A Ramiro Domínguez se le inflama la yugular cuando cuestiona con vehemencia la estrategia de su partido, Ciudadanos, en las pasadas elecciones autonómicas catalanas y en la fracasada moción de censura de Murcia. Esa misma vena que exige a los dirigentes naranjas que se lancen a morder sin contemplaciones cuando el PP hace suyas determinadas reivindicaciones tradicionales de Ciudadanos, como la lucha contra el nacionalismo, o la defensa de la libertad. “Se han apropiado de banderas de Ciudadanos y debemos salir a morder a la yugular, no puede existir la moderación”, afirma en declaraciones a elDiario.es Aragón el hasta el martes pasado secretario de Organización de Ciudadanos en Aragón.
El anuncio de la marcha de Domínguez ha destapado de nuevo la caja de los truenos, si es que alguna vez ha estado cerrada, en un partido en permanente convulsión interna fruto de las sucesivas derrotas sufridas en las urnas. Todavía el partido de Inés Arrimadas se está empleando a fondo en achicar agua tras la debacle madrileña y se ha visto sobresaltado ahora con la baja de Domínguez al frente de la Secretaría de Organización de Ciudadanos en Aragón, cargo que ha desempeñado en los últimos seis años. Ayer, se desconocía quién va a ser su sustituto.
Seguirá de diputado
La dimisión de Domínguez, quien sin embargo no deja la militancia en el partido naranja ni tampoco abandona su escaño en las Cortes, en donde ocupa el cargo de vicepresidente segundo de la Cámara, no ha sorprendido sin embargo en su grupo parlamentario. De hecho, ya renunció a su cargo orgánico en febrero tras la llegada de Arrimadas, pero siguió en el puesto porque así se lo pidieron en “siete u ocho veces”. Ha decidido que ahora es el momento de materializar su renuncia. Asegura que su marcha es fruto del “cansancio” de haber realizado “miles de kilómetros” por el territorio en los últimos años y es momento de “nuevas caras”,
Domínguez desvincula su marcha de la debacle electoral del 4-M. No obstante, se muestra muy crítico con algunas decisiones de su partido en la fracasada moción de censura que negoció con el PSOE para desbancar al PP y que desencadenó la convocatoria anticipada de elecciones en Madrid. “Lo de Murcia se podía haber hecho de otra forma. Yo estoy de acuerdo con la presentación de la moción de censura, pero se tenía que haber explicado mejor a la opinión pública.” También critica la campaña electoral de Ciudadanos en las pasadas elecciones catalanas: “Se hizo en hoteles, alejada de la militancia y de la calle”. No se va por el declive electoral de Ciudadanos ni por las decisiones adoptadas por el partido en Aragón, recalca. “Me he sentido muy cómodo en Ciudadanos, porque es el partido de la libertad. No me arrepiento, por ejemplo, de haber votado a favor de los presupuestos de Aragón”.
Domínguez accedió a la Secretaría de Organización en enero de 2016, y cinco años después subraya que deja el cargo con el mismo número de afiliados: 800, “aunque llegamos a un máximo de casi 1.400”. Su marcha se añade a la del exdiputado Rodrigo Gómez, que ha dejado su puesto en el comité autonómico por “motivos personales” y ha sido sustituido esta semana por el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Víctor Serrano.