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La movilización consigue parar la caza con arco de los jabalíes de Valdemorillo

12 de junio de 2021 06:00 h

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Imagina que estás con tu familia cuando una flecha aparece de la nada y hiere a tu madre. O a uno de tus hermanos. Imagina que esa flecha va dirigida a ti, y que, de hecho, te alcanza. Si esto sucede, hay dos opciones: que tengas suerte y la flecha te atraviese el corazón -entonces, morirías en el acto- o que -lo más probable- se te clave en alguna otra parte del cuerpo y tardes varias horas en desangrarte y morir. Con toda probabilidad, ocurrirá en presencia de los seres que te acompañaban. Esto es lo que, a lo largo de los últimos días, han tenido que vivir los jabalíes de Valdemorillo (Madrid). Y esa emoción con la que acabas de conectar, en realidad no requiere de imaginación sino de empatía.

La última noticia al respecto es que, gracias a la movilización vecinal, el Ayuntamiento de la localidad, que había autorizado la caza con arco de estos animales en varias urbanizaciones, ha decidido suspender la aplicación de la medida una vez puesta en marcha.

Pero empecemos por el principio. La polémica surgió cuando los jabalíes de la zona, donde se asientan varias urbanizaciones, comenzaron a aproximarse a las casas con más frecuencia y, supuestamente, en mayor número del habitual. “Los jabalíes siempre han estado ahí y son totalmente inofensivos”, explica R.R, presidenta de una asociación protectora de animales de Valdemorillo. “Sin embargo, con el parón que la pandemia supuso para la caza, creemos que ahora hay más familias”. La entrevistada prefiere mantener el anonimato debido a que, junto a otras vecinas a las que representa, y tras haberse posicionado en defensa de los jabalíes, recibió amenazas de muerte por parte de los cazadores.

Medios como Telemadrid o Telecinco, explican, contribuyeron a crear alarma ciudadana al emitir grabaciones sin contextualizar de algunas personas de Valdemorillo que aseguraban que los jabalíes habían intentado agredir a perros o accedido a los jardines e incluso a una cocina: “Las televisiones nos pidieron imágenes de los jabalíes. Aquí todos tenemos vídeos de la familia que se ha hecho famosa: la misma familia que sale en todos los vídeos, formada por tres adultos y once rayones. Llevan meses dejándose ver. Los vídeos sólo demuestran que hemos estado en varias ocasiones a pocos metros de ellos, manteniendo una distancia prudencial, sin invadir su espacio vital, viéndoles crecer, observándolos, con respeto, y que ellos no han tenido ni siquiera un ligero gesto hostil hacia nadie”, aclara R.R.

“Al contrario, las madres hasta se tumbaban para dar de mamar a sus rayones delante de los seres humanos. Siempre iban relajados, tranquilos; comían y, a los cinco minutos de estar en un lugar, seguían su camino. No son decenas de animales rondando por las calles. Son muchos vídeos grabando siempre a los mismos animales haciendo su recorrido habitual, andando tranquilamente sin molestar a nadie. No hay vídeos de jabalíes atacando a perros o a personas; ni dentro de una cocina, ni destrozando casas”.

Según fuentes de la Policía Local y de la Guardia Civil, en siete años no ha habido ni una sola denuncia relacionada con estos animales, salvo un caso aislado de atropello que ni siquiera ocurrió dentro de una urbanización. A pesar de ello, el Ayuntamiento de Valdemorillo, a través de la Concejalía de Deportes, decidió convertir la zona en el particular patio de juegos de los cazadores, dando el visto bueno para que arqueros de la Federación Madrileña de Caza disparasen a matar a los jabalíes, sin contemplar ningún otro método de control poblacional.

“Ha sido muy angustiante y muy sádico”, asegura R.R. “Cuando nos enteramos de que se estaba dando caza a los jabalíes por parte de cazadores arqueros, con sus arcos y sus flechas, no dábamos crédito. Pensábamos que era una broma macabra, del medievo . Yo dejé de salir a dar paseos con los perros y con los niños. Con ellos ahí sí que era peligroso andar por la urbanización, con esos arqueros escondidos disparando quién sabe hacia dónde y con animales heridos, aterrados y traicionados. Porque, como los cazadores arqueros obtuvieron el permiso para cazar cualquier día, a cualquier hora y en cualquier zona, ¿Quién nos decía que no nos íbamos a poner en la trayectoria de su flecha sin saberlo? ¿Quién nos decía, que en ese momento en que yo estaba paseando con mis hijos por la calle, no saldría corriendo enloquecido por el miedo o por el dolor provocado por el impacto de una flecha uno de nuestros antes pacíficos jabalíes? En los últimos días, se sumaron a los bramidos de los jabalíes sonidos de tiros en la noche. Tiros que nunca sabremos a qué distancia se produjeron ni con qué autorización, pero que se oyeron perfectamente desde las casas”.

¿Por qué los jabalíes se acercan a las casas?

En los lugares donde se practica la caza suele haber una mayor presencia de algunas especies debido a la repoblación cinegética, una práctica habitual entre los cazadores que consiste en criar y soltar a los animales para así disponer de más vidas que arrebatar. Además, al ser perseguidos y acosados durante las batidas, las víctimas tienden a ir hacia las lindes, evitando los puntos donde saben que corren peligro. “Pueden ser machos jóvenes buscando hembras para aparearse, o puede ser que lleguen huyendo de las cacerías que se organizan en los cotos de caza perimetrales, que ocupan una grandísima extensión del territorio”, desarrolla R.R. “En muchos cotos se realiza la llamada suelta de jabalíes, corzos, ciervos o perdices que previamente han sido criados y alimentados en granjas cinegéticas hasta la edad adulta para cazarlos después en las monterías”.

“En esta huida hacia la supervivencia, algunos llegan a las urbanizaciones, que han invadido su hábitat, y allí descubren que tienen acceso fácil a comida (por ejemplo, a cubos de basura no estancos, rotos o en mal estado) y se adaptan rápidamente a comer cualquier cosa. Además, cuando se sienten protegidos por toda la maleza alta, zarzas y setos bajos que hay en nuestras zonas verdes (muchas veces descuidadas porque no las limpiamos como deberíamos), se quedan a dormir ahí escondidos. Y si encima hay arroyos, ríos o riachuelos cerca, con charcas donde se puedan cubrir de barro para desparasitarse, aliviar su sed y limpiarse, deciden quedarse. Estas urbanizaciones reúnan todas las características y fueron creadas en el centro de su hogar natural, el monte”.

Los jabalíes no son agresivos

“Hay mucho desconocimiento sobre la conducta de los jabalíes, por desgracia para ellos. En primer lugar, son animales nocturnos. Salen por la tarde y andan por la noche porque saben que hay un animal más peligroso que ellos que camina a dos patas. Si tú tienes por dónde caminar tranquila sin nadie que te moleste, puedes andar de día o de noche. Pues a ellos les sucede lo mismo”, explica R.R. “En contra de lo que se cree, los jabalíes no son agresivos. Defienden a su grupo y hacen respetar su distancia de seguridad como cualquier otro animal. Si no los molestas y respetas la distancia, es muy improbable que te ataquen y, si te atacan, es por defender su espacio, no porque sean agresivos. Como con toda especie salvaje, hay que tener precaución, pero con tiempo y paciencia, sociabilizan si se les da confianza. Si un animal vive en un entorno donde nadie le molesta y además tiene acceso a comida, termina por entender que el ser humano no supone una amenaza. En cambio, ¿Qué harías tú si tu vecino te da una colleja cada vez que te ve? ¿Cómo reaccionarías?”.

“Por otro lado, su nivel de inteligencia es superior al de un perro. Los cerdos en general se consideran el cuarto animal en inteligencia del planeta. Viven en grupos, son muy sociables y juguetones entre ellos. Lo que suele suceder es que, cuando varios machos llegan a la edad adulta, uno se queda con varias hembras y tiende a disputárselas con otros machos que quieren ser líderes. Ahí es cuando se apartan del grupo y terminan buscando hembras por el monte en solitario. Las crías maman de sus madres pero, como son jóvenes e inexpertas, pueden acercarse a intentar mamar de otros”.

Frente al exterminio cruel, alternativas éticas de control

Con las tecnologías actuales y con los conocimientos científicos de que se dispone, hay multitud de medidas que, sin llegar a la muerte del animal, se pueden utilizar para ahuyentar, disuadir o paralizar su reproducción . R.R. enumera algunas de ellas: crear un ambiente hostil con perros circulando por las zonas donde suelen vivir los jabalíes para que vuelvan al monte (hay empresas especializadas, como la que el concejal de Medio Ambiente de Valdemorillo propuso contratar, sin éxito); vacunas anticonceptivas y otros químicos contraceptivos como los que se utilizan en algunos núcleos zoológicos para impedir la reproducción entre los animales que viven juntos; ahuyentadores acústicos que se pueden comprar por menos de 50 euros y que los propios particulares podrían instalar en sus parcelas; repelentes olfativos con feromonas de orina de lobo que asustan a los jabalíes y les invitan a ir por otras zonas para evitar el rastro de su depredador natural; garantizar cubos de basura estancos y salubres que les disuadan de buscar comida en sus proximidades; o limpiar y desbrozar las zonas verdes para que no se encuentren cómodos, desplazándoles así indirectamente hacia territorios más boscosos donde no puedan acceder las personas.

Valdemorillo dice 'no a la caza' y consigue parar la masacre

Han hecho falta mucha valentía y unión para parar la masacre de los jabalíes de Valdemorillo, materializadas en diversas acciones ciudadanas. Acciones que, a pesar de las amenazas de los cazadores, han logrado salir adelante y obtener un resultado, lo que demuestra que siempre se puede hacer algo contra la injusticia y la barbarie y que, a veces, funciona. Esto demuestra que cada espíritu en lucha cuenta.

A modo de repaso y para que sirva como guía para otras causas relacionadas con los animales: se presentaron cartas de denuncia tanto ante la Fiscalía General de Medio Ambiente como ante la Dirección General de Bienestar Animal, además de redactar un escrito para la Comisión Europea. Alrededor de setenta personas se congregaron en Jara Beltrán, una de las urbanizaciones afectadas, para expresar su repulsa a la medida tomada por el Ayuntamiento. También se reunieron con el Concejal de Medio Ambiente para solicitar una paralización cautelar de las medidas y sentarse a buscar otras opciones. Obtuvieron un 'no' por respuesta.

“Por otro lado, se recogieron firmas contra la caza con arco en nuestras urbanizaciones pidiendo que se paralizase y que se implementasen alternativas éticas. En las garitas de las urbanizaciones se pusieron a disposición de los vecinos documentos con las quejas formales y el rechazo frente a esta medida para registrarlo en la ventanilla del Ayuntamiento. En dos días se recogieron 91 quejas en papel y otras tantas de las que desconocemos el número puesto que se realizaron de forma telemática. Muchas personas han seguido firmando hasta el final y registrándose”, apunta R.R..

Tanto particulares como asociaciones solicitaron al Ayuntamiento que les trasladase el informe que justificaba las medidas adoptadas, un informe que debería haber sido realizado por técnicos especializados (ambientólogos, ingenieros de monte, forestales y veterinarios), y que debería acreditar que realmente hay una superpoblación de jabalíes en el municipio; así como documentos que cuantificasen el número de ataques de jabalíes a personas y a otros animales avalado por sus correspondientes denuncias y el número de accidentes causados por jabalíes en las carreteras de la localidad en los últimos años. Por último, la asociación ecologista el pueblo, Verdemorillo, había convocado una manifestación para el próximo jueves, 17 de junio, con la determinación de “expresar el más absoluto rechazo a unas medidas cruentas y sin ninguna ética ni justificación.”

Imagina que estás con tu familia cuando una flecha aparece de la nada y hiere a tu madre. O a uno de tus hermanos. Imagina que esa flecha va dirigida a ti, y que, de hecho, te alcanza. Si esto sucede, hay dos opciones: que tengas suerte y la flecha te atraviese el corazón -entonces, morirías en el acto- o que -lo más probable- se te clave en alguna otra parte del cuerpo y tardes varias horas en desangrarte y morir. Con toda probabilidad, ocurrirá en presencia de los seres que te acompañaban. Esto es lo que, a lo largo de los últimos días, han tenido que vivir los jabalíes de Valdemorillo (Madrid). Y esa emoción con la que acabas de conectar, en realidad no requiere de imaginación sino de empatía.

La última noticia al respecto es que, gracias a la movilización vecinal, el Ayuntamiento de la localidad, que había autorizado la caza con arco de estos animales en varias urbanizaciones, ha decidido suspender la aplicación de la medida una vez puesta en marcha.