El anuncio de la Super Bowl que dice mucho del avance del coche eléctrico: 'De eso nada, Noruega'
“Allá vamos, Noruega”. Así anunció hace unos días la compañía General Motors su proyecto para pasarse al coche eléctrico en el gran evento deportivo de Estados Unidos, la Super Bowl. Nada de pequeñas promesas ni de reconocer que van muy por detrás de sus competidores. El anuncio, una sátira simpática de los valores masculinos, competitivos y patrióticos comunes en este tipo de eventos, se ha lanzado directo al estadounidense medio, invocando sus más queridos símbolos.
General Motors promete 30 nuevos modelos eléctricos en nueve años. Para algunos, se trata de la señal definitiva de que el comercio del coche eléctrico está a punto de estallar.
“¿Sabías que Noruega vende muchos más coches eléctricos per cápita que Estados Unidos?”, comienza diciendo el popular humorista americano Will Ferrell en un garaje donde señala un globo terráqueo. “¡Noruega!”, continúa mientras da un puñetazo donde se encuentra el país escandinavo quedándose de forma ridícula con la bola del mundo en el brazo. “Vamos a machacar a esos perdedores”.
El divertido anuncio, que vieron más de 100 millones de espectadores, ha aparecido unas semanas después de que la compañía comunicara que a partir de 2035 solo venderá vehículos de cero emisiones. No intenta concienciar a nadie ni vender un futuro mejor donde todo aparece verde y limpio. Al contrario, apela al sentimiento de competitividad del americano medio porque Estados Unidos se está quedando atrás. Noruega, cuyas ventas de vehículos eléctricos superaron el año pasado el 50%, supera con creces el mercado de eléctricos en EEUU, de momento menor al 5% del total.
Sin embargo, el anuncio no explica que hasta hace poco General Motors se encontraba entre las compañías más adversas al modelo eléctrico. Numerosos medios estos días han rescatado las fotografías de la presidenta de la compañía, Mary Barra, sentada junto a Donald Trump el día en que presentaba en 2017 un retroceso en las leyes sobre contaminación ambiental. También General Motors, con la oposición de muchas otras compañías grandes de vehículos, apoyó la posición del expresidente para acabar con las regulaciones propias de reducción de emisiones en California.
Como destapó una investigación de la publicación E&E, además, tanto General Motors como Ford sabían desde finales de los años 60 el efecto que sus vehículos de combustibles fósiles producían en el cambio climático; lo cual no impidió que siempre se opusieron a cualquier medida que se desafiara su modelo de negocio.
Pero parece que varios frentes le han empujado al cambio. Los inversores de Wall Street llevan un tiempo advirtiendo que el valor de Tesla es mayor que el de las empresas General Motors, Toyota, Volkswagen y Ford juntas; China ha ordenado que la mayoría de sus vehículos nuevos sean eléctricos en 15 años; lo mismo ha hecho California; y, por supuesto, Noruega, a la cabeza, ha declarado que prohibirá la venta de vehículos de combustibles fósiles en 2030.
Además, en octubre se produjo un giro aún mayor en la política del país. “El presidente electo Joe Biden ha dicho: 'creo que podemos dominar de nuevo el mercado de coches en el siglo XXI si nos movemos al vehículo eléctrico”, dijo hace poco en una transformación rotunda su presidenta Mary Barra, “Nosotros, en General Motors, no podemos estar más de acuerdo”.
La promesa de ayudas al sector del vehículo eléctrico, que Trump retiró y curiosamente tuvo una repercusión negativa en la industria estadounidense, ha revivido el interés de compañías de vehículos. En Noruega, estos apoyos han sido también esenciales para la transición.
Pero el anuncio de la Super Bowl ha desatado también otro tipo de respuestas. En Noruega, el país al que Will Ferrell y dos compañeros que le acompañan confunden con Finlandia y Suecia, varios contra anuncios han aparecido en los últimos días. Un profesor de universidad, el alcalde de un pueblo y hasta un grupo de niños en un colegio explican al humorista, casi todos con mucha ironía, que su país tiene muchas cosas que enseñar.
Dos compañías de coches, atentas a los escándalos publicitarios, también han dado su réplica y le han recordado a General Motors que su plan de coches eléctricos lleva mucho retraso. En el caso de Audi, el mensaje lo transmite un vikingo tan cavernario como el seguidor del fútbol americano, interpretado por Tormund de Juego de Tronos: “No odies. Imita”, le dice mientras se come una pizza a la que transforma en un calzone de salmón crudo.
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