El Prismático es el blog de opinión de elDiario.es/aragon.
Las opiniones que aquí se expresan son las de quienes firman los artículos y no responden necesariamente a las de la redacción del diario.
Han pasado ya más cuatro meses desde las elecciones del terremoto político y parece que vamos abocados a unas nuevas elecciones porque el PSOE no quiere un Gobierno de cambio que sirva para resolver los problemas de la gente corriente. Algo que por otro lado no debería sorprendernos a la vista de las actuaciones de sus homólogos en diferentes países europeos, o más cerca, de sus concejales en el Ayuntamiento de Zaragoza, que no dudan en hacer piña con los otros miembros del tripartito de Panamá.
En esta tesitura es necesario superar al PSOE para que pueda haber un gobierno de cambio en España, un gobierno que resuelva el drama social, que limpie la corrupción y que trate con un poquito de sentido común la realidad plurinacional de nuestro país.
Tenemos un sistema electoral constituido por 52 circunscripciones para el Congreso de los Diputados y 59 al Senado. Estas últimas funcionan con un sistema de listas abiertas que en la práctica solo da representación a dos partidos por circunscripción. Solo así se explica que el PP, que en 2011 contó con el apoyo del 31 % del censo (es decir el 69 % no lo apoyó), haya gobernado con mayoría absoluta y absolutista. Los sistemas nunca los cambian aquellos que se ven beneficiados por ellos (los electorales tampoco). Así, a todos los que queremos cambiar esto, no nos queda otra que evitar la dispersión del voto para convertir los votos en escaños y los escaños en leyes al servicio de la mayoría. En el caso concreto de Aragón, si Podemos, IU y CHA hubiéramos ido juntos le habríamos quitado dos escaños al PP y un senador al PSOE y eso sin contar el más que posible efecto arrastre del voto útil.
En estos tiempos de cambio y en estas circunstancias se tiene que imponer la altura de miras por encima de intereses particulares y todos tendremos que ceder y actuar con generosidad en pro del bien común, del cambio político. Por ello los firmantes de este artículo, que fuimos cabezas de lista de Podemos al Senado por las provincias de Huesca y Zaragoza, desde ahora renunciamos a encabezar dichas listas para que esos puestos puedan ser ocupados en el marco de un acuerdo por compañeros y compañeras de IU o del aragonesismo de izquierdas de forma que en Aragón (y ojalá en todos los territorios) solo haya una papeleta del cambio.
Ante la inminencia de la convocatoria electoral tenemos que hacer esfuerzos para evitar que esos millones de votos que se quedaron huérfanos de representación el 20-D, vuelvan a quedar igual en estas próximas elecciones. Ojalá podamos copiar modelos como En Comù-Podem y En Marea en todos los territorios del Estado y que ningún voto del cambio se quede huérfano.
*Alfonso Alegre, cabeza de lista de Podemos al senado por la provincia Zaragoza
*Cristina Vallés, cabeza de lista de Podemos al senado por la provincia de Huesca