Arsenio Escolar es periodista y escritor. Con sus 'Crónicas lingüísticas del poder' –información, análisis y opinión de primera mano–, entrará semanalmente en elDiario.es en los detalles del poder político, económico, social... y de sus protagonistas. Con especial atención al lenguaje y al léxico de la política.
Soraya gana el Congreso del PP cuatro años después
“Feijóo no tiene ni capacidad de liderazgo ni equipo ni proyecto ni estrategia”, comentaba en privado un dirigente socialista hace apenas dos semanas, haciendo balance del último trimestre de 2022. El líder del Partido Popular ha vuelto de la pausa navideña con novedades en el equipo: incorpora a la dirección y a la campaña electoral (comicios locales en toda España y autonómicos en doce comunidades el 28 de mayo próximo y generales previsiblemente a finales de año) a Íñigo de la Serna, exalcalde de Santander y ex ministro de Fomento, y a Borja Sémper, exportavoz del partido en el Parlamento Vasco. El primero será el coordinador del programa electoral y el segundo será el portavoz del partido en la campaña. Ambos tienen perfiles moderados y lucen maneras muy alejadas de las de los más asilvestrados de la dirección popular.
Los nombramientos han gustado, por lo general, en la derecha mediática –hay entusiastas que con este simple paso dan por arrebatado al PSOE el centro político y hasta la bandera de la socialdemocracia– y a la vez han provocado algunas tensiones internas en el partido. “Cuatro años después, Soraya ha ganado el Congreso de 2018”, comenta un miembro de la dirección popular, en referencia a Soraya Sáenz de Santamaría, que en julio de 2018 compitió con Pablo Casado –ganador final– y con María Dolores de Cospedal por el liderazgo del PP tras la caída de Mariano Rajoy. “Pero no ha sido Soraya quien ha movido ahora los hilos; a Feijóo, el equipo se lo está haciendo Mariano”, en referencia a Rajoy.
El malestar interno que menciona esta fuente estaría radicado entre algunos miembros de las direcciones parlamentarias y en la de algunos territorios. Muchas de las miradas se han puesto en Cuca Gamarra, portavoz en el Congreso de los Diputados durante parte del mandato de Casado y a la que Feijóo no solo ha mantenido en ese cargo interno sino que además le ha añadido el de secretaria general de la formación conservadora. El mismo día en que se conocía el nombramiento de Sémper y se vendía como una señal de moderación que Feijóo enviaba a la militancia y al conjunto de la opinión pública, Gamarra oscurecía el mensaje con su exabrupto tuitero contra Pedro Sánchez a propósito de los asaltos a las sedes de los tres poderes del Estado en Brasil: “Contigo, en España esto ahora es un simple desorden público…”.
Cuca fue sorayista y tiene buena relación con el recién incorporado Iñigo de la Serna, pero quizás se esté viendo a sí misma algo desplazada con los recientes nombramientos. Algunos de sus cercanos la ven nerviosa, reclamando más foco mediático. Ponen de ejemplo de ello una reciente entrevista en Estado de Alarma TV, visita a la sede de este medio incluida.
Las novedades en el equipo de Feijóo –al que aún se podría incorporar en breve algún otro exsorayista– han coincidido con un deterioro del PSOE en las últimas encuestas, probablemente por el desgaste ante su electorado natural por la reforma del Código Penal en lo que dispone sobre la sedición y la malversación. En el PSOE dicen que lo esperaban, que sabían que corrían ese riesgo. Quizás confiaban en que, una vez en vigor la reforma penal, lograrían que la atención pública se centrara en otros asuntos, especialmente en los éxitos de gestión económica y social del Gobierno de coalición, pero lo cierto es que las peticiones de distintos condenados del procés de que se revisen a la baja sus penas, incluso con su absolución, van a hacer que la polémica reforma figure aún durante muchos días en los titulares de prensa.
A menos de veinte semanas de los comicios del 28M, ni en PP ni en PSOE se aventuran a hacer pronósticos contundentes. Los primeros piensan que retendrán los gobiernos autonómicos y los de las principales alcaldías que ahora tienen y que pueden aspirar –con la ayuda de Vox, siempre con la ayuda de Vox –a arrebatárselo a los socialistas en Castilla-La Mancha, Extremadura, La Rioja e incluso Comunitat Valenciana. En el PSOE, por el contrario, se muestran convencidos de que retendrán esas plazas y que tienen posibilidades de disputar Madrid, ciudad y comunidad, ambos ahora feudos del PP. Aciertos y errores de la precampaña y de la campaña van a inclinar a un lado o a otro la balanza del poder por muy pequeño margen en muchos de los gobiernos en juego.
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Arsenio Escolar es periodista y escritor. Con sus 'Crónicas lingüísticas del poder' –información, análisis y opinión de primera mano–, entrará semanalmente en elDiario.es en los detalles del poder político, económico, social... y de sus protagonistas. Con especial atención al lenguaje y al léxico de la política.
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