El PSOE de Espadas retoma la oposición bronca contra Moreno tras el fiasco de la negociación presupuestaria
Ha desaparecido el espejismo del primer acuerdo político entre el Gobierno andaluz de derechas y el PSOE, principal partido de la oposición. En el turno de réplica al presidente Juan Manuel Moreno, durante el debate del estado de la comunidad andaluza, los socialistas han retomado el perfil duro y hostil de oposición, sin apenas fisuras para el entendimiento, y con un timbre mitinero y de campaña electoral. “Que sepan los andaluces que las opciones de futuro están muy claras: o gobierna la derecha con la extrema derecha o gobierna el progresismo”, ha sentenciado la portavoz socialista, Ángeles Ferriz.
El lema es casi calcado del que Vox le ha espetado a Moreno en los pasillos de la Cámara, tras su intervención de esta mañana: “Moreno sólo tiene dos opciones: puede irse con Pedro Sánchez o puede cumplir con Vox”. La política andaluza está enconada y el duelo dialéctico entre Moreno y los portavoces de PSOE y de Vox anticipa un escenario preelectoral en el que sólo falta la convocatoria formal de las autonómicas. De momento, la Junta lo descarta y plantea la prórroga de los Presupuestos si finalmente, como todo apunta, la oposición presenta enmiendas a la totalidad al Presupuesto de 2022 y el próximo 24 de noviembre, el Parlamento devuelve el proyecto de ley al Gobierno.
Este miércoles PP y PSOE han vuelto a la casilla de salida. La portavoz socialista ha optado por un tono muy beligerante, a ratos bronco -“vehemente y pasional, no agresivo”, ha dicho-, pero se ha topado con el rictus institucional del presidente andaluz, con una réplica hipotensa, casi pausada, sin atisbo de nerviosismo. “La veo con ansiedad electoral”, le ha dicho Moreno.
Las elecciones andaluzas, sin alterar el calendario previsto, serán a finales de 2022. Pero el debate de este miércoles zanja la negociación entre el Gobierno andaluz y el PSOE, la posibilidad más tangible para aprobar los Presupuestos del año que viene. Ferriz se ha estrenado en este formato de debate con un discurso muy duro, ha llamado tres veces “cínico” a Moreno, le ha acusado de “mentir en sede parlamentaria”, y de “no tener palabra”, se ha referido a él como “un buen actor, que interpreta a el bueno, porque tiene a otros dos que hacen de el feo y el malo”, y ha apelado una y otra vez a la condición del presidente andaluz como “una persona muy de derechas y muy del PP”.
El dirigente popular se ha acomodado a una forma de hacer política que excluye intencionadamente “lo ideológico”, y apela a “la gestión y el sentido común”. Al PSOE le interesa un marco mental electoral de confrontación clásica izquierdas contra derechas. “Sí, soy del PP, y además estoy orgulloso de ello, ¿hay algún problema con eso? Si cree que me hace daño con eso, insista”, le ha replicado.
Los problemas estructurales que afronta la sanidad y, singularmente, los que ha provocado la pandemia han centrado casi todo el cara a cara entre Moreno y Ferriz. La socialista ha acusado al presidente de la Junta de “desmantelar entera la sanidad pública en beneficio de la privada” y ha puesto el acento concretamente en la no renovación de los 8.000 sanitarios de refuerzo, contratados durante la pandemia con fondos del Estado, que “se irán a la calle el próximo 31 de octubre”. “Sólo por esto aquí podría terminar el debate”, ha advertido.
Es uno de los ultimátum que puso el PSOE a la negociación presupuestaria. “Es usted un insensible. Tiene el mayor presupuesto sanitario de la historia, pero no tiene para mantener los contratos de esos 8.000 sanitarios”. Moreno le ha recordado que de los 20.000 profesionales contratados de forma extraordinaria con fondos del Estado, su Gobierno mantendrá a 12.000 con fondos propios. “Esto no lo han hecho los gobernantes socialistas en Castilla La Mancha, Aragón y Comunidad Valenciana. Suba aquí y diga que esos gobernantes son insensibles por no renovar esos contratos extraordinarios”.
Los socialistas dan por rota la negociación y le imputan ese portazo al presidente. “No quiere negociar con nosotros porque Macarena Olona [posible candidata de Vox en las andaluzas] le tiene cogido por los presupuestos”, le ha espetado Ferriz. Moreno no se ha alterado. El presidente andaluz ha seguido tendiendo la mano y recordando que él mismo, siendo oposición al Ejecutivo de Susana Díaz, apoyó su propuesta de reforma del modelo de financiación, que reclama 4.000 millones más para Andalucía. Desde la oposición, el PP también ha apoyado presupuestos a gobiernos socialistas, en Extremadura, en el País Vasco, en el Ayuntamiento de Sevilla, “donde está su jefe”, en referencia al todavía alcalde hispalense, Juan Espadas.
Ferriz le ha afeado que en el último mes, desde que se reunió con el líder socialista en San Telmo, sólo ha habido una reunión con el consejero de Hacienda, y que no hayan respondido a una sola de sus propuestas para el Presupuesto de 2022. El PSOE ha decidido convertir todas esas medidas en propuestas de resolución en el debate del estado de la comunidad, obligando a PP y Cs a posicionarse sobre asuntos que, en teoría, estaban trabajando en la negociación paralela de las cuentas del próximo año.
El documento de lo socialistas incluye la equiparación salarial de médicos y profesores andaluces con la media de España, la vuelta a la presencialidad en los centros de salud, un plan de salud mental, una bajada de la ratio escolar, la gratuidad de los libros en Bachillerato y FP, un plan industrial, una inversión millonaria para las universidades... Moreno ha defendido que el borrador de sus Presupuestos incluye ya un aumento notable en sanidad, educación y políticas sociales, y ha preguntado insistentemente a Ferriz “qué no le gusta de los Presupuestos”. “¡Dejen de marear la tortilla! ¿Quieren apoyar las cuentas o no?”.
Unidas Podemos
El tono del debate ha cambiado drásticamente cuando ha subido a la tribuna la portavoz de Unidas Podemos, la diputada Inmaculada Nieto. Con un tono mucho más suave que su homóloga socialista, Nieto ha zarandeado al presidente Moreno en varios aspectos. La sanidad ha vuelto a ser el tema principal del cara a cara. “¿Cómo es posible que la inversión sanitaria alcance una cifra récord y la sanidad esté peor que nunca?”, le ha preguntado al presidente. Nieto también ha advertido de que “muchos de los 12.000 sanitarios de refuerzo a los que usted ha renovado no van a aceptar los contratos de seis meses, porque otras comunidades están ofreciendo contratos de uno y dos años. ¿Quién va a volver a la temporalidad y la precariedad?”, dice la diputada de IU.
Moreno y Nieto son dos políticos que tienen sintonía personal y profesional, de ahí que su cara a cara parezca más un diálogo que una confrontación. De hecho, Nieto le ha recriminado al presidente de la Junta que presuma de moderado, mientras miembros de su partido y su equipo “se suben a esta tribuna e insultan, llaman tito Pedro al presidente Pedro Sánchez y a la ministra de Igualdad la llaman marquesa de Galapagar”. “Que no lo diga usted, no lo convierte en moderado. Se lo cuenta esto al señor Bendodo [consejero y portavoz de la Junta] que se ha marchado, que tiene actitud insultante y que enfanga la vida pública”. Moreno, en la réplica, le ha pedido disculpas “en nombre de miembros de mi partido”.
La diputada de Unidas Podemos ha dedicado una parte de su discurso a defender el papel del Gobierno central en Andalucía, tanto en inversión como en compromiso. Moreno le ha discutido este argumento, pero le ha reconocido que “algunos ministros se han comprometido más que otros”, y ha destacado especialmente el papel de la ministra de Asuntos Sociales, Ione Belarra.
Ambos se han enzarzado también en el argumento de la “herencia recibida”, que usa machaconamente el Gobierno andaluz para imputar algunos déficit de las políticas públicas a anteriores gobiernos del PSOE. “¿La herencia otra vez, presidente? Ya está bien de este carrusel de excusas, y de comparativas que no se puede comparar. Dígame dos proyectos de su Gobierno por los que a usted le gustaría ser recordado? Éste no es un Gobierno del cambio, sólo es un cambio de Gobierno”, dice Nieto. El presidente ha admitido que “es un cambio tranquilo, poco a poco”.
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