Mercedes Penacho: “En el territorio, la inversión en comunicación es inversión en futuro”

Desde la experiencia y las conclusiones que se extraen de las jornadas, ¿qué percepción podemos considerar que tienen los pueblos y pequeñas localidades de su patrimonio?

En muchas ocasiones se tiende a no ser consciente del valor de nuestro propio patrimonio, de los recursos locales. Diría que eso poco a poco va cambiando, sin embargo, una de las cosas de las que se habló en estas jornadas es de la importancia de implicar a los propios vecinos y agentes de las zonas en los proyectos, y a que ellos mismos entiendan el valor de los recursos locales, del patrimonio que son sus pequeñas iglesias y ermitas, los restos de sus castillos, el contenido de sus pequeños museos o su patrimonio natural. En el fondo, creo que es un problema común también a organizaciones más grandes, y es la de comunicar con los públicos internos, los públicos locales, en este caso los vecinos, de hacerlos embajadores de sus propios territorios.

¿Se cuenta con profesionales que sepan trasmitir a través de sus informaciones en los medios el valor de la cultura rural? ¿Qué no se está haciendo bien?

Creo que hay muy buenos profesionales en materia de territorio y cultura, pero en estas jornadas se puso de manifiesto alguna paradoja. Por un lado, los medios de comunicación cada vez cuentan con redacciones y equipos más escuetos, lo que afecta a la dedicación y por tanto a la calidad y al desarrollo de trabajos en profundidad y de calidad. Y por otro lado, se demanda cada vez más información en esta materia, por los profesionales y por la sociedad, y se ve que hay proyectos de mucho interés y valor que a veces no se transmiten.

¿Y cuál es la solución?

Es necesario que las entidades del medio rural comuniquen más, municipios, comarcas... que se apoyen en profesionales y que planifiquen a medio y largo plazo en función de su propuesta de valor, de su riqueza, de sus singularidades y fortalezas. En el territorio, la inversión en comunicación es inversión en futuro. Muchas veces te encuentras con pequeños municipios que están acometiendo proyectos para la atracción de nuevos vecinos o empresas y no cuentan ni con una página web o es muy obsoleta. Y muchos otros, con patrimonio con un gran potencial turístico, dentro de itinerarios culturales o programas y contextos más amplios y reconocidos que no se están dando a conocer ni optimizando. También aquí la cooperación entre agentes locales e instituciones hay que decir que es esencial. Cuando un municipio, un territorio, es capaz de asentar su propia marca, de asociarse a unos determinados valores y proyectos, adquiere ventajas para la atracción no solo de turismo, si es ése el objetivo, también de inversión privada, de talento, de tejer alianzas estratégicas con empresas o instituciones...

¿Qué es lo que demandan organizaciones y asociaciones relacionadas con la cultura y el patrimonio del rural en Aragón? 

Siempre se demanda apoyo económico de entrada, y también institucional. Estamos hablando muchas veces de proyectos que surgen de asociaciones, o de municipios pequeños, de la suma de voluntades y de personas con mucha pasión. Pero los recursos sabemos que son limitados, y se incidió en la idea de que los fondos europeos en este momento pueden ser una buena oportunidad; hay que ver cómo y dónde pedir. En el caso de las ayudas públicas, se reivindicó también los escasos plazos de tiempo que hay para ejecutar los proyectos desde que se resuelve y se comunica la concesión.

Hablamos de cultura y despoblación, ¿qué relación pueden tener y cómo pueden ayudarse? 

La cultura es un elemento enriquecedor de la vida de las personas y de las comunidades, y el patrimonio cultural forma parte de nuestra historia y de nuestra identidad. Es evidente que asentar población en el territorio es uno de los grandes retos de nuestro tiempo y que crear empleo en las zonas en las que no hay empresas es muy complicado, sobre todo porque asentar población va a asociado a contar con determinados servicios e infraestructuras, y en eso vemos cómo se dejan la piel alcaldes y gestores locales todos los días. Pero hay experiencias que demuestran que el turismo creativo puede ser una vía para crear itinerarios alternativos de turismo sostenible y para fijar población.

¿Algunas experiencias?

En las jornadas se expusieron casos internacionales muy interesantes de cómo la cultura puede dar nueva vida a los pueblos. Roberto Ramos, documentalista especializado en cultura del CDAN habló por ejemplo de Carla-Bayle en Francia, un municipio de 750 habitantes donde se han instalado más de 20 galerías de arte, de la ciudad portuguesa de Covilhã, totalmente orientada a las artes, o de la bienal de arte y naturaleza de San Martino in Badia y sus acciones orientadas a la economía local.

¿Y en Aragón?

Por citar algunas solo acciones relacionadas con el patrimonio, a otra escala de las anteriormente mencionadas, me parece muy interesante el proyecto de Territorio Mudéjar por la asociación del territorio con la singularidad y el excelente patrimonio de los pueblos que abarca, o Tarazona Monumental. En la Comarca de la Hoya de Huesca, como fórmula de gestión, sencilla en sí misma, el programa de ‘Puertas Abiertas’ da respuesta al problema de los espacios cerrados que nos encontramos en el territorio. Con este programa se abren al público desde primavera hasta otoño 20 recursos muy singulares y de mucho valor, como la ermita de la Virgen de la Peña de Aniés, las iglesias de Agüero, San Miguel de Foces, el Monasterio de Casbas, etc... buscando crear flujos de visitantes en los pequeños pueblos. Menciono esta última porque en las jornadas se habló del tipo de visitante que va buscando sorprenderse, recorrer el medio rural para descubrir pequeñas joyas distintas a los lugares y monumentos más conocidos.

¿Cuál es el papel de Territorio Goya en Campo de Belchite?

Campo de Belchite es una de las comarcas más despobladas de Aragón y allí nació Francisco de Goya, y la asociación nació con la premisa de dinamizar la zona a partir de su legado, su figura y el desarrollo de proyectos culturales. En las jornadas se expusieron algunos como el de ESCENA, de espectáculos de artes escénicas, la intervención ‘Los ojos de la Guerra’ de Gervasio Sánchez en el Pueblo Viejo de Belchite o el proyecto del itinerario de reinterpretación de las Pinturas Negras de Goya por artistas contemporáneos con obras que se muestran ahora en cada uno de los pueblos de la comarca. Me parece reseñable destacar la presencia de expertos del Museo del Prado en estas jornadas, de que los grandes expertos en Goya vengan a la tierra de Goya. Pero hablar de Goya como maestro universal de la historia del arte, como personaje de nuestra identidad y como marca de territorio nos da para otra entrevista.