Juan Manuel Moreno ha sido proclamado presidente y candidato del PP-A a las próximas elecciones autonómicas por un 98,54% de los votos, en el décimo cuarto congreso de la federación más importante del partido (173.000 afiliados), que se celebra este fin de semana en Sevilla para renovar la cúpula tras meses de crisis de liderazgo. El único aspirante al cargo superaba incluso el respaldo que en 2012 tuvo Juan Ignacio Zoido (96,7%), gracias a los votos mayoritarios de los más de 1.500 compromisarios convocados para la ocasión, donde en torno al 7% se ha abstenido.
En la defensa de su candidatura, Juan Manuel Moreno ha sacado pecho con el peso que ya tiene el partido en la comunidad autónoma, donde gobierna en 269 municipios -entre ellos las ocho capitales de provincia- y cinco diputaciones, para animar luego a los suyos a trabajar ahora por conseguir la presidencia de Andalucía. Para ello, ha presentado un proyecto con el que hacer frente a la maquinaria del PSOE-A, cuya gestión ha resumido en “soberbia, corrupción y paro”, y se ha “rebelado” contra la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, “que ya ha perdido la ilusión por esta tierra”.
El todavía secretario de Estado de Servicios Sociales de Igualdad ha recorrido su trayectoria política -en tercera persona- para recordar los inicios de ese “chico andaluz” que fue en Nuevas Generaciones o el golpe que le supuso la muerte de compañeros a manos de la banda terrorista ETA. De hecho, había pedido tres sillas vacías en el auditorio del Palacio de Exposiciones y Congresos que ha acogido la cita, en memoria de los concejales andaluces del partido asesinados por ETA, José María Martín Carpena y Alberto Jiménez Becerril, y su mujer Ascensión García Ortiz, en un gesto muy aplaudido por los presentes.
Por otro lado, dentro de la recurrente referencia a que el PP-A ganó las elecciones autonómicas en 2012 pero no consiguió mayoría absoluta para gobernar, Juan Manuel Moreno se ha dirigido a la secretaria general del PSOE-A con estas palabras: “Democracia es también dejar gobernar a la lista más votada”. En este sentido, ha reconocido: “Ser buenos no ha sido suficiente. Tenemos la obligación de ser mejores y convencer a más andaluces para que se identifiquen con este proyecto de ilusión y cambio”.
El equipo
Para este “reto” ha presentado una ejecutiva -que este domingo se reúne por primera vez- muy equilibrada en género y en territorio, y joven: una media de edad de 39 años. De este modo, como estaba anunciado, la secretaría general es para la diputada y alcaldesa de Valverde del Camino (Huelva), Dolores López, y la recuperada visecretaría general, o número 3, para otra mujer, la concejal de La Rinconada y hasta ahora secretaria de Organización del partido en Sevilla Virginia Pérez. De la escuela del expresidente del PP-A Javier Arenas, Juan Manuel Moreno recupera también la portavocía de la formación, para lo que hace un guiño a su provincia y promotora de su candidatura: recae en el presidente del partido en Málaga, su amigo Elías Bendodo.
Para el resto del equipo de dirección ha optado por ocho vicesecretarías de área, una por provincia: Universidad y Educación, a cargo de José Jesús Gázquez (Almería); Política Municipal, con Ana Mestre (Cádiz) como responsable; Formación, Empleo y Nuevas Tecnologías, para Miguel Ángel Torrico (Córdoba); Política Social e Igualdad, responsabilidad de Vanesa García (Granada); Acción Política, en manos de David Toscano (Huelva); Economía y Desarrollo Rural, competencia de José Enrique Fernández de Moya (Jaén); Organización y Electoral, para Patricia Navarro (Málaga); y Relaciones Institucionales, con Patricia del Pozo (Sevilla).
Con este nombramiento, el PP-A ha escenificado el cierre de filas en torno a un nuevo líder con el que pretende -después de más de tres décadas y de una amarga victoria en 2012- llegar a la Junta de Andalucía. Para ello ha comenzado por trabajar un mensaje de “unidad y cohesión”, después del proceso de sucesión más convulso que se recuerda. Y uno que lo ha hecho es el frustrado candidato José Luis Sanz, quien este sábado se ha despedido de la secretaría general con un discurso conciliador y disciplinado, que ha despertado alabanzas generalizadas por su “elegancia” y que hasta ha hecho lagrimear al todavía presidente del PP-A, Juan Ignacio Zoido.
Con su ofrecimiento público de todo su “apoyo” a Juan Manuel Moreno, José Luis Sanz ha pasado página de manera más resignada que la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, encargada de inaugurar el congreso. No sólo ha pasado de refilón por el obligado respaldo al nuevo líder -ella apostó por José Luis Sanz de la mano de Juan Ignacio Zoido y frente a Javier Arenas- sino que ha dibujado una intervención muy alejada de Andalucía. Es más, algunos han querido ver hasta cierto resentimiento después de haber perdido la batalla, como cuando se ha referido a que la economía del país ha pasado ya las “aguas movedizas” en lugar de “arenas”. En todo caso, después de haber tardado una semana en hablar con Juan Manuel Moreno cuando él dio el paso al frente, su paso por el cónclave ha sido un visto y no visto: llegó a la inauguración una hora después de lo previsto en el programa y aguantó sólo otra hora.
En cambio, Javier Arenas, ratificado como presidente de honor de la federación, ha exhibido euforia, interviniendo incluso aunque no estaba en el programa, y lo ha hecho sobre todo para agradecer el trabajo y la exposición de José Luis Sanz, con una palmada en la espalda claramente estudiada para templar gaitas. Ha aplaudido su “excelente lección política y humana”, para recalcar: “No vamos a perder el tiempo en discusiones internas y el partido será una piña en torno a Juan Manuel Moreno y en torno a Mariano Rajoy”.
En líneas generales, las ponencias de todas esta primera jornada de congreso han navegado entre las alabanzas hacia la agenda reformista del Gobierno de Mariano Rajoy, en un modelo “para salir de la crisis” que los populares quieren trasladar a Andalucía, y las críticas al “régimen” de más de 30 años de gobierno de la izquierda en la comunidad autónoma, pasando por constantes referencias al “marketing político” y “fotopolítica” de la secretaria general del PSOE-A. De hecho, ha sido llamativo que no haya habido ninguna intervención en la que no se haya arremetido contra el fenómeno Susana Díaz y su búsqueda de protagonismo a nivel nacional.
Han tenido cabida en el programa dos de los ministros andaluces que han pasado por el cónclave. Primero, un Cristóbal Montoro que ha incidido en que “es el Gobierno de España el que está salvando a la Junta de Andalucía de la quiebra” y le está “permitiendo mantener los servicios públicos” con la “máxima lealtad”. Y segundo, una Fátima Báñez para la que ya se puede hablar de “recuperación” en materia de empleo. “Queremos impulsar el empleo de calidad, el santo y seña de las políticas del PP”, ha dicho. Mientras, Ana Mato ha seguido la ceremonia entorno a su todavía número 2 desde el patio de butacas.
El congreso se clasurará este domingo, para lo que se contará con la presencia de Mariano Rajoy. Previamente, el nuevo presidente del PP-A reunirá a su ejecutiva y también se podrá oír la despedida del saliente Juan Ignacio Zoido. Los populares esperan salir de esta cita con ganas renovadas para convencer al votante en una región que históricamente se les resiste, y empezarán ya, con la campaña de las elecciones europeas.