El presupuesto del Instituto Aragonés de la Mujer ha bajado un 22 % desde 2009

‘Hay que invertir en igualdad’, ‘en las mujeres’, ‘invertir para acabar con el machismo’. Soflamas repetidas por boca de muchos políticos de un tiempo a esta parte. Afirmaciones incontestables. Indudables. Que, sin embargo, no parecen haberse escuchado en el Gobierno de Aragón en los últimos años. De lo contrario, es difícil comprender que el presupuesto del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM) sea, en 2016, un 22,2 % más bajo que en 2009.

Y hay que darse con un canto en los dientes… Si el descenso no es más llamativo es porque, tanto en 2015 como en el año actual, la aportación creció: 2.571.665 euros en 2014; 3.180.941 en 2015, y 3.359.366 en 2016. El problema es que el montante no paró de bajar entre 2009 (4.323.189 euros) y 2014, cuando alcanzó su punto más bajo.

Es un decremento, además, que no entiende de colores políticos, ya que compete al PSOE (con Marcelino Iglesias al frente), que gobernó hasta 2011; y al PP (con Luisa Fernanda Rudi como presidenta), que hizo lo propio de 2011 a 2015. Las pérdidas más acusadas se produjeron en los presupuestos de 2012 (-444.952 euros, 12 %) y 2013 (-443.417, 13,9 %). En ambos casos con Ejecutivos populares.

“Ha habido gobiernos con más sensibilidad y otros con menos”, apunta la actual directora del IAM, Natalia Salvo, que accedió al cargo en julio del año pasado. Para ella, la igualdad hay que creérsela: “Solo con igualdad, una sociedad ya avanza. Está comprobado que los países con más igualdad son los que tienen mayores niveles de bienestar social. Es algo que beneficia a toda la sociedad, mujeres y hombres”.

La última subida, de un 5,6 %, es insuficiente para Salvo, que, no obstante, cree que se está haciendo “un esfuerzo importante para colocar los derechos sociales en el centro de la política”. De las cifras de años anteriores reconoce sin ambages que “han sido muy dañinas para las mujeres y más en un periodo de crisis en el que la feminización de la pobreza se acrecienta”.

El incremento presupuestario, explica Salvo, les ha permitido “aumentar la dotación para las casas de acogida, los contratos de acompañamiento o la formación en violencia de género en mujeres gitanas y discapacitadas”. Eso sí, tiene muy claro que “el importe se tiene que ir incrementando”.

Un 19 % menos para casas de acogida o acompañamiento familiar a víctimas de violencia

El presupuesto del IAM se divide en distintas partidas y se corresponde con el apartado de ‘Promoción de la Mujer’ de los presupuestos generales del Gobierno de Aragón. Una de estas, quizá la más importante, se denomina ‘Gastos en Bienes corrientes y servicios’.

El grueso de este capítulo, como explican desde el Instituto, se destina a financiar diferentes servicios que el IAM tiene contratados con entidades sociales y empresas: “Casa de acogida y centros de emergencia; asesorías jurídica, social, laboral y empresarial para mujeres; equipo de atención social integral (punto de coordinación de órdenes de protección); turno de guardia jurídica; turno de guardia social; asistencia psicológica a mujeres y sus hijos menores de edad; educador familiar para acompañamiento a mujeres víctimas de violencia; Servicio con Espacio (asistencia psicológica a hombres con problemas de control de la violencia), etcétera.

En 2016, la partida destinada a este capítulo es de 1.819.414 euros. Lo que supone un descenso del 19 % respecto a los 2.247.366 euros de 2009. Dice Salvo que hay que seguir apostando por las políticas de igualdad, pero que “estas deben ser trasversales y partir de todos los departamentos del Gobierno”.

El resto de capítulos estatuidos presupuestariamente son ‘Gastos de personal’ (de 1.003.108 euros en 2009 a 976.661 en 2014) donde se incluyen las nóminas y la Seguridad Social de los 22 empleados públicos de la plantilla del IAM en Zaragoza, Huesca y Teruel.

Las ‘Transferencias corrientes’ (de 1.471.966 euros a 558.991, nada menos que un 62 % menos), que corresponden a los convenios firmados con la Universidad de Zaragoza (90.000 euros); algunos ayuntamientos y comarcas para el mantenimiento de casas de acogida (64.800); las 32 comarcas para la prestación del servicio de asistencia psicológica a mujeres en el medio rural (253.491), y las ayudas económicas urgentes para mujeres víctimas de violencia con dificultades de inserción laboral (150.000).

Y, por último, las inversiones reales (de 16.232 euros a 5.000): se destina a las necesidades de mobiliario y equipos informáticos que precise la gestión del IAM.

La violencia machista

Como no podía ser de otra manera, la tragedia de la violencia machista preocupa, y mucho, en el IAM. Natalia Salvo apunta que, amén de toda la red de servicios y protección y de las medidas que están articulando en colaboración con Educación, lo más importante es “la prevención”. Y para ello es clave la igualdad: “Nos gusta ligar igualdad con violencia machista, porque esta es la máxima expresión de la desigualdad. La violencia machista es un problema social y se necesita una voz unánime para combatirla. No puede haber fisuras, como hay en la actualidad, por las que el maltratador encuentre impunidad”.