Los sindicatos consideran “ridículo” que la consejera diga que la sanidad pública andaluza va “como nunca”

Los datos que dibujan la situación actual de la sanidad pública en Andalucía son motivos suficientes para que los sindicatos tachen de “ridículo” el análisis que hace la consejera de Salud, Catalina García. Con más de 45.000 andaluces esperando desde hace más de un año para operarse y un millón en total aguardando una intervención o una consulta con un especialista, los representantes de la mesa sectorial muestran su “preocupación” por la deriva que está protagonizando el sistema sanitario en la región y no entienden cómo la máxima responsable de Salud puede hablar de que el sistema “funciona como nunca”.

Los sindicatos le desmienten. CCOO, UGT, SATSE, CSIF y Sindicato Médico se alinean para denunciar lo que consideran una “mala gestión” por parte de la Junta de Andalucía del sistema sanitario de la comunidad autónoma. Porque García saca pecho al recordar que “se han aumentado el número de derivaciones desde atención primaria a las consultas externas en 553.000 derivaciones más que en el año 2022” o que hay dos millones más de consultas externas que en 2018, pero las secciones sindicales no comparten un análisis tan optimista.

Algo que ocurre justo después de que la Consejería de Salud actualizase, tras un año y medio sin hacerlo, las listas de espera. Las cifras publicadas desvelan que, en junio de 2023, 36.004 pacientes ya estaban fuera del plazo legal que tiene el SAS para operarles, por lo que podrían acudir a la medicina privada y la sanidad pública estaría obligada a abonar lo que costase la intervención, lo que evidencia un colapso del sistema, a juicio de los profesionales y los sindicatos. Ese número representa un 227,5% más de ciudadanos en esa situación en comparación con junio de 2022, por lo que la tendencia es claramente negativa.

Por eso, a los sindicatos les llama la atención que Catalina García diga que el sistema “funciona muy bien”, al tiempo que acusa a la oposición de falsear la realidad a pesar de los datos: “Hemos aumentado el número de intervenciones quirúrgicas de los andaluces operados en un 15%, teniendo el tanto por ciento más bajo de utilización de recursos externos. ¿Funciona el sistema sanitario público andaluz? ¿Trabajan nuestros profesionales con concierto interno? Más que nunca”, se ha contestado. 

Para los representantes de los trabajadores este discurso no encaja con el día a día de los ambulatorios y los hospitales. Antonio Macías, portavoz de UGT en sanidad, le da irónicamente la razón a García cuando habla del trabajo que está llevando a cabo el SAS en su conjunto: “Es cierto, con todas las adversidades, con la pandemia, con el caos que existe, con la falta de personal, que están trabajando más que nunca. Estamos trabajando más que nunca, pero la gestión es peor que nunca”.

La consejera “se confunde”

Macías cree que la consejera “se confunde” porque “piensa que esto es como las estrellas Michelín, que cuando te dan un restaurante estrella va mucha más gente”. Siguiendo esa lógica, el éxito se alcanzaría cuando haya 30 millones de personas en lista de espera y “eso será buen síntoma, por lo visto, para Catalina García”. Pero según UGT, los datos son “el fiel reflejo de la situación en los centros: desorganización, desorden y falta de criterios lógicos que faciliten el funcionamiento diario”. Para este sindicato, “esconder la basura debajo de la alfombra ya no es la solución mágica de la consejera, una vez publicada la realidad en forma de datos concretos sobre listas de espera se hace más que necesario el tomar medidas drásticas con esos gestores que nos han llevado al caos”.

En líneas generales, los miembros de la mesa sectorial entienden que la Consejería de Salud recurre al “engaño” al interpretar de forma optimista las cifras. “Las listas de espera se han disparado, como nosotros sabíamos, porque esta Consejería de Salud ha hecho una gestión nefasta, ha hecho una gestión malísima del presupuesto de sanidad. Estamos cerrando quirófanos y cerrando consultas de tarde, desde el verano. Estamos cerrando quirófanos incluso por la mañana, porque no hay dinero para renovar a los anestesistas que lo estaban cubriendo. Esto es un desastre y una gestión pésima”, argumenta Rafael Ojeda, presidente del Sindicato Médico Andaluz (SMA).

“Escudarse en que el sistema funciona bien la verdad es que roza el ridículo. La explicación que da la consejera no tiene ningún sentido. Es decir, que hay muchas listas de espera porque el sistema funciona muy bien es un disparate. No, hay muchas listas de espera porque se ha hecho una gestión catastrófica del presupuesto”, añade Ojeda. Con los datos en la mano, Victorino Girela, portavoz sanitario de CSIF, lamenta que falte información “para comparar”. “Sin duda nosotros valoramos como muy decepcionante y lamentable los datos que de forma grosera suponen: listas de espera quirúrgicas vergonzantes, demoras en citas de atención primaria insoportables para un sistema digno y de calidad, que obliga a recurrir, al que puede pagarlo, a consultas privadas”.

Demora desde primaria

Al mismo tiempo, recuerdan desde CSIF que lo “peor valorado por el ciudadano son las demoras en consultas de especialistas, de primera vez (mas de 900.000 de las que 335.000 de más de 60 días proceden de atención primaria)”. Un tapón asistencial que no está logrando revertirse, pese a que se han sellado pactos en los últimos meses entre los sindicatos y la Consejería de Salud para, sobre todo, reformar la atención en los centros de salud. No obstante, la realidad se está empeñando en derribar cualquier avance en ese sentido. José Sánchez, portavoz de SATSE, cree que parte de la solución pasaría por aumentar el gasto sanitario por habitante.

Actualmente, Andalucía es la cuarta comunidad autónoma que menos invierte por ciudadano (sólo por detrás de Madrid, Cataluña y Murcia) con 1.440 euros por usuario. “Si no aumentamos la financiación no podremos atajar los problemas de las listas de espera y de otros problemas que tiene la sanidad andaluza. SATSE sigue reclamando el incremento del presupuesto sanitario por habitante necesario que garantice una atención en todos los ámbitos sanitarios, reduciendo al máximo el uso de los recursos de la sanidad privada”. Sánchez reclama que la Consejería deje de poner “parches” que se está demostrando que “no sirven” y que se lleve a cabo un “plan de choque” integral.

“La sanidad pública andaluza viene arrastrando durante décadas un gran deterioro que ha estado marcado durante mucho tiempo por políticas de infradotación presupuestaria con un gasto sanitario por habitante muy por debajo de la media nacional y a la cola en ratios de plantilla de enfermeras, enfermeras especialistas y fisioterapeutas”. Por ello, en SATSE piden medidas concretas que mejoren el panorama. Medidas que pasan por la reconversión de los contratos estructurales eventuales en interinidades y contratos de larga duración y por mejores ofertas laborales, “comenzando por la consolidación de los denominados contratos Covid y cuya renovación vuelve, otra vez, a estar en el aire”.

En CCOO directamente hablan de los “peores datos de la historia de la sanidad pública” en Andalucía. José-Galindo Pelayo, su portavoz, recuerda no sólo que el panorama es negativo, sino que “llevan 5 años sin publicar las listas de espera de pruebas diagnósticas y sospechamos que es porque los datos vuelven a ser horribles”. “Conociendo la actitud de esta Administración volverán a aumentar las externalizaciones hacia la privada, como llevan haciendo desde que gobiernan, lo que debilitará el sistema público puesto que restará inversiones en el Servicio Andaluz de Salud y las listas de espera no dejarán de disminuir”.

Por último, este sindicato lamenta que “en los presupuestos del 2024 no se haya asumido este problema y que se dotara a la sanidad pública del presupuesto necesario para afrontar sus problemas, los problemas de la ciudadanía”. Para José-Galindo Pelayo “la actitud de la Junta de Andalucía de negar la realidad y desviar la atención hacia otras cuestiones, buscando culpables externos, no ayuda a solucionar este problema que afecta a la ciudadanía de forma directa”.