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El socialista Lambán repite como presidente de Aragón en un gobierno con Podemos, PAR y CHA

No hubo sorpresas. Javier Lambán (PSOE) repetirá como presidente de Aragón tras superar la mayoría absoluta (establecida en 34 diputados) gracias a los 24 de su partido, los cinco de Podemos, los tres de Chunta Aragonesista (CHA), otros tres del Partido Aragonés (PAR) y uno de IU.

El socialista encabezará un gobierno cuatripartito en el que Podemos, PAR y CHA tendrán una consejería cada uno. Todo apunta a que Arturo Aliaga (PAR) será vicepresidente y consejero de Industria; Maru Díaz (Podemos) llevará la cartera de Universidad –los morados también dirigirán el Instituto Aragonés de la Mujer– y José Luis Soro (CHA) continuará al frente de Vertebración del Territorio.

Más de dos meses después de las elecciones, y tras momentos de máxima lejanía entre PSOE y Podemos, la votación que se acaba de registrar en las Cortes de Aragón certifica una entente alcanzada en las últimas dos semanas bajo la más absoluta discreción. La línea roja del PAR acerca de no compartir Consejo de Gobierno con los morados desapareció y las conversaciones comenzaron a fluir, celebrándose varias reuniones entre las cuatro fuerzas.

El próximo sábado, Javier Lambán tomará, de nuevo, posesión como presidente de Aragón. Se prevé que el lunes desvele finalmente las áreas y los nombres que formarán el futuro Ejecutivo y se estima para el martes la toma de posesión de los consejeros y consejeras.

Heterogéneo en ideologías, homogéneo en objetivos

La extraña mezcla que ha evitado una repetición electoral, con formaciones de diversas ideologías, es, a la vez, una de las mayores fortalezas del Gobierno (para Lambán) y la principal debilidad (para la oposición).

En su discurso de investidura, el ya presidente señaló que el acuerdo firmado, “a pesar de estar suscrito por 33 diputados de izquierdas, no puede dar lugar a un gobierno de izquierdas, sino a un gobierno instalado en la centralidad y en la moderación, aunque compatible con un ambicioso programa de políticas y de reformas progresistas perfectamente asumidas por el PAR”.

Lambán ensalzó “la generosidad e integridad política” de las fuerzas que le acompañan en este Gobierno “heterogéneo desde el punto de vista ideológico, pero homogéneo en torno a la defensa del Estatuto, la construcción de Aragón como proyecto común y la decisión de trabajar para superar la crisis social y política que vive el país. Son causas y bienes políticos los que nos unen, lo cual convierte a la heterogeneidad en un valor y no en una carga”.

“Pacto del sillón”

Antes de la votación, llegó el turno de que todos los partidos representados en las Cortes de Aragón dieran su versión de los hechos en el Debate de Investidura. Y las tres formaciones que no han apoyado a Lambán (PP, Ciudadanos y Vox) asentaron sobre esa heteregoneidad ideológica sus principales argumentos de crítica.

El más beligerante fue el presidente del PP, Luis María Beamonte, que calificó el acuerdo como “pacto del sillón, amalgama de partidos antagónicos, pacto de trileros, de la vergüenza o pacto esquizofrénico”. “Este pacto representa la alianza más oscura y turbia que ha tenido jamás esta comunidad autónoma”, dijo.

El candidato de Ciudadanos, Daniel Pérez Calvo, que el día anterior calificó al Ejecutivo de “jarrón chino formado por piezas pegadas con cola y con riesgo de desmoronarse”, apuntó que ni siquiera Lambán “sabe cómo va a conciliar sensibilidades políticas tan dispares”. En su opinión, se inicia una “incierta aventura más atravesada que transversal”.