El presidente de Aragón: “El PSOE liderará la oposición y que ninguna otra fuerza piense que lo va a poder hacer”
Como era de prever, la esperada decisión del Comité Federal del PSOE de abstenerse y permitir gobernar a Rajoy ha provocado reacciones inmediatas. El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha sido el primero en salir para justificar el apoyo de la delegación socialista aragonesa a la abstención.
En una declaración repleta de dardos a Podemos (su segunda frase ha sido “Podemos es el responsable de que Mariano Rajoy sea presidente”), el máximo mandatario del Ejecutivo aragonés ha dejado claro que el PSOE no le da el Gobierno al PP, sino que se lo dan los ciudadanos y Ciudadanos (el partido): “El PSOE no vota ‘sí’ a Rajoy, a diferencia de Podemos que si votó, de la mano del PP, 'no' a Pedro Sánchez”.
Lo que se decidió este domingo en el Comité Federal, ha dicho, “fue no impedir que forme gobierno el único partido que puede hacerlo”. Ha reiterado que no han pactado con el PP y que lo que harán será liderar la oposición (con aviso a navegantes incluido): “El PSOE liderará la oposición y que ninguna otra fuerza piense que lo va a hacer”.
Pero no siempre estarán enfrente, en el asunto de Cataluña, “el mayor problema que tiene España” según Lambán, “el PSOE se pondrá a disposición del Gobierno”.
Son tres las principales razones que les han llevado a optar por una abstención. En primer lugar desatascar la situación, demostrando así que son “el partido político que más responsabilidad de Estado tiene”.
El segundo motivo trajo otro dardo anejo: “No se puede estar en un régimen de campaña electoral permanente. Repetir las elecciones porque los resultados no gustan a los elegidos, es algo que les parecerá bien a quienes no comparten el sistema constitucional del 78, pero nos incomoda a los que sí estamos conformes con él, aunque queramos reformarlo, mejorarlo y modernizarlo”.
Y la tercera causa esgrimida -“la menos patriótica”- es que unas terceras elecciones hubieran sido “un pésimo negocio político y electoral para el PSOE”.
Ha recordado Lambán que no es la primera vez que su partido recurre “a pactos con fuerzas del otro extremo del arco ideológico para formar o permitir gobiernos”, poniendo como ejemplo que Patxi López fue lehendakari con el voto a favor del PP, o cuando Artur Mas presidió la Generalitat gracias a la abstención del PSC.
Militantes y electorado
“Rotundamente, no”. Sin ambages ha contestado el presidente a la pregunta de si tenían que haber consultado con la militancia. Ha puesto sobre la mesa el hecho de que “la decisión del anterior Comité Federal tampoco se sometió a consulta” y ha defendido que el PSOE es un partido inserto en la democracia representativa imperante en Europa, que no ha importado “el modelo latinoamericano de democracia directa, que produce caudillismos y ejercicios de poder autoritarios”. Y por si acaso a alguien se le ocurría entender esto último como otro mensaje infecto, ha dejado claro que “en España nadie funciona en esos términos”.
No ha ocultado Lambán, sin embargo, que habrá militantes y votantes que no entiendan la decisión, por ello, ha señalado, tendrán que hacer “un esfuerzo ímprobo para convencerles de que el PSOE ha hecho lo correcto”.
Cree que han “mareado la perdiz, equivocado el discurso y envenenado a los militantes con expectativas y dilemas falsos” y que el debate sobre la abstención deberían haberlo tenido “inmediatamente después de las segundas elecciones”. Antes no, “porque había una posibilidad de gobierno alternativo que Podemos abortó”.
Podemos
Y también ha tenido palabras directas para Podemos (más allá de las explícitas insinuaciones que trufaron todo su discurso).
Sobre las “consecuencias” de las que habló Echenique si el PSOE finalmente se abstenía, Lambán ha señalado que no cree que el secretario general de los morados en la Comunidad “vaya a hacer nada en contra de su electorado”. “Si Echenique piensa en los aragoneses mantendrá su colaboración, porque aquí sí da, y se están haciendo políticas de izquierdas”.
No le ha sentado nada bien al presidente (y no es la primera vez que lo demuestra) que desde Podemos se haya valorado la actuación de los socialistas y, una vez más, se lo ha hecho saber: “Podemos no tiene ninguna legitimidad para reprocharnos lo que hacemos, si quieren ser una fuerza democrática del S. XXI no deberían meterse en los debates de los demás”. “Esa es mi creencia”, ha dicho, “por eso no entro en el debate interno de Podemos, que es descarnado”.