Huesca se prepara para el desembarco del cuartel Sancho Ramírez: impulso para las empresas y estímulo para el barrio

El cierre del cuartel Sancho Ramírez sumió a finales de 2016 en la incertidumbre a Huesca y a los vecinos del barrio donde se asentaba. Casi cuatro años después ya hay fecha para su reapertura, y por todo lo alto. Será en junio de 2020 y casi se triplicará su capacidad anterior: de 250 militares a unos 700. El motivo, la instalación allí de la División Castillejos del Ejército de Tierra. La entonces ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, realizó el anuncio en 2017. Había justificado su clausura por motivos de “ahorro y eficacia organizativa”.

En todo caso, el mantenimiento del cuartel costaba unos 700.000 euros al año y esta cantidad se multiplicará ahora. La Castillejos se encontraba en el acuartelamiento Teniente Muñoz Castellanos, en Madrid, y le acompañarán a las capital oscense las dos unidades ubicadas en el mismo lugar: Batallón de Cuartel General y Batallón de Transmisiones II/1. Ya se ha vallado el acceso al edificio destinado al almacenamiento del material y ya ha comenzado la llegada de las empresas que realizarán las obras “conforme a los plazos previstos”, según el Ministerio de Defensa.

El batallón general de unidad de Huesca, compuesto por un general y un equipo de unos 60 profesionales, dirigirá a entre 6.000 y 8.000 militares de toda España que se desplegarán por todo el mundo. Al cuartel general de la División Castillejos le corresponde el mando orgánico de las brigadas Rey Alfonso XIII de la Legión, Almogávares VI de Paracaidistas y Galicia VII así como el batallón del cuartel general de la Castillejos.

Unas obras de 15 millones de euros

El que se instale en Huesca será el segundo cuartel general de España tras el que se halla en Burgos. Defensa loa las condiciones de Huesca, con “unas instalaciones renovadas, puesto que aunque las obras se están llevando a cabo en los cimientos del cuartel Sancho Ramírez, se han realizado inversiones para la rehabilitación y ampliación del mismo”. Tanto los lugares de trabajo y las instalaciones de uso común y ocio como los comedores y zonas deportivas están casi preparados para albergar al personal que se mudará el año que viene.

Cada uno de los sectores contará con diferentes espacios para el jefe de la compañía, oficinas de la compañía y oficinas técnicas, además de sala de reuniones con capacidad para 15 personas, sala de oficiales y sala de suboficiales. Las obras se iniciaron en enero de 2018 y tendrán un coste de más de 15 millones de euros. Se han licitado las obras de construcción de una guardería y los trabajos de rehabilitación de la Residencia Logística Militar de Plaza, ubicada en el paseo Ramón y Cajal.

El tejido empresarial de la provincia también se mueve al ritmo del acuartelamiento. Hasta la fecha se han sacado a concurso más de 40 obras secundarias. Seis empresas de la provincia de Huesca trabajan para Defensa en distintas tareas contratadas entre Huesca, Binéfar, Fraga y Monzón. Otro aspecto que afecta al acuartelamiento es el acceso a la base de datos Sapromil, donde se hallan disponibles los currículum de militares profesionales que se desvinculan de las Fuerzas Armadas. El sistema canaliza el ingreso en el ámbito laboral civil para las empresas, y cuenta con 9.415 candidatos y 126 firmas de diferentes sectores.

El alcalde de Huesca, Luis Felipe, ha reiterado durante estos meses que no ha tratado de “patrimonializar el asunto del cuarte”, y que siempre ha reconocido a quienes ayudaron para la reapertura, “la senadora socialista Begoña Nasarre y el popular Roberto Bermúdez de Castro, entonces secretario de Estado para las Administraciones Territoriales”. Ha sido necesario ampliar la superficie del cuartel con unos terrenos colindantes que el Ayuntamiento de Huesca ha cedido al Ministerio de Defensa en estrecha colaboración con el Gobierno de Aragón para “volver a colocar a Huesca en el mapa de la defensa nacional. Supone una oportunidad de desarrollo, de empleo y de innovación y conocimiento, porque este cuartel está enmarcado en la modernización de las Fuerzas Armadas”.

A su vez, el Gobierno de Aragón está comprometido con la capital oscense con medidas como el levantamiento del nuevo centro de salud del barrio del Perpetuo Socorro, donde se ubica el cuartel, y mejoras educativas en el colegio Pío XII, entre otras. También se trabaja con otros sectores con el objetivo de que “la ciudad esté preparada para acoger a los nuevos vecinos de la mejor forma posible y aprovechar esta gran oportunidad para Huesca, cuya población puede crecer en torno a un cinco por ciento”, añade Felipe.