Foro, PP y Vox rechazan retirar el monumento fascista a los llamados por el franquismo 'Héroes del Simancas'
El Pleno del Ayuntamiento de Gijón/Xixón ha rechazado eliminar o resignificar la fachada del Colegio de la Inmaculada, propiedad de la Compañía de Jesús, en la que se erige un monumento fascista levantado en 1958 en honor a los denominados por el franquismo como los 'Héroes de Simancas'.
Fue precisamente ése el lugar elegido por un grupo de personas el pasado 28 de junio, para organizar una manifestación fascista, a plena luz del día, en la que se cantó el Cara al Sol, mientras levantaban el brazo y proferían 'vivas' al fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, ante la perplejidad de quienes pasaban en aquel momento por esa vía gijonesa.
Hacía muchos años que en Gijón no se producía semejante acto de exaltación del franquismo y, pese a que la fachada del citado colegio ya había sido motivo de consulta en otras ocasiones por posibles incumplimientos de las leyes de memoria democrática, fue precisamente este último acto el que desencadenó en primer lugar, la petición de la Federación Memoria y República, publicada el pasado 27 de julio por elDiario.es Asturias, y posteriormente, la iniciativa plenaria presentada conjuntamente por Izquierda Unida y Podemos.
Las dos formaciones políticas de la bancada de la izquierda solicitaban en su proposición plenaria que el Pleno del Ayuntamiento de Xixón condenara el acto de exaltación franquista del pasado 28 de junio y mostrara su compromiso con la promoción de la verdad, la justicia, la reparación en torno a las que se articulan las leyes de memoria democrática en nuestro país.
Asimismo pedían al gobierno local que mantuviese la correcta conservación de los lugares, monumentos, placas y demás elementos de la memoria democrática del concejo, y que realizase una labor divulgativa para su conocimiento y difusión.
Pero también instaban al gobierno local a que iniciara el procedimiento dispuesto en el artículo 48 de la Ley 1/2019 para la Recuperación de la Memoria Democrática en el Principado de Asturias, con el objeto de proceder a la retirada del símbolo franquista.
Y fue precisamente este punto de la proposición el que generó mayor controversia entre los grupos políticos que pusieron sobre la mesa, dentro de sus argumentarios, si las competencias para acometer esta resignificación eran locales o regionales, e incluso, si la citada fachada estaba o no protegida de manera integral por el Catálogo Urbanístico de la ciudad.
La ultraderecha aseguró desde el inicio de su intervención que en la propuesta de las dos formaciones de la izquierda “no hay recorrido” y que su exposición de motivos “da miedo”. Reivindicó la exaltación del franquismo como un acto de libertad de expresión recogido en la Constitución y tildó de “ridiculez” la petición de retirada del monumento franquista pues “la concordia y la no venganza son la única salida racional”, concluía la concejala y diputada de Vox, Sara Álvarez Rouco.
En nombre del gobierno municipal, la concejal de Cultura, Montserrat López (Foro), manifestó “pleno respeto” a las leyes de memoria democrática y condenó lo sucedido frente al Colegio de la inmaculada a finales del mes de junio, sin embargo solicitó la votación por puntos (la proposición presentada constaba de tres), alegando que las competencias en este tipo de actuaciones son regionales y que, tas consultar con instancias autonómicas, el gobierno local concluyó que no era labor municipal iniciar esta actuación.
La propia alcaldesa, Carmen Moriyón, utilizó también su turno de palabra para explicar que “esta consulta” ya la había realizado ella en su anterior etapa como regidora de la ciudad para asegurarse de que en Gijón “no estábamos incumpliendo nada”.
Tras la negativa de los grupos proponentes a la división por puntos a la hora de votar, tanto Foro como PP, aunque este último no intervino, manifestaron su voto en contra a resignifica el antiguo Cuartel del Simancas. Mientras el PSOE mostraba también sus dudas respecto a la competencia en esta actuación, pedía la aplicación del artículo 48 de la Ley autonómica y “que la ley decida”, explicaba la concejala Carmen Eva Pérez Ordieres.
Y precisamente este artículo recoge que “las Entidades Locales, en el ejercicio de sus competencias y de conformidad con lo establecido en el apartado primero, adoptarán las medidas necesarias para proceder a la retirada o eliminación de los elementos contrarios a la memoria democrática, sin perjuicio de las actuaciones que las víctimas, sus familiares o las entidades memorialistas puedan llevar a cabo en defensa de su derecho al honor y la dignidad”.
Una iniciativa que no va contra nadie. Va de justicia, de compromiso democrático y de dignificar la memoria de quienes lucharon por la democracia
Desde Podemos afeaban al gobierno que “para un hotel de cinco estrellas tocan el Catálogo Urbanístico sin problema” y le recordaban que, aún así, la protección de la fachada del colegio es “parcial”, no “integral”. Así, la concejala Olaya Suárez aseguraba que “están en contra de exaltaciones fascistas, per dejan ahí el monumento para que vuelvan a producirse”.
El portavoz de Izquierda Unida finalizaba su intervención remarcando que “esta iniciativa no va contra nadie”, es una iniciativa que va de “justicia, compromiso y de saldar una deuda con quienes lucharon por la democracia”, destacó. También se refirió a quienes ideológicamente están en contra de iniciativas como ésta para instarles a que se limiten a cumplir la ley.
“Un símbolo franquista que debe ser retirado de inmediato”
Desde la Federación Asturiana Memoria y República, cuyo presidente, Rafael Velasco, intervino en el pleno, aseguran que “un símbolo de exaltación franquista como éste, debe ser retirado de inmediato” pues incumple la Ley de Memoria Democrática.
Para ello, además de al Ayuntamiento de Gijón, han enviado también un escrito a la Dirección General de Memoria Democrática de Asturias, en el que piden, además, que se ejerzan las facultades sancionadoras correspondientes contra quienes se nieguen a retirar esta simbología.
Desde Famyr ven con preocupación que este monumento continúe expuesto, no solo por el incumplimiento legal que supone, sino por el daño que con ello se infringe a las víctimas del franquismo y a sus familiares.
La historia del antiguo Cuartel del Simancas
Construido a finales del siglo XIX, el colegio de los Jesuitas, perteneciente a la Compañía de Jesús, fue un centro de educación Primaria y Secundaria de Gijón, donde cursó sus estudios alumnado procedente de Asturias y también del resto de España.
En 1932, con la llegada de la Segunda República, se instala en las dependencias del antiguo colegio el Instituto Jovellanos, centro público de educación y, tras la Revolución de 1934, estas mismas dependencias se conviertan en cárcel, para posteriormente alojar, ya como cuartel, al regimiento 'Simancas', situación en la que se encontraba al comenzar la Guerra Civil.
Tras el golpe de Estado de 1936, los militares del Cuartel del Simancas apoyaron a los golpistas, colocándose del lado de los sublevados y secundando de esta forma el golpe contra el gobierno de la República. El propio dictador visitó las ruinas, al término de la guerra, y concedió al colegio la Cruz Laureada de San Fernando, la máxima condecoración militar española, que aparece a día de hoy en el escudo del colegio.
El monumento a los llamados 'Héroes del Simancas' fue levantado en 1958, tras la reconstrucción del edificio iniciada en 1942, una vez que la Compañía de Jesús ya había recuperado su propiedad. Obra del escultor Manuel Álvarez Laviada, constituye un enaltecimiento de los militares que se sublevaron contra la República y secundaron, por tanto, el golpe de Estado del 18 de julio de 1936.
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