La pobreza severa en familias con hijos en Andalucía es un 9% mayor que en los hogares sin ellos

La nueva Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), publicada el pasado jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), pone de manifiesto que Andalucía sigue sin reducir drásticamente los índices de pobreza en los hogares con hijos, sufriendo un estancamiento de la misma. Concretamente, la tasa de pobreza severa en estos hogares (17,2%) continúa siendo muy superior a la de las familias sin hijos a cargo (7,9%), con una diferencia de 9,3 puntos en 2024. En 2023, las cifras eran del 17,9% en hogares con hijos y del 7% en las familias sin ellos. Así, como ha detallado Save the Children en una nota, una familia de dos adultos y dos niños vive en pobreza severa en Andalucía cuando lo hace con unos ingresos inferiores a 13.573 euro euros anuales.

Asimismo, el director de en Save the Children en Andalucía, Javier Cuenca, ha lamentado que “un año más, nos enfrentamos a una realidad devastadora para la comunidad, en la que 774.928 personas forman parte de familias que tienen dificultades para acceder a bienes y servicios esenciales y, por lo tanto carecen de unas condiciones de vida y bienestar mínimos para la infancia”.

La carencia material severa, junto con el riesgo de pobreza y la baja intensidad en el empleo en el hogar, conforman la denominada tasa 'Arope' que indica el conjunto de la población que se encuentra en riesgo de exclusión.

A pesar de que la tasa Arope en hogares con hijos a cargo disminuye un 5,1% (pasa del 47,7% al 42,6%) con respecto a 2023, y la de los hogares sin hijos disminuye 1,2% con respecto al año anterior (del 29,2% al 28%), las cifras demuestran que los hogares con hijos “siguen enfrentando mayores dificultades a la hora de salir de la situación de riesgo de exclusión”.

Estos nuevos datos también demuestran que, según la tasa Arope, más de 130.000 niños en Andalucía “siguen teniendo problemas para acceder a una alimentación saludable”. En concreto, el 8,9% de ellos no puede comer carne, pollo, pescado o su equivalente vegetal cada dos días.

“No podemos seguir permitiendo que Andalucía se encuentre entre las comunidades con las tasas de riesgo de exclusión más altas de España en hogares con hijos e hijas, superando en 12 puntos a la media nacional”, ha explicado Cuenca, que pone el foco en “la necesidad de llevar a cabo unas políticas públicas eficaces e integrales que reviertan esta situación de manera urgente”. La tasa de riesgo de exclusión en familias con hijos en España es del 30,6%, mientras que la de Andalucía asciende al 42,6%.

Pobreza con rostro de mujer

Según los últimos datos de la Encuesta Continua de Hogares del INE (2020), el 81% de las familias monoparentales están formadas por madres solas con sus hijos, lo que refleja una “clara feminización de la pobreza”. “Esta realidad, no es solo una cuestión estadística, sino una problemática social que impacta de manera diferenciada a las mujeres, quienes enfrentan mayores dificultades para acceder a empleos estables, conciliar la vida laboral y familiar, y recibir apoyos adecuados”, ha detallado Cuenca.

Para Save the Children es “clave reconocer esta desigualdad estructural para diseñar políticas y acciones que atiendan las necesidades específicas de estas familias y garanticen el bienestar de la infancia que crece en ellas”. Por este motivo, la organización se refiere específicamente a hogares monomarentales en lugar de monoparentales, debido a que la gran mayoría de estos hogares en España están encabezados por mujeres.

La situación de los niños en estos hogares monomarentales “resulta especialmente preocupante”, debido a que es el tipo de familia que se enfrenta a una mayor tasa de pobreza severa. Aunque desde Save the Children celebran la reducción en 15,17 puntos de esta tasa en Andalucía con respecto a 2023 (del 35,43% al 20,26%), han considerado que “las mujeres siguen estando expuestas a una mayor precariedad y pobreza laboral, hecho que influye en sus tasas de pobreza, desproporcionadamente elevadas”.

En este sentido, la organización ha apostillado que “apoya decididamente” el acuerdo de la Junta para la elaboración del decreto por el que se regula el reconocimiento de la condición de familia monoparental en Andalucía y el enfoque del mismo, centrado en el apoyo a las familias más vulnerables.

“Aun teniendo en cuenta los esfuerzos de todas las administraciones, todos estos datos ponen de manifiesto la necesidad de tomar medidas urgentes para brindar las mismas oportunidades a todas las familias, especialmente a las que tienen mayores dificultades, así como evitar que hacer frente a la crianza de niños y niñas se convierta en un factor de empobrecimiento en nuestra comunidad”, ha incidido Cuenca.

“Es importante poner el foco en políticas eficaces que rompan el círculo de transmisión de la pobreza que, en cuatro de cada cinco casos, se reproduce de generación en generación”, ha concluido.

La propuesta de la organización pasa por “apostar por la infancia como inversión”, ya que el coste de la crianza en Andalucía es de 722 euros al mes por hijo. Esto supone una “gran carga” para muchas familias, especialmente aquellas que enfrentan “mayores dificultades”.

“La realidad dificulta el acceso a necesidades básicas como alimentación, vivienda, educación y salud, aumentando el riesgo de pobreza infantil”, ha explicado Cuenca.

De este modo, el coste de la crianza varía según franjas de edad, llegando a su máximo valor en hogares con niños de siete a doce años. “No solo es una carga económica inasumible para muchos hogares con niños en Andalucía, sino también una inversión esencial en el futuro de nuestra sociedad”, ha aportado Save the Children.

Si bien en los últimos años ha habido “avances significativos”, sigue “siendo necesario” aumentar la inversión pública en infancia, “todavía muy lejos de la media europea”.

Asimismo, la organización ha recomendado a las administraciones la implementación de una prestación a la crianza a nivel estatal y rediseñar las desgravaciones fiscales autonómicas; reformular la Renta Mínima de Inserción de Andalucía (Rmisa) con enfoque de infancia; la implementación de la Garantía Infantil Europea en Andalucía a través del Programa FSE+ 2021-2027; y el III Plan de Infancia y Adolescencia de Andalucía.

Además de rediseñar y revalorar el Complemento de Ayuda para la Infancia (CAPI) asociado al IMV para los tramos de mayor edad; y vincular las actualizaciones de las prestaciones a indicadores del coste de la crianza.