Un cartel en el que dice que se encuentra en la plaza de España de Zaragoza “cumplimiento con la orden de alejamiento sobre el delegado del Gobierno en Aragón” es lo que acompaña desde hoy a Antonio Aramayona en su nuevo lugar de protesta. Este “perroflauta motorizado”, como él mismo se define en su diario, declaró el pasado viernes, 12 de junio, en el Juzgado de Instrucción número 2 de Zaragoza, después de haber sido detenido tras las tres querellas presentadas por el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde. La jueza dictó una orden de alejamiento de 200 metros respecto al domicilio, lugar de trabajo y cualquier otro en el que se halle Alcalde.
Lejos de rendirse, Aramayona ha decidido apostarse cada mañana en la plaza de España, respetando así la orden dictada en el Juzgado. Asegura que, cuando tomó la decisión de estar “en la vía pública en las inmediaciones del portal”, ya sabía que podría traer consecuencias, sin embargo, se muestra muy sorprendido por la decisión de la magistrada.
Siguiendo una “lógica racional”, dice, “no me explico que me alejen”. Apunta que le están privando de estar en todo el Casco Histórico de Zaragoza, lo que implica que le impiden realizar una serie de actividades que nada tienen que ver con el delegado del Gobierno. Como ejemplo, Aramayona señala que estaba invitado, el próximo 27 de junio, a dar una charla en la sede de Izquierda Unida (IU), sita en la calle Mayor, y que no podrá ir.