan como vicepresidentes Julia Fátima Pérez, también de JSA, y Alberto Luis Medina, de Inserta, otra organización vinculada al PSOE. Los vocales también lo son: Javier Domínguez de Prado, secretario general de JSA de Gibraleón y de la asociación Juven@lont, y Cristina Nebrera (Club Social Universitario Eventual), quien fue en la lista del PSOE de Linares en las últimas elecciones municipales. El tercer vocal es Fernando Vega Ramírez, de la asociación Estudiantes Gaditanos de Andalucía.
Recuperar la visibilidad
Son fines del CJA representar los intereses de los jóvenes, informar a sus asociaciones, las relaciones con sus homólogos en otras comunidades autónomas y proponer mejoras para su calidad de vida. Se organiza en una asamblea general, una comisión permanente, una presidencia y una secretaría. Es el “quiénes somos”, pero más allá de esto lo cierto es que acumula una ristra de polémicas. Empezando por su control por el Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ), de cuya dirección depende cuando debería garantizarse su autonomía, y siguiendo por largos periodos de inactividad, interinidades en su estructura y lucha por su control, especialmente en el periodo de Gobierno de Susana Díaz. Ni siquiera tienen su propia web.
Cuando acaba de aprobarse la Ley de la Infancia y la Adolescencia de Andalucía, en el pleno que ha puesto fin a este curso político, la Ley de la Juventud sigue a la espera. El adelanto electoral de 2018 frenó su tramitación y tres años después, el CJA ni siquiera se ha destacado por exigirla. El recién elegido Daniel Valdivia asegura que el principal objetivo de la nueva dirección “es situar la precariedad vital de la juventud en la agenda política y mediática” y para ello tratarán de “impulsar la visibilidad” del consejo. En esta línea, comparte la necesidad de incrementar su actividad. “Debo recalcar las dificultades que afrontó la anterior comisión permanente y que, por el momento, sufrimos también nosotros y nosotras, destacando un salvaje recorte presupuestario del 80%”, subraya. En la práctica, supone dejar a este órgano sin recursos y a los jóvenes andaluces “sin voz”.
“Desastrosa campaña de vacunación”
Sobre el hecho de una representación notable de los socialistas en el organigrama, lo atribuye a que su implicación es “intensa”, pero “en cualquier caso, este hecho no influye en el compromiso” que ha adquirido como presidente “de garantizar la independencia y la autonomía” del Consejo de la Juventud de Andalucía. Y muestra la disponibilidad del CJA para reunirse con los grupos parlamentarios, agentes sociales y el resto de organizaciones que se muestren preocupadas con la precaria realidad de la juventud.
En su opinión, “las cifras de pobreza, desempleo y otros indicadores que demuestran la frágil situación en la que vive y se desarrolla la juventud no han sido atendidas hasta el momento por la Junta de Andalucía”. Empezando por “la desastrosa campaña de vacunación, con miles de jóvenes andaluces haciendo colas virtuales en una aplicación colapsada”. Y concluye: “Vamos a tratar de colocar el drama vital de los jóvenes de Andalucía mediante un arduo trabajo que ya ha comenzado”.
En el último pleno del Parlamento de Andalucía, precisamente, se rechazaba con los votos del PP, Ciudadanos y Vox la creación de un grupo de trabajo para el rescate de la juventud para mejorar sus condiciones sociales y laborales.
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