Hay trabajo pero no hay gente que quiera trabajar. El Hospital Obispo Polanco de Teruel sufre la dolencia de los hospitales periféricos: las plazas sin cubrir porque no hay profesionales que quieran acudir a centros sanitarios pequeños donde se presupone peor material y menos posibilidades de desarrollarse profesionalmente. El hecho no es único ni nuevo, pero la realidad es que con el último movimiento del concurso de traslados, el 40 % de las vacantes que se ofertaban en el hospital de Teruel se quedó sin cubrir, y el Obispo Polanco se convirtió en el centro hospitalario de Aragón peor parado.
Esta falta de personal ya ha afectado a los pacientes, obligando a suspender operaciones por falta de anestesistas, lo que tiene un efecto directo en el aumento de las listas de espera. Y hay un notorio malestar entre los profesionales que sí que trabajan en el centro, porque estas carencias hacen que se enfrenten a situaciones increíbles, como, por ejemplo, la necesidad de estar 15 días del mes de guardia.
El Ejecutivo autonómico ha recurrido ahora a llamar a interinos para intentar cubrir esas plazas, 15 de las 36 que se ofertaban. Entre los servicios más afectados están el de Anestesiología, Traumatología, Radiología y Urología. Pero también hay situaciones difíciles, como la única plaza de Reumatología, en la que la persona que se tiene que incorporar está de baja por maternidad y es necesario buscar un profesional para apenas unos meses.
Además, el problema se convierte en “la pescadilla que se muerde la cola”, recalcan desde el sindicato de médicos CESM en Teruel: la situación en la que queda el servicio afectado, con la plantilla tan reducida, convierte la plaza en muy poco atractiva porque el trabajo y las guardias se multiplican.
El tratamiento para otros hospitales afectados, como el de Barbastro, Jaca o Alcañiz, puede ser el traslado de profesionales desde Zaragoza, pero en Teruel el problema se agrava porque está más lejos de la capital y las comunicaciones, por ejemplo por tren, no son operativas. Y como el Hospital Obispo Polanco es general, hay todavía más especialidades por cubrir, explican desde el sindicato.
Detrás de estos datos, añaden fuentes sindicales, hay razones personales y profesionales. Personales porque los médicos se forman en la especialidad en otras ciudades en las que se establecen con sus familias y luego no es fácil trasladarse; y profesionales porque, apuntan, piensan que el trabajo en los hospitales pequeños es “diferente porque no están dotados tecnológicamente como un hospital grande, que es cierto en ocasiones pero no siempre”, explican estas fuentes.
“Un destierro”
La situación podría mejorar, asegura el sindicato, con oposiciones y traslados “periódicos, frecuentes y ágiles”, porque si no, los médicos ven las estancias en estos hospitales periféricos “como un destierro”, ya que entre las oposiciones y la resolución administrativa pueden llegar a pasar 10 años.
Y ahora los sindicatos ponen también sobre la mesa los incentivos, tanto profesionales -dando mayor puntuación al trabajo en estos centros-, como económicos; “¿Cuánto más? No lo sabemos, tenemos claro que hay que actuar en el marco legal”.
Desde el Colegio de Médicos de Teruel suscriben también la propuesta de plantear incentivos económicos, pero el consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sebastián Celaya, dijo ya en sede parlamentaria que esta medida no se puede aplicar con la legislación actual. Además, el colegio también plantea convocar una oposición para las plazas de difícil cobertura, y elaborar la RPT (Relación de Puestos de Trabajo), tal y como ya está en Atención Primaria.
El nuevo hospital que nunca llega
El retraso en la construcción del nuevo hospital en la ciudad tampoco ayuda, porque el actual está a punto de cumplir 64 años y, a la espera del otro, “quizá no se invierte todo lo que se debería” en el Obispo Polanco, piensan las mismas fuentes. Son “soluciones a medio o largo plazo” a un problema crónico que, en opinión del sindicato de médicos, se agudizó tras las transferencias de las competencias de Sanidad al Gobierno de Aragón.
Y el debate salta a la arena política con cruce de acusaciones. Mientras el PP dice que el Ejecutivo ofrece “contratos de mala calidad” a los profesionales, los socialistas le responden que fue el Partido Popular en el Gobierno de Aragón el que agravó el problema con los recortes en Sanidad.