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¡Ya verás el día que se entere! Espero que cuando tenga 14 años, y con la terrible edad del pavo -“puede” que nos esté machacando la existencia- no utilice esto en nuestra contra. Pero ahora, que está a punto de cumplir 7 meses, aún no sabe que es de pueblo.
Digo que no lo sabe, porque por ahora cualquier niña de ciudad y ella han tenido la misma oferta y los mismos servicios.
Mi hija tiene pediatra y enfermera: unas grandes profesionales que la han atendido cuando hemos tenido que hacer revisiones o cuando ha estado mala. Incluso cuando ha estado un poco más mala y ha tenido que pasar algún rato en urgencias, hemos llegado con tiempo de sobra al hospital habiendo recibido las indicaciones y el tratamiento adecuado para poder llegar perfectamente. Esto siempre en tiempo récord (es lo que tiene que no haya muchos bebes por la zona) y con una atención muy cuidada.
También tiene guardería, que al estar subvencionada por un organismo oficial es mucho más barata que las de las ciudades. Además, como aquí el círculo familiar suele ser más cercano y los bebes tardan más en ser escolarizados, mi hija ha ido a un aula donde apenas había más bebes. Es decir, casi ha tenido atención individualizada por el mismo precio. Un lujo. Pero aún digo más, en el pueblo eres capaz de salir con tu bebe en brazos y dejárselo a la primera persona que encuentras en la calle (doy fe) sin tener ningún miedo a hacerlo y sabiendo que va a estar perfectamente atendido y cuidado (era un caso de urgencia, ¡pero haz eso en una ciudad!).
No hemos tenido ningún problema para acceder a productos de farmacia que ha necesitado para su alimentación o por motivo médico. Y puedo decir que, tirando de cercanía y amistad, ha habido incluso momentos en los que nos los han traído a casa sin tener que pedirlas por ninguna App rara.
Y, que vamos a decir ¡de la compra online! Esa increíble compra de cosas que en dos días (dependiendo de quién te lo traiga) tienes en tu casa. Así ha conseguido tener ropa, juegos, complementos varios de bebes y demás, ¡igual que una niña de su edad en cualquier parte del mundo! Y, atención, sin tener que pegarte la tarde dando vueltas en un centro comercial saturado.
Así que mi hija, a punto de cumplir 7 meses, aún no se ha enterado que es de pueblo. Y lo más increíble es que, lo más seguro, es que cumpla un año ¡sin que se entere!
¡Ya verás el día que se entere! Espero que cuando tenga 14 años, y con la terrible edad del pavo -“puede” que nos esté machacando la existencia- no utilice esto en nuestra contra. Pero ahora, que está a punto de cumplir 7 meses, aún no sabe que es de pueblo.
Digo que no lo sabe, porque por ahora cualquier niña de ciudad y ella han tenido la misma oferta y los mismos servicios.