Millás: “¿Durante cuánto tiempo más podremos resistir esta presión?”
Juan José Millás (Valencia, 1946) ha inaugurado los Cursos de Verano 2013 de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en su sede sevillana de La Cartuja con una conferencia titulada 'Literatura y Periodismo'. El autor de obras como Papel mojado o El Mundo, con la que obtuvo el premio Planeta, ganador también del Premio Nacional de Narrativa o el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, desgrana en una entrevista para eldiario.es Andalucía ciertos aspectos de las “crisis” actuales. Para el escritor y periodista, creador de los articuentos (híbrido entre el cuento y el artículo), la sociedad vive una transición histórica inmersa en recortes democráticos en la que el viejo paradigma “no acaba de morir ni el nuevo de nacer”.
Malos tiempos para literatura y periodismo…
Estamos en una situación que se vive cada 200 ó 300 años, cuando se cambia de paradigma y el viejo aún no acaba de morir ni el nuevo de nacer. Es muy interesante desde la perspectiva histórica pero agobiante para quien la vive. El periodismo vive dos crisis, la que afecta a todo el mundo más la específica del papel. La gente no compra periódicos. Ahora está llegando con fuerza a la literatura. No todo el mundo puede gastar 20 euros en un libro, aparecen alternativas digitales y puede pasarnos tantos años después como a la música con la piratería, que empieza a suponer una cifra considerable, una amenaza.
El mundo digital, para los medios, abre nuevos horizontes y cierra otros que parecían intocables.
Es el nuevo paradigma del que hablábamos, que no acaba de arrancar en la medida en que todavía no es sostenible. Los medios tienen muchas dificultades para sobrevivir. No se atreven a cobrar por miedo a que la gente no esté dispuesta a pagar por ese producto y la publicidad, que era lo otro de lo que habían vivido los periódicos, no acaba de entrar en Internet con la fuerza con la que estaba en los medios analógicos. Internet da también posibilidades de carácter individual, antes o publicabas en un periódico o no existías, y ahora hay oportunidades a quien tenga algo que decir y lo diga bien. Ahora hay mucha gente que no sigue periódicos, sigue a periodistas.
¿Y cómo afrontar este tránsito?
No tengo ni idea… Intentar vivirlo, más que como una tragedia, como un momento histórico excepcional que poca gente tiene la oportunidad de vivir. No quedarse parados, incorporarse a los huecos que hay.
Entramos en la sección Nacional. Madrid no ha sido elegida para organizar los Juegos Olímpicos. ¿Dónde ha estado el tongo, en el COI o en la candidatura?
Eso es una versión de la conspiración judeomasónica franquista… No conozco las interioridades porque no me apasionaba en absoluto, pero es evidente que Madrid no ha hecho una oferta atractiva, satisfactoria. Y luego la representación, esta alcaldesa que no ha sido elegida por los madrileños y que ha dado espectáculos como el de quitarse los cascos cuando hablaban inglés, que no lo entiende, y ponérselos cuando hablaban español, que debe entenderlo… Un espectáculo bastante penoso.
Internet abre a la ciudadanía nuevas posibilidades, como retratar por ejemplo a Ana Botella tras un discurso en inglés que ha tenido un recorrido fulgurante.
Daba un poco de vergüenza ajena escucharla… Para expresarse indudablemente hay nuevas posibilidades y en estos casos las mentiras se hacen más patentes. Presumían de un apoyo del 98 por ciento o así, pero yo no veía el entusiasmo o la fascinación de Barcelona en el 92. La atonía con respecto a Madrid… era un entusiasmo retórico. Y algo muy grave: Dicen que el 80 por ciento de las infraestructuras están hechas, sin seguridad de llevarse los juegos olímpicos. Hemos gastado mucho dinero, ¿quién les pide cuentas por eso? Lo normal es presentar la candidatura y si la aceptan… Aquí parece que los políticos no tienen que rendir cuentas de nada.
¿Cómo se tragan juntas corrupción y recortes sociales?
Es la pregunta que nos hacemos muchos, cómo es posible que no haya sucedido nada todavía… yo qué sé, la ciudadanía está asustada o descreída. Es la gran pregunta, cómo es posible y durante cuánto tiempo más podremos resistir esta presión. Cada día te quitan algo más, cada día tienes un derecho menos. Esto no provoca un ejercicio de contestación que esté por lo menos al nivel de la agresión, pero no sabemos porqué.
Un par de anuncios por palabras: 'Se vende presidente casi sin estrenar'.
Lo grave es que está estrenado, no en la dirección que prometió en su campaña electoral pero nos está haciendo la pascua bien.
'Se vende democracia casi nueva'.
'Se vende democracia aparente', en todo caso, esto de democracia empieza a tener poco. Y esto no es casualidad, es un diseño mundial, del capital, una situación muy grave. Es muy difícil que recuperemos en un tiempo previsible derechos que hemos perdido.
Sección Internacional. Dentro de poco, parece, caerán bombas sobre Siria… ni las guerras son como las de antes.
Y ni siquiera hay oposición a eso. Parece que España se ha adherido, pero no sé si clandestinamente. Nadie ha salido a la calle por esto. Esta intervención no va a ser muy distinta de la que se hizo en Iraq, seguramente, pero estamos en una situación de atonía ciudadana para muchos incomprensible. Parece que se va permitiendo todo y también esto.
Barack Obama se vendió casi como el presidente del mundo, como un sueño...
Ese sueño se va diluyendo, para muchos desde que vimos que no cerraría Guantánamo. Está en una lógica en la que cualquiera que entre en la Casa Blanca cae apresado, con independencia de cuáles sean sus ideas.
¿Qué puede contarnos de su nueva novela?
Ya sabes que somos muy supersticiosos. Sólo que saldrá en primavera.