Los nitratos del ganado y la agricultura infestan el agua de boca de más de veinte pueblos en Aragón
La huella de Tocilandia es cada vez más intensa en el medio hídrico aragonés, en el que está generando procesos de deterioro que comienzan a afectar a la vida de las personas y a la prestación de servicios públicos como el abastecimiento de agua potable, con efectos que a menudo se dejan sentir lejos de los núcleos de mayor concentración de la actividad ganadera.
Un informe de Ecologistas en Acción titulado “Estudio del contenido en nitratos de las aguas de consumo humano”, y basado en datos del Ministerio de Sanidad procedentes de los trabajos de control de las redes que llevan a cabo los farmacéuticos locales, revela cómo el año pasado la presencia de nitratos superó los niveles de salubridad en las redes de abastecimiento de agua potable de un total de 22 poblaciones aragonesas, entre ellos la ciudad de Teruel, donde esos episodios llegaron a darse en tres ocasiones pese a la escasa actividad ganadera que se da en ella.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) establece en 50 miligramos por litro (mg/l) la presencia tolerable de nitratos en el agua potable “con el objetivo de prevenir el efecto tóxico a corto plazo”, que se manifiesta básicamente de tres formas.
Una consiste en generar nitritos susceptibles de provocar metahemoglobinemia, una dolencia que reduce y puede llegar a impedir el transporte de oxígeno por la sangre y que se da principalmente en los lactantes menores de 6 meses, y de causar la aparición de un compuesto carcinógeno llamado nitrosamina, riesgos a los que se añade una tercera posibilidad como la de dar lugar a compuestos N-nitrosos, cuya actividad “se asocia con malformaciones congénitas”.
Positivos en pueblos sin ganado en Huesca
En el caso de Teruel ciudad, el pico máximo detectado alcanzó los 59, solo superior a los 54 de Ariño en esa provincia, en la que hubo también dos positivos en Bueña con un tope de 67, cuatro en Lidón con uno de 70 y otro en Forniche Alto con 81.
En ninguno de esos municipios hay ganado porcino, aunque Forniche y Teruel sí suman un millar de terneros y vacas y algo más de 26.000 corderos y ovejas (20.000 de ellos en la capital) con Bueña y Lidón.
Los registros son más inquietantes en Huesca, donde Chimillas y Loscorrales registraron sendos tríos de positivos con máximos de 170 miligramos por litro que triplican los valores oficialmente tolerables mientras el cercano Alerre tenía dos picos, el mayor de ellos de 101. Se trata de tres localidades carentes de cabaña ganadera.
No ocurre lo mismo en La Sotonera, también en la comarca de La Hoya, donde fueron detectados hasta ocho positivos por presencia de nitratos, el mayor de ellos de 165, y en Estopiñán del Castillo, en la zona sur de Ribagorza, el primero con más de 27.000 tocinos, de 6.000 corderos y de 1.000 novillos en su término, cifras que el segundo supera con 34.000, 650 y 2.400, lo que arroja una presión ganadera de 311 reses por vecino.
Una tónica que se repite en Zaragoza
Esa tónica, la del exceso de nitratos en lugares carentes de cabaña ganadera, es la norma en Zaragoza, ya que se da en ocho de los doce municipios en cuyas redes de distribución de agua potable se detectó exceso de nitratos.
Ocurrió en Castejón de Alarba, en el área de Daroca, donde los límites fueron rebasados en siete ocasiones, en una de ellas para llegar a 295 mg/l, y también en Abanto, con tres positivos y un pico de 53, en Aldehuela de Liestos (1 y 67), en Atea (1 y 57), en Belmonte de Gracián (1 y 50), en Bordalba (2 y 51), en Cabolafuente (2 y 58) y en Velilla de Jiloca (1 y 50).
La presencia de ganado, por otro lado, es reducida en las cuatro localidades que completan la lista de las zaragozanas en cuya red de agua potable se ha producido una presencia excesiva de nitratos.
Así, los dos positivos de Cetina con un máximo de 53 llegaron con un censo ganadero local de 2.014 corderos y ovejas, los cuatro (82) de Torrehermosa coinciden con la presencia de 168 cabezas de bovino en su término, Villarroya del Campo (52,7) tuvo su única alerta con 1.545 de ovino y caprino y la de Sos del Rey Católico con una cabaña total de 1.097 animales de estas últimas especies y 1.944 de vacas y terneros.
Uno de cada nueve pueblos afectados está en Aragón
Los 22 municipios aragoneses en los que se registraron positivos por exceso de nitratos en la red de suministro de agua potable, algo que sucedió en un total de hasta 55 ocasiones, suponen uno de cada nueve (11,1%) de los 197 en los que eso ocurrió en el conjunto del Estado.
Resulta una cifra únicamente inferior a la de 26 registrada en la Comunitat Valenciana, a la de 35 de Castilla-La Mancha o a la de 66 de Castilla y León, tres de las comunidades en las que también se está produciendo un despliegue intenso de la ganadería industrial.
“Los datos proporcionados por el Ministerio de Salud determinan que, al menos, un total de 1.016.359 personas en España se vieron afectados por episodios de contaminación por nitratos en su agua potable, aproximadamente el 2 % de la población”, recoge el informe, que destaca que “lamentablemente se trata de datos parciales”, ya que “los nitratos solo fueron controlados en 2021 en el 62,8 % de las zonas de abastecimiento, en el 12,4 % de las infraestructuras y en el 11,4 % de los puntos de muestreo”.
“La parcialidad de la información hace posible suponer que el número de municipios afectados es superior a los 197 que hemos identificado a partir de los datos suministrados”, señala la organización ecologista, que ha solicitado al Miteco (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) la adopción de “las medidas necesarias para corregir la actual situación, que pasan necesariamente por frenar la implantación de nuevas explotaciones ganaderas intensivas, así como la expansión del regadío, limitando también el uso de abonos nitrogenados en los regadíos existentes”.
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