La agroalimentación, entendida como el sistema que aglutina a la agricultura, la ganadería y la agroindustria, junto con la logística, la distribución y los servicios conexos directamente vinculados a estas, representa en Aragón más del 10 % del PIB y casi el 18% del empleo. Sin duda, es una herramienta imprescindible para equilibrar el territorio combatiendo la despoblación, además de favorecer el crecimiento de la Comunidad Autónoma a través de este sector de la economía aragonesa que tiene ante sí un camino de éxito para convertirse en un puntal a través de esfuerzos en I+D y en comercialización.
Políticas como la incorporación de jóvenes al campo y la modernización de explotaciones, la protección del modelo de agricultura familiar y profesional, la apuesta por el regadío o el apoyo a la agroindustria han favorecido el impulso del sector agroalimentario hasta convertirlo en un pilar fundamental para la economía regional. Tanto es así, que es ya el principal empleador de la comunidad, por encima incluso del sector del automóvil.
161 millones de euros para rejuvenecer y modernizar el sector agroganadero
El apoyo a los jóvenes agricultores es una de las políticas esenciales del Departamento de Agricultura y Ganadería del Gobierno de Aragón. El objetivo es claro: revertir el envejecimiento del sector, facilitando la aplicación de nuevas tecnologías vinculadas a la digitalización, así como nuevas estrategias tanto productivas como comerciales y, finalmente, redundando en una vertebración demográficamente equilibrada del medio rural por la vía de generación de empleo joven.
Desde el 2016, el Ejecutivo aragonés ha destinado 161 millones de euros para la incorporación de jóvenes al campo y la modernización de explotaciones. Este apoyo público ha permitido la entrada de 1.828 jóvenes al sector hasta 2022 y la aprobación de 2.168 proyectos de modernización, movilizando una inversión total de 300 millones de euros.
A estos 1.828 jóvenes, de los que el 30% son mujeres, habrá que sumar alrededor de 250 más que podrán beneficiarse de los 11 millones de euros que se acaban de convocar para la incorporación de jóvenes en 2023.
En el próximo periodo de la PAC 2023-2027, el compromiso con Aragón en esta línea es de 107 millones de euros. Estas ayudas, además de alcanzar hasta el 60% de subvención en zonas de montaña o Teruel, introducen como novedad la financiación y las garantías necesarias de la parte no subvencionada en el escenario financiero más desfavorable existente. Esto permitirá, por ejemplo, que los jóvenes que se incorporen al campo no tengan que recurrir al aval familiar como viene siendo habitual. También les permitirá, a jóvenes, y resto de interesados, obtener condiciones de financiación más favorables cuando el acceso a los créditos se está viendo dificultado y su coste está aumentando.
Apuesta por el regadío y la agricultura familiar
Desde 2016 y hasta la fecha, el Gobierno de Aragón ha comprometido 274 millones de ayuda para creación y modernización de regadíos movilizando una inversión de 552 millones de euros correspondientes a 34.754 hectáreas de modernización y 29.260 hectáreas de nuevos regadíos.
La creación de manchas de regadío constituye una de las vías más eficaces para la generación de economía endógena y, por tanto, de fijar la población en el medio rural. Además, supone un claro revulsivo hacia una menor dependencia de los mercados globales en la producción de alimentos, dado el complejo escenario internacional de la era post-covid y la guerra de Ucrania que hace que la producción de alimentos se haya convertido en una cuestión geoestratégica. Todo ello, en un escenario de cambio climático al que el sector agroalimentario deberá ser cada vez más resiliente.
El Gobierno de Aragón también pretende proteger el modelo de agricultura familiar que vertebra el territorio, a través de leyes como la de Protección y Modernización de la Agricultura Familiar que ya hace meses envió a las Cortes de Aragón.
Es la agricultura familiar y profesional, por su parte, la que debe ser la principal beneficiaria del desarrollo agroalimentario, puesto que está en la base del mismo y es el modelo productivo al que están asociados los valores sociales y culturales que más y mejor reconoce la propia ciudadanía y de los que depende en gran medida la vida en el medio rural.
Ayudas a la agroindustria
En las ayudas a la agroindustria, tras haber incrementado el porcentaje de ayudas en esta línea del FEADER en más del 50% la pasada legislatura (2015-2018) con respecto a la anterior (2011-14), pasando de los 43,8 millones de euros hasta los 67 millones; en el periodo 2019-2023 se van a superar los 105 millones, lo que se traduce en un crecimiento anual del 33%.
Solo estos tres capítulos (regadíos, incorporación y agroindustria) suponen una ayuda de 529 millones de euros al sector, correspondientes a una inversión de 1.525 millones de euros, que pone de manifiesto la vitalidad del sector y su compromiso con el desarrollo económico en general y el desarrollo rural, muy en particular.