Vox organiza una concentración para “300 personas” en Sevilla disfrazada de rueda de prensa para sortear el informe sanitario de la Junta
Vox ha organizado este miércoles en el centro de Sevilla un acto político de su líder, Santiago Abascal, para “un aforo aproximado de 300 personas”, según la solicitud remitida al Ayuntamiento hispalense. Sin embargo, la formación de extrema derecha no ha comunicado formalmente una concentración de esta magnitud a la Subdelegación del Gobierno en Sevilla porque, de haberlo hecho, la solicitud se habría remitido automáticamente a la Consejería de Salud del Gobierno andaluz para que emitiese un informe sanitario aclarando si en dicho acto están garantizadas las medidas de seguridad contra la Covid-19.
El partido de Abascal ha sorteado este procedimiento disfrazando su concentración de simpatizantes de una “rueda de prensa” (en Sevilla ni siquiera hay 300 medios de comunicación). Vox ha informado a la Subdelegación del Gobierno de la convocatoria de “una concentración”, en formato “rueda de prensa”, y “con una asistencia de 20 a 30 personas”, una cifra muy inferior a la que han comunicado al Consistorio hispalense en su solicitud de ocupación de vía pública. Esta solicitud, además, ha entrado por registro ordinario, no por “Derecho de Reunión”, de modo la Subdelegación del Gobierno no era competente para autorizar el acto o para advertir a la Consejería de Salud, advierten desde dicho departamento.
La Delegación del Gobierno en Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla muestran su preocupación por que el acto de Vox degenere en una concentración masiva de simpatizantes, “de alto riesgo para la salud pública”, como ocurrió hace una semana con el mitin de Abascal en Murcia (también bajo la fórmula de “declaración de prensa”). Vox sí ha tramitado una solicitud de “ocupación de vía pública” a la Gerencia de Urbanismo del Consistorio hispalense, donde advierte de antemano que “el aforo aproximado será de 300 personas”, y que el cumplimiento de las medidas de seguridad contra la Covid-19 correrá a cargo de 30 voluntarios identificados con un peto con el logo del organismo organizador, Vox, que delimitará el espacio a ocupar por los participantes.
En la memoria descriptiva del acto de Abascal, Vox solicita la ubicación de una pequeña tarima, un escenario al que preveía subirse el líder ultraderechista. El Consistorio ha denegado el permiso para instalar esta tarima en ocupación de la vía pública -la única para la que tiene competencias- alegando “el escaso margen de tiempo para su tramitación”. La solicitud de Vox entró ayer lunes en el registro de la Gerencia de Urbanismo a las 12.20 horas, vía correo electrónico, y la respuesta negativa se devolvió a las 14.23 horas. El procedimiento habitual es cursar la petición con cinco días de antelación, explican fuentes del Gobierno local.
El Cecop (Centro de Coordinación Operativa) del Ayuntamiento de Sevilla ha recibido este miércoles por la mañana aviso del permiso denegado de Urbanismo, para que la Policía Local supervise que no se instala la tarima en la Plaza Nueva y que se cumplen las medidas de seguridad contra el coronavirus. Hasta ahí llega la autoridad municipal. Vox podía instalar un micrófono de pie y unos amplificadores en el suelo para que Abascal dé su discurso, porque para eso no se requiere un permiso específico de ocupación de la vía pública (el propio alcalde, el socialista Juan Espadas, hizo esto mismo 24 horas antes en un plaza próxima al Consistorio).
Fuentes de la Policía Nacional han informado a este periódico de que no tenían aviso oficial de que fuera a producirse una concentración multitudinaria en el centro de Sevilla, porque “la Subdelegación del Gobierno no nos ha comunicado nada”. La Subdelegación, por su parte, confirma que no ha entrado ningún escrito de Vox en el registro de Derecho de reunión o manifestación y, por tanto, tampoco había activado ningún protocolo de seguridad. Los plazos aplicados en derecho de reunión contemplados en la legislación son, por la vía ordinaria, una antelación mínima de 10 días y máxima de 30; y por la vía urgente (para circunstancias extraordinarias debidamente justificadas), un mínimo de 24 horas. “En ambos casos mediante presentación de escrito”, advierten.
También apuntan que “es habitual que haya concentraciones espontáneas sin comunicar oficialmente a las autoridades”, por ejemplo, a través de las redes sociales. En ese caso, la Policía actúa sobre la marcha y, si es necesario, solicita a los convocantes que se dispersen, si considera que está en riesgo la salud pública.
La convocatoria de Vox no puede considerarse “espontánea”, porque en la solicitud escrita remitida a la Gerencia de Urbanismo del Consistorio para instalar la tarima de Abascal ya se advierte de que habrá un aforo aproximado de 300 personas.
El partido ultraderechista explica en ese documento que se hará dando estricto cumplimiento a la normativa vigente de la Consejería de Salud, que los asistentes serán distribuidos por los voluntarios sobre marcas que se dispondrán previamente en el suelo, y que en ningún momento se ocupará la zona de veladores o se interferirá en las actividades comerciales. El Ayuntamiento no ha tramitado la solicitud de Vox, por lo precipitado de la convocatoria, de modo que el partido no tiene autorización ni para montar la tarima ni para hacer las señalizaciones en el suelo, aunque será la Policía Local quien determine sobre el terreno si están transgrediendo alguna ordenanza.
Comienza el acto
Con estos antecedentes, la Policía Local ha pedido prestado apoyo a la Policía Nacional “para garantizar que se cumplan las medidas de seguridad contra la Covid-19, ante la avalancha de personas que se han congregado en el entorno de Plaza Nueva”, explican fuentes del Gobierno. La Policía Nacional ha desplegado furgonetas y agentes para cerrar todos los accesos a la Plaza Nueva de Sevilla, frente al Consistorio, donde estaba convocado el acto, con unos 200 asistentes (sólo una veintena eran periodistas y reporteros gráficos).
El control de seguridad se ha dispuesto en las seis calles que posibilitan la entrada, pero ha sido en el acceso desde la Avenida de la Constitución donde se han concentrado unas 200 personas, apiñadas frente al cordón policial, a gritos de “libertad, libertad”, y protestando porque los agentes no les permitían acceder. “¿Por qué cojones puede entrar ese y mi mujer y yo no podemos?”, increpaba un hombre con una bandera de España por capa a un agente de Policía, cuando ha visto a dos periodistas cruzar el cordón de seguridad. “Nos han informado de que esto es una rueda de prensa, estos señores son periodistas, ¿usted es periodista?”, le ha replicado el agente. “Esto qué carajo va a ser una rueda de periodistas, ¡usted infórmese bien!”, ha protestado el señor, visiblemente molesto.
A falta de la tarima prevista, los organizadores han colocado el atril de Abascal sobre la escalinata que está al pie de la estatua de San Fernando, en el centro de Plaza Nueva. Desde allí arriba, el líder ultraderechista ha hablado durante siete minutos, primero quejándose de que “el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, y Pedro Sánchez hayan desplegado más agentes de Policía que los que enviaron a Cataluña” a frenar el órdago secesionista. Cada frase el dirigente ultraderechista era recibida por el público con gritos, vítores y aplausos. El mensaje político que quería dejar Abascal en Sevilla era similar al que pronunció hace unos días en Murcia, aunque esta vez ha enfriado la presión sobre un adelanto electoral en Andalucía, que él mismo formuló la semana pasada.
Abascal ha interpelado al presidente de la Junta, el popular Juan Manuel Moreno Bonilla, preguntándole si “considera que la continuidad del cambio en Andalucía está garantizada” de la mano de un socio tan “inestable como Ciudadanos”. “Moreno Bonilla debe hacer una reflexión: Vox no es el problema, Vox es estabilidad, el problema es el puñal naranja, Ciudadanos se ha convertido en un socio de Gobierno imprevisible”, ha subrayado.
En el turno de preguntas, los periodistas han tomado un micrófono. Una redactora le ha preguntado si consideraba que el acto al que asistían era “una rueda de prensa o más bien un mitin político”, pero la respuesta de Abascal ha quedado eclipsada por los gritos y abucheos de la multitud: “¡Asquerosa, rata, fuera, golfa, puta, manipuladora!”. El dirigente de extrema derecha ha pedido a sus simpatizantes que “respeten a los medios de comunicación” y les “dejen hacer su trabajo”. Abascal ha enfriado su petición de una convocatoria electoral anticipada en Andalucía y ha descartado formar parte de una moción de censura para tumbar al Gobierno de Moreno Bonilla, pero matizando que seguirá presionando desde el Parlamento. “Sin condiciones no se hace política, pero Vox no va a plantear ningún ultimátum”.
El acto ha terminado a los 30 minutos y el presidente de Vox ha abandonado la plaza por un lateral, rodeado de una multitud de simpatizantes con banderas de España que coreaban ¡viva España!, ¡viva el rey!, ¡viva la Guardia Civil!. Uno de los simpatizantes ha pedido a gritos a Abascal que acudiera a saludar a los más de 200 simpatizantes que no habían podido atravesar el cordón de seguridad en la Avenida de la Constitución: “¡Santi, sal por la Constitución, que hay mucha gente que no te ha visto. Échale huevos, Santi, y sal por la multitud!”, ha gritado. Pero el aludido ya se marchaba en una furgoneta con su séquito.
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