La comunidad de Aragón pasa de un nivel 3 agravado a un nivel 3 de alerta sanitaria, lo que supone la eliminación de los confinamientos perimetrales a partir del día 21 y la flexibilización del uso de los espacios públicos. La consejera de Sanidad, Sira Repollés, ha explicado que su departamento no ve ningún problema a la práctica del deporte de nieve: “el esquí no comporta mayor riesgo para la trasmisión del covid, las limitaciones a la práctica deportiva de este deporte estarán marcadas por el cumplimiento de las medidas en vigor: grupos de seis personas, las limitaciones a la hostelería, el cierre de ocio nocturno y las medidas respecto a los establecimientos comerciales que rigen en toda la comunidad”.
Por su parte, Javier Lambán ha recalcado que la apertura de las estaciones de esquí no es viable económicamente, al no venir esquiadores de otras comunidades, pero que se ha tomado la decisión para mantener la actividad económica de los valles que dependen de esta actividad.
Aramón ya anunció ayer su intención de abrir las pistas de Formigal, Cerler y Valdelinares el próximo 23 de diciembre si se eliminaban los confinamientos regionales. Así lo acordaron los socios de Aramón --Gobierno de Aragón e Ibercaja-- en la reunión celebrada este viernes. Con el respaldo sanitario manifestado a la actividad del esquí y los protocolos trabajados en el seno de ATUDEM para garantizar la seguridad, la voluntad es encontrar el equilibrio entre las limitaciones provocadas por la situación sanitaria y el empuje al pulso económico del territorio.
Desde el grupo Aramón se ha considerado que en estos momentos “difíciles” la responsabilidad sanitaria tiene que venir acompañada de la social. Asimismo, ha deseado que la decisión ayude al dinamismo territorial y ha confiado en el control adecuado de la movilidad territorial que, en su caso, marquen las normativas.