Los ayuntamientos de Sevilla, Málaga y Nerja, demandados por mantener distinciones al exministro franquista Utrera Molina
El abogado Eduardo Ranz, especialista en procesos legales de memoria histórica, ha demandado por vulneración de derechos fundamentales a los ayuntamientos de Sevilla, Málaga y Nerja por mantener los honores y distinciones con el exministro José Utrera Molina, fallecido el pasado mes de abril. Unos días después de su muerte en Nerja, previo a la vía judicial, el pasado 25 de abril se presentaron ante los tres ayuntamientos derechos de petición solicitando la retirada de los honores y distinciones. “Consecuencia de no haber habido respuesta, se presenta la demanda transcurridos los tres meses legalmente establecidos”, explica el abogado en un comunicado.
El letrado explica que, según ha conocido a través de la propia esquela de Utrera Molina, el exministro de Franco disfrutaba de diversos honores y distinciones otorgados a lo largo de su vida. “El artículo 32 del Código Civil establece que la personalidad civil se extingue por la muerte de las personas, lo que supone los honores y distinciones son vitalicios, siendo sus efectos jurídicos durante su vida, por tanto, al fallecer, cesan dichos efectos”, añade.
Medalla de oro
Los mencionados honores son que ostenta la medalla de oro de la ciudad de Sevilla, la medalla de oro e hijo predilecto de Málaga y el título de hijo adoptivo de Nerja. En Sevilla, el reconocido “falangista” había acudido por sí mismo a la justicia para frenar la retirada definitiva de la Medalla de Oro concedida en 1969 por la Diputación de Sevilla. En todo caso, el Ayuntamiento le retiró su nombre de una calle de la capital y trabaja en averiguar qué distinciones tiene para proceder, igualmente, a su retirada, según apuntan fuentes municipales a este periódico.
“Mantener los honores y distinciones, tras el fallecimiento del homenajeado o distinguido, supone una declaración de lesividad contraria a la jurisprudencia, y al Código Civil, puesto que los honores y distinciones despliegan toda su eficacia jurídica durante la vida, cesando los efectos jurídicos con el fallecimiento, y extinguiéndose con la muerte”.
Según la demandad, “los honores y distinciones deben ser retirados por el fallecimiento, por la entidad que los otorgó. Contando desde este momento, si no se procediera a su retirada, procederíamos en el plazo de tres meses a interponer recurso contencioso-administrativo contra los ayuntamientos”.
Independientemente de los honores y distinciones, Ranz considera que las imágenes que hemos visto sobre el entierro de Utrera Molina constituyen “un acto de exaltación de guerra civil y dictadura, lo que vulnera la Ley de Memoria Histórica, agravado por el hecho de observar a un exministro de justicia del gobierno de Rajoy, presente”.
