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Abengoa, un caso: “Estamos desaprovechando la oportunidad; habría que reventar cualquier acto electoral”

Sede de la compañía en la calle Energía Solar de Sevilla / Foto: Abengoa

Javier Ramajo

“Si no pones un nombre, mejor”. La conversación con uno de los miles de trabajadores que Abengoa tiene repartidos por medio mundo transmite la intranquilidad generalizada por la situación que vive la multinacional. El anonimato de la fuente, empleado en la central sevillana de Palmas Altas, radia el temor a señalarse como empleado díscolo. Los ánimos no son los mejores para afrontar las navidades pero la gente continúa en sus tareas a la espera de que las circunstancias mejoren. Así nos cuenta este testimonio cómo está por dentro Abengoa.

¿Cómo se está viviendo toda esta situación entre los trabajadores?

Hay incertidumbre, poca información. En general nos enteramos de las cosas por la prensa. El propio jefe te dice “mira, lo que te puedo decir es lo que viene por la prensa”. O a lo mejor te está mintiendo, no lo sé. Hay un poco de soledad en ese sentido. La gente está a verlas venir, a ver cuándo me toca. Las personas que son fijas es como que no les va a tocar por ahora pero es posible que, si no se pagan nóminas, también lo sufran, y a la gente con contratos de obras y servicio pues seguramente le toque y habrá que tirar del paro. Toca esperar, seguir trabajando y a ver qué pasa.

¿Hay esperanza en que se solucione más pronto que tarde?

La gente trabaja pero hay más desánimo porque vas viendo que, si la empresa no tiene dinero, los proyectos se van medio acabando, cerrando y, bueno, estás un poco más parado. En general, la gente sigue trabajando pero hay mucha incertidumbre sobre si van a pagar las nóminas, porque dicen que no hay dinero, que si los bancos no lo sueltan...

¿Hasta cúando puede aguantar?

Siempre se ha dicho que esta empresa es una maraña de sociedades, y a una auditoría externa o un banco para enterarse bien de cómo está toda la situación les debe costar una barbaridad y no querrán soltar dinero hasta que no se enteren bien, bien, bien. Lo que pasa es que si llegas a final de mes y no pagas las nóminas pues creo que ya estás abocada al fracaso, al ser una empresa tan grande... Y ya no sólo por las nóminas. La gente podría aguantar un poco, no lo sé, pero de cara a los proyectos, si se paran, eso ya es la ruina.

¿No hay movimientos internos de los trabajadores?

Somos, por así decirlo, unos paquetes. Además, es una pena, porque ahora que estamos en campaña electoral y habría que reventar cualquier acto electoral, saliendo a la palestra diciendo “eh, que estamos aquí, hacednos caso”, pero qué va. Yo lo he comentado un poco en el trabajo, a algún compañero, que tendríamos que salir a la calle, pero en España creo que somos mucho de “ya lo hará otro”, y normalmente en las empresas ese “otro” que lo hace es el sindicato.

¿Los sindicatos no se han puesto en contacto con los empleados?

Los sindicatos siempre han pasado y ahora quieren meterse entiendo que porque supongo que pueden captar dinero, pero en general la gente no es muy partícipe porque está cabreada. Han desaparecido durante muchos años y ahora quieren venir.

Pero, ¿no se piensa en hacer movilizaciones? CCOO y UGT hablan ya de medio millar de rescisiones contractuales

No estamos haciendo nada, no está haciendo nadie nada. Estamos desaprovechando la oportunidad, la verdad, de meternos en la campaña electoral. Es una pena que no nos movilicemos para que hablen de nosotros porque los políticos no se quieren mojar hasta que no pasen las elecciones. Ellos juegan sus bazas, miran por su culo y les da igual el resto. Pero como no nos movemos, pues poco podemos hacer.

¿Los despidos son visibles, digamos, entre los trabajadores?

Bueno, en el día a día están haciendo recortes. Parece como que cada semana o cada día le toca a una de las sociedades. Y el día que le toca a una pues echan a 'x', pueden ser 15 o pueden ser 40....

¿Qué tipo de contratos son los afectados?

Son todos o casi todos contratos de obras y servicio, despidos que no cuestan dinero, y si hay alguna indemnización es pequeña, que puede ser de ocho días por año. A los últimos que han despedido les han dicho que a final de mes les pagarían lo que es la indemnización con la parte de la nómina, de la paga extra y todo eso. El día a día se lleva, pero la gente está buscando.

¿Qué sensación se tiene de qué ha podido pasar en Abengoa para llegar a esta situación?

Es una pena porque es una empresa que tiene mucha cartera. Está claro que hay que reestructurar pero no es bueno que una empresa así se vaya a pique, porque tiene una cartera de 6.000-8.000 millones de euros, que eso no lo puede decir cualquier empresa. Te puedes reestructurar y poder ser viable en ese sentido, pero parece, por lo que nos vamos enterando, que no se ha gestionado bien, que se ha endeudado mucho, que hay proyectos que no han salido bien, otros que sí....pero se ve que no va.

¿Cada sociedad está actuando a su manera en relación con los trabajadores?

Somos muchas sociedades pero al final las directrices en todas son las mismas. La matriz organiza y es la que manda, las sociedades entre sí tienen sinergias, y si tú necesitas contratar algo o un externo pero tienes una sociedad que te hace eso pues la contratas. Es como un círculo donde lo que pueda quedar dentro, queda dentro, y lo que no, se solicita fuera. Las sociedades no van por libre. Hay reuniones mensuales con la presidencia, que hasta hace no mucho eran con Felipe Benjumea.

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