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Los trabajadores gaditanos de Navantia no se fían de las promesas del Gobierno

En septiembre de 2017, la plantilla de Navantia de San Fernando amenazaban con movilizaciones porque la mitad no tenía faena. Faltaba carga de trabajo y se estaba a la espera del maná de las cinco corbetas para Arabia Saudí. Un año después, las cosas han virado 180 grados. El anuncio de la paralización de la venta de armas a dicho país ha hecho saltar las alarmas sobre las condiciones del resto de contratos con los saudíes, entre ellos, el de la construcción de los cinco barcos.

Los trabajadores han vuelto a cortar la autovía este martes porque no las tienen todas consigo con este contrato y no se fían. Alrededor llega mucho ruido en forma de declaraciones de políticos y patronal, pero ellos tienen muy clara cuál es su prioridad y por eso se echan a la calle. En la asamblea celebrada en la factoría, los trabajadores han aprobado un calendario de movilizaciones.

El presidente del comité de empresa de los astilleros de Navantia en San Fernando , Jesús Peralta, ha señalado que necesitan “un comunicado oficial del Gobierno que garantice que las relaciones con Arabia siguen bien y garantice el contrato de las corbetas”.

“Nosotros queremos un gesto claro del Gobierno. Igual que nos ha llegado la intranquilidad de los árabes, nos tiene que llegar que todo se ha arreglado. El Gobierno puede usar la herramienta que considere oportuna para ello, pero a estas alturas de la película no nos creemos nada a través de declaraciones”, explica el sindicalista Francisco Molina.

En las próximas semanas, si no llega a manos de los trabajadores de Navantia una garantía por escrito de que se mantiene el contrato firmado en el mes de julio, se barajan movilizaciones como acudir a la sede de partidos políticos, ir a la Subdelegación del Gobierno en Cádiz, realizar una concentración de los tres astilleros de la Bahía (San Fernando, Puerto Real y Cádiz) e incluso hacer alguna movilización en coordinación con las factorías de Ferrol y Cartagena.

Movimientos para acabar con las dudas

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, ha asegurado este martes que el Gobierno mantiene contactos diplomáticos para llegar a una solución con Arabia Saudí respecto al contrato para la construcción de cinco corbetas en los astilleros de Navantia, aunque no pueda adelantar aún cual será el resultado y haya apelado a la discreción para evitar dar más detalles. “Los diplomáticos trabajan con una cierta discreción y sigilo; estamos en ello”.

Juan Carlos Blanco, portavoz del Gobierno andaluz, se suma a ese llamamiento a la calma que se hace desde la clase política y que, por el momento, no es suficiente para los trabajadores gaditanos. “Queremos que los trabajadores de Navantia tengan el convencimiento de que estamos trabajando para garantizar y mantener su trabajo. Que quede muy claro el compromiso del Gobierno central”, manifiesta. De hecho, la presidente de la Junta, Susana Díaz, aseguró este lunes en una entrevista que tenía “la palabra de Pedro Sánchez”.

El diputado nacional de Ciudadanos (Cs) por la provincia de Cádiz, Javier Cano, ha afirmado que “el Gobierno debe ser claro y asegurar que la construcción de las corbetas no corre peligro”. Por ello, ha presentado una serie de preguntas en el Congreso de los Diputados para conocer de forma oficial en qué estado se encuentra el contrato con Arabia. Cano ha solicitado conocer si el Gobierno ha recibido alguna indicación de Arabia Saudí de paralizar o suspender el contrato de las corbetas, así como si se han mantenido reuniones entre representantes del Gobierno y de Arabia sobre la continuidad de contratos en vigor, y a instancias de quién, o si se ha dirigido por los representantes de Arabia alguna petición al Gobierno.

Así las cosas, a pesar de que el Ejecutivo haya mandado un mensaje de tranquilidad sobre la crisis abierta y aunque algunos agentes sociales se manifiesten en esa línea, en San Fernando siguen en pie de guerra. En este marco se ha sabido que Navantia ha convocado una reunión con los agentes sociales para el próximo miércoles 19 de septiembre con el objetivo de reanudar las negociaciones de su Plan Estratégico 2018-2022, en medio de la crisis en la que la empresa se encuentra ante la posible cancelación del contrato mencionado.

La últimas reuniones entre la empresa y sindicatos tuvieron lugar antes del verano, cuando el contrato para la fabricación de las cinco corbetas se acababa de firmar y suponía un balón de oxígeno para el saneamiento de la empresa pública naval, al suponer unos ingresos de casi 2.000 millones de euros y 6.000 empleados anuales hasta el próximo año 2022. Ahora, de momento, esos ingresos están en el aire a juicio de los trabajadores.

Movilizados

Cuando los trabajadores de Navantia de la Bahía gaditana hablan de movilizarse, lo hacen con conocimiento de causa porque en los últimos años ya han tenido que hacerlo en varias ocasiones. En 2014, trabajadores de la factoría de Puerto Real realizaron un encierro en el Ayuntamiento de su localidad y en 2013 fueron muy comentados los cortes en el puente Carranza, que llevaron a la detención de diez personas por los destrozos ocasionados.

El sector naval ha sido muy castigado desde la década de los 80 en la Bahía y el desmantelamiento progresivo de su tejido industrial ha provocado que se haya reclamado en muchas ocasiones carga de trabajo para seguir viviendo de hacer barcos, algo que casi desapareció con la reconversión naval, que terminó destruyendo casi 8.000 puestos de trabajo.