Tras elevar la calzada a la altura de la acera en tres calles del centro histórico de la ciudad, Espoz y Mina, Trinidad y Don Jaime I; Zaragoza en Común (partido de gobierno en la anterior legislatura) anunció un plan de cota cero que intervendría en 40 calles del Casco (y después llegaría a los barrios) con una inversión aproximada de 6 millones de euros.
No hubo tiempo para actuar en más de cuatro vías (siete si se suman las tres anteriores): Santa Isabel, San Braulio, Miguel Molino y Santo Dominguito de Val. Y, de momento, ahí se va a quedar este proyecto de pacificación del tráfico en el centro de Zaragoza, ya que el nuevo equipo de gobierno (formado por PP y Ciudadanos) ha decidido paralizarlo.
En su momento, el entonces alcalde, Pedro Santisteve, aseguró que así se daba respuesta “a un modelo de ciudad basado en la accesibilidad plena, pensando en los colectivos de personas con discapacidad visual, con movilidad reducida y mayores”. También el consejero de Urbanismo en los pasados cuatro años, Pablo Muñoz, relataba las bondades de este plan que haría el centro más “turístico, accesible, disfrutable y ciudadano”.
Estudio previo y consenso con los vecinos
Desde el PP apuntan que se ha tomado la decisión de cancelar el plan para pasar a una fase de estudio y ver “dónde es necesario y dónde no”. También se analizará, explican, “si, además de rellenar con hormigón, esas calles necesitan otro tipo de intervención, por ejemplo, en cuanto a iluminación, mobiliario urbano, aceras…”
Apuntan, además, que se tratará de buscar el consenso de todos los vecinos y ponen el foco en cómo se va a pagar: antes, dicen, “se estaba pagando con cargo a la partida de mantenimiento de aceras, por lo que ese dinero se estaba detrayendo de las partidas para mantener en buen estado las aceras del resto de la ciudad”.