PP y Vox sumarían mayoría absoluta en Andalucía y las derechas sacan ya un 20% más de votos que las izquierdas, según el CIS andaluz
El PP ganaría las elecciones de Andalucía si se celebrasen hoy con casi ocho puntos de diferencia (7,7) sobre el PSOE, su rival inmediato, el mayor margen registrado hasta ahora en el Barómetro de Opinión Pública de Andalucía realizado por la Fundación Centro de Estudios Andaluces (Centra). El llamado CIS andaluz que se publica este lunes, una encuesta de 3.600 entrevistas realizadas en el inicio del estado de alarma (entre el 18 y el 25 de marzo) otorga a los populares un repunte abrupto de cuatro puntos respecto al sondeo anterior (diciembre 2020). Los de Juan Manuel Moreno Bonilla pasarían de los 26 diputados actuales a una horquilla de 40 a 43 escaños (un 31,2% de votos frente al 23,5% de los socialistas). El presidente andaluz podría revalidar su mandato, pero cambiaría a Ciudadanos por Vox como socio preferente.
El partido ultraderechista es la segunda gran beneficiada en este sondeo: casi logra duplicar sus apoyos y pasa de los 12 diputados obtenidos en las elecciones de 2018 a 20-21 (un 18,1% del escrutinio), convirtiéndose en la tercera fuerza del Parlamento. PP y Vox sumarían mayoría absoluta (55 escaños) incluso con el resultado más bajo que les vaticina esta encuesta, sufragada por la Junta de Andalucía. En conjunto, las derechas siguen sumando más que las izquierdas, pero esta vez el primer bloque marca una distancia rotunda respecto del segundo: 20 puntos porcentuales de diferencia. PP, Cs y Vox sumarían el 57,4% del electorado frente al 37,6% de PSOE, Unidas Podemos por Andalucía y el grupo de Teresa Rodríguez, aún bajo la designación de Adelante Andalucía.
El sondeo certifica la muerte técnica de Ciudadanos, el actual socio de Gobierno del PP andaluz. Los naranjas se desintegran, en consonancia con la crisis que atraviesan en el resto del país, y pasan de los 21 diputados actuales a siete (un 8,1%). Esta foto fija puede desestabilizar aún más la convivencia interna de un partido roto por la mitad, con un sector crítico que lleva más de un año reprochando a su jefe de filas, el vicepresidente Juan Marín, su falta de iniciativa por capitalizar el papel de Ciudadanos dentro del Gobierno andaluz, y por dejarse “engullir” por el PP.
Cs sería irrelevante desde el punto de vista aritmético, tanto para las derechas como para las izquierdas. Podría ensanchar el peso de PP y Cs, pero no es imprescindible para que Moreno gobierne. Y la pata socioliberal de partido de Inés Arrimadas, suponiendo que lograse imponerse, tampoco sumaría una mayoría alternativa con el PSOE y el resto de fuerzas progresistas.
El resultado del PSOE no varía respecto a la edición del pasado diciembre. Los socialistas, que gobernaron Andalucía durante casi 37 años consecutivos, parecen haberse estabilizado en su suelo electoral, ese 23,5% del escrutinio, que hoy representa entre 26 y 29 escaños [ahora tienen 33] y hace cuatro meses eran entre 27 y 30 (la proyección cambia en función de otras variables, como la participación estimada). Los de Susana Díaz en la oposición no consiguen hacerse valer como alternativa de Gobierno, y la encuesta puede servir a los críticos con la secretaria general como herramienta de presión para que se aparte y facilite la renovación con otro candidato más ilusionante.
Los partidos a la izquierda del PSOE quedan, también, lejos de las expectativas que se marcaron hace dos años, cuando conformaron la confluencia Adelante Andalucía. Ahora, rotos y peleados, el sondeo les da menos apoyos que cuando estaban juntos. La nueva unión Podemos-IU (Unidas Podemos por Andalucía) pasaría de 17 escaños a una horquilla de 10 a 12 (un 10,6%), mientras que la escisión de Teresa Rodríguez y los Anticapitalistas (en el sondeo mantienen la marca Adelante) apenas logra un 3,5% del escrutinio, de 0 a dos escaños, y con riesgo de quedar sin representación parlamentaria.
Aún falta año y medio para las elecciones andaluzas. Moreno Bonilla insiste en que quiere agotar el mandato, aunque otras voces le empujan a adelantar los comicios a la primavera del año que viene. El 70,7% de los encuestados opina que no se deben adelantar las elecciones.
Nota de los líderes andaluces
En cuanto a la valoración de los líderes políticos, el barómetro vuelve a situar la marca personal de Moreno Bonilla por encima de su propio partido, que está en horas bajas por las diversas causas judiciales que lo acechan. El líder del PP andaluz es el único que aprueba, con una nota de 5,64 puntos, y es el favorito para ser presidente de la Junta por el 34% de los encuestados, un margen rotundo respecto al resto de candidatos que se reparten otro tercio de los votantes. El resto, más de un 33%, aún no tiene favorito para votar en los comicios. Susana Díaz, con un grado de conocimiento entre los andaluces superior al del presidente (92,3% frente al 91,5%), suspende con una nota de 3,48 puntos, la peor valorada de todos los dirigentes andaluces, y sólo un 5,4% de encuestados la elige como presidenta.
La encuesta también pregunta por algunos de los nombres que suenan para suceder a Díaz al frente del PSOE andaluz, como la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, (un 3,5% la prefiere de presidenta de la Junta), y el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, el candidato que postula Ferraz, pero que obtiene la peor valoración (3,4%). El vicepresidente de la Junta y líder regional de Ciudadanos, Juan Marín, sigue siendo el segundo dirigente mejor valorado. Pese al declive de su partido, obtiene una nota media de 4,9 puntos (aunque sólo el 3,5% le quiere como presidente). Le sigue la secretaria general de Podemos Andalucía, Martina Velarde (4,10); el portavoz parlamentario de Vox en Andalucía, Alejandro Hernández (4,04); la expresidenta del grupo parlamentario Adelante y referente de Anticapitalistas, Teresa Rodríguez (3,58), y la expresidenta de la Junta, Susana Díaz.
La encuesta no mide la opinión de los andaluces bajo el estigma de la pandemia ni puede valorar la gestión del Gobierno y de la Junta porque las entrevistas se realizaron en los primeros días del estado de alarma. Con todo, tres de cada cuatro encuestados cree que la situación económica de Andalucía es mala o muy mala y el 44,5% piensa lo mismo de la coyuntura política. Casi un tercio de los encuestados (31,6%) sostiene que el Ejecutivo de Moreno Bonilla lo ha hecho mal o muy mal, frente al 36,4% que defiende lo contrario. El 69% piensa que el Gobierno de Pedro Sánchez lo ha hecho mal o muy mal, y el 14,3% cree que su gestión ha sido buena o muy buena.
Otro dato clave de la encuesta señala un cambio de tendencia en la identificación de los andaluces con un partido político: durante más de tres décadas, el PSOE ha sido el partido que más simpatía despierta entre la población, ahora, en cambio, es el PP quien ocupa ese lugar para un 24,3% de los encuestados frente al 19,1% de los que siguen señalando al PSOE.
Por último, los andaluces identifican el paro como el principal problema tanto a nivel colectivo, de Andalucía, como personal, una respuesta en la que coinciden un 60,3% de los encuestados y un 36,8% respectivamente, mientras que un 52,2% señala la vacunación masiva contra el Covid como la medida más urgente para salir de la crisis.
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