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Apenas hace dos semanas supimos que nuestra provincia de Teruel perdía 8,6 millones del llamado FITE. Para entender el porqué de esta pérdida, así como la importancia de la misma, deberíamos hablar antes un poco sobre qué es el FITE y qué pinta en el cabreo generalizado de los turolenses.
Para los laicos en la materia, el FITE o Fondo de Inversiones de Teruel es una bolsa de dinero que las administraciones central y autonómica otorgan año tras año a la provincia de Teruel con la intención de que ésta se desarrolle productivamente al nivel del resto de España. Es decir, se trata de una aportación económica en aras de la igualdad territorial
Si bien ningún partido es capaz de apostar públicamente por la desigualdad de la provincia, lo que éstos entienden por Teruel o por igualdad ya varía en gran medida. Como también es muy desigual la aplicación de este dinero que, recuerdo, debería servir para crear tejido productivo propio y hacer innecesaria la existencia de planes, limosnas y subvenciones como el FITE mismo y el MINER.
Sin embargo la existencia y necesidad de estos fondos se van enquistando en vez de desaparecer con el paso de los años, demostrando la inutilidad de sus actuaciones. Y es que en demasiadas ocasiones vemos como el FITE se usa con alegría para parchear constantemente los presupuestos de la comunidad destinados a Teruel, mantener estructuras (las nóminas de personal fijo para aliviar las cuentas de Ayuntamientos), pagar deudas (7 millones de euros en Motorland) y evitar cargar los gastos ordinarios de la provincia de Teruel en las cuentas de la comunidad (financiar servicios básicos de Ayuntamientos sin recursos). En fin, que solo 24 de los 60 millones de euros de este año se han destinado a “Proyectos estratégicos y singulares”. Proyectos que por otra parte son seleccionados sin ningún plan de futuro meditado y, por supuesto, sin tener en cuenta la existencia de otros fondos que actúan en el territorio sin coordinación ni lógica ninguna. A esto sumamos la falta de transparencia en las adjudicaciones y tenemos una chequera para los “jefes” de la provincia sin convocatoria pública ni plan ninguno.
Que nadie se lleve las manos a la cabeza que los de Podemos no estamos por la desaparición del FITE, sino por su uso racional. Nuestra propuesta es simple, sencilla y eficaz: este fondo ha de formar parte de una estrategia plurianual de desarrollo que cuente con todos los actores implicados (y no con los agraciados de los políticos de turno) persiguiendo objetivos concretos planificados.
Volviendo al tema del encabezado, viendo la pérdida de millones para Teruel, parece que algunos no han comprendido el resultado del ciclo electoral del 2015 y continúan anteponiendo sus intereses partidistas y electoralistas a los de la ciudadanía. Por lo visto, tanta experiencia en política les ha enseñado cómo saltarse todas las normas y plazos con la mayor de las naturalidades. Que el no cumplir las normas que ellos mismos nos otorgaron a todas las fuerzas políticas, y que defienden a capa y espada, de repente suponga un problema es tan inaudito para ellos, como ridículamente triste para la población.
Apenas hace dos semanas supimos que nuestra provincia de Teruel perdía 8,6 millones del llamado FITE. Para entender el porqué de esta pérdida, así como la importancia de la misma, deberíamos hablar antes un poco sobre qué es el FITE y qué pinta en el cabreo generalizado de los turolenses.
Para los laicos en la materia, el FITE o Fondo de Inversiones de Teruel es una bolsa de dinero que las administraciones central y autonómica otorgan año tras año a la provincia de Teruel con la intención de que ésta se desarrolle productivamente al nivel del resto de España. Es decir, se trata de una aportación económica en aras de la igualdad territorial