Aragón lidera en España las mediaciones extrajudiciales para intentar resolver los problemas evitando que los menores pasen por los Tribunales. Esto se hace mediante dos programas: uno hasta los 14 años y otro a partir de esa edad. Los delitos más frecuentes son hurtos y lesiones.
En 2003 se implantó el Equipo de Atención Educativa a Menores de 14 años (EMCA), un programa por el que han pasado 2.392 chicos y chicas en los últimos diez años. Por otra parte, 7.886 jóvenes mayores de 14 años han participado en el Equipo de Medio Abierto (EMA) en la última década, que lleva en funcionamiento desde 1993.
Ambos programas tienen como base de trabajo la prevención, la atención integral al menor, a su entorno y a la víctima, así como la labor educativa para evitar la reincidencia. Un trabajo que tiene como objetivo “trabajar cuanto antes con los menores, reconducir conductas inadecuadas y prevenir situaciones de riesgo en estos chicos y chicas”, según la responsable de esta área de trabajo en la Ciudad de la Justicia, Mari Carmen Sierra Robres.
En ambos programas la mayoría son varones y de nacionalidad española. En el caso de los menores de 14 años los delitos más extendidos son el hurto, las lesiones o el acoso escolar. El delito más frecuente entre los 14 y los 18 años son los hurtos y las lesiones.
Pedir perdón y reparar el daño
En el caso de la conciliación-reparación, el equipo de educadores –integrado por 13 profesionales- establece que labores debe realizar el menor para reparar de daño causado, estas actividades pueden ir desde colaborar en entidades sociales (residencias, centros de personas con discapacidad o ludotecas, entre otras) o realizar actividades educativas con el equipo del EMA. Además, el autor del daño siempre debe pedir perdón a la víctima y llevar a cabo una reparación relacionada con el hecho delictivo. En el caso de las medidas judiciales, las resoluciones pasan por la libertad vigilada y los servicios en beneficio de la Comunidad.
La Ley de la Infancia y la Adolescencia en Aragón define a los menores en conflicto social como aquellos que pueden causarse daño a sí mismos o a los demás. Una definición a la que hay que añadir que estos chicos y chicas establecen una relación inadecuada con el entorno o un conflicto con el contexto normativo, poniendo en peligro su correcto desarrollo y dando lugar a un posible inicio del proceso de inadaptación social.