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Sobre este blog

El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.

Editamos Ruth Toledano, Concha López y Lucía Arana (RRSS).

Activista del Committee Against Bird Slaughter: “Las aves no necesitan ninguna justificación para reivindicar su derecho a existir”

Un pájaro víctima de la caza con redes

Mila García Nogales

Otoño de 2019. En algún lugar situado entre el centro de la meseta española y los límites de la crueldad humana. A las puertas del bar. Allí, un cazador furtivo de aves es grabado mientras habla de algunas de sus prácticas habituales. En el vídeo, reconoce que lo que hace es ilegal, además de aludir al beneficio económico que obtiene de ello o al número de vidas que ha llegado a meter en una jaula.

El grupo de acción EFAM (Ecofeministas Antiespecistas Madrid) ha tenido acceso en exclusiva a esta grabación. Asimismo, un activista de CABS (las siglas en inglés de Committee Against Bird Slaughter, el Comité Contra la Matanza de Aves) ha accedido a ampliar la información sobre el tema y a hablar de su lucha.

¿Qué es CABS y cuáles son sus objetivos?

CABS es una organización europea que lucha contra la caza ilegal y furtiva de aves en Europa y Oriente Próximo. Las principales zonas de actuación en la actualidad están en España, Francia, Italia, Malta, Chipre y Líbano. En España, estamos desde 2011 en la Comunidad Valenciana y en Catalunya, con el objetivo inicial de luchar contra el parany paranyy, en los dos últimos años, contra aquellos silvestristas que no aceptan que su “afición” esté prohibida. Tenemos en mente extendernos a Andalucía, donde la caza de aves sigue muy arraigada.

Buscamos erradicar las matanzas de aves, principalmente las migratorias, cuyas poblaciones han descendido de forma alarmante desde principios de siglo. Nuestra máxima es: “Cada ave es un tesoro a proteger”.

¿Cómo se lleva a cabo la caza caza furtiva de aves y cómo lucháis contra ella?

A excepción de Chipre, los cazadores son hombres en un 100% de los casos, pues una cazadora furtiva es una auténtica rara avis. Las prácticas son variadas y cada región tiene sus particularidades, aunque todas siguen un mismo patrón. Te explico las más frecuentes:

Caza con redes. Redes de suelo, utilizando reclamos y cimbeles para atraer a las aves, sobre todo durante la migración; o con cebaderos y bebederos, tanto artificiales como naturales. Redes de niebla o invisibles, las mismas que usan los anilladores. Se colocan en zonas de paso o también se emplean reclamos.

Caza con liga. Se impregnan varillas, principalmente de esparto, con pegamento que no solidifica (un pegamento muy empleado es el de ratas), y se colocan en las orillas de los bebederos o en árboles donde las aves se posan, atrayéndolas con reclamos. En la Comunidad Valenciana y Catalunya existe la práctica muy arraigada llamada parany. CABS ha estado muy implicado en erradicar el parany, llegando a localizar desde 2011 más de 2000 paranys y frenando esta actividad casi en su totalidad (en un 98%).

Caza con cepos. Se colocan pequeños cepos para aves y se las atrae con cebo o con reclamo.

Caza con escopeta. Aunque en España todavía no hemos detectado ningún caso, en Italia, Malta o Líbano muchos cazadores aprovechan la legalidad para disparar en masa contra aves protegidas, realizando matanzas totalmente injustificables.

¿Cuánto dinero puede llegar a ganar los cazadores ilegales? ¿Puedes aportar algunas cifras sobre esta actividad?

Hay dos tipos de negocio: la venta de aves vivas para ser enjauladas y la venta de aves muertas para consumo. Desconozco las cifras que se barajan en España para las aves muertas, aunque nos llegan datos de que el consumo de “pajaritos fritos” sigue vigente. En Italia está más extendido: hace poco detuvieron a un cazador con seiscientos petirrojos en un congelador, listos para ser vendidos a bares o restaurantes.

Para las aves vivas, por un jilguero macho la media ronda entre los 15 y 20 euros. Este verano, detuvieron en Catalunya a dos personas con 1.200 aves. Sigue existiendo un submundo, pero esta pregunta debería responderla alguna sociedad silvestrista, de esas que supuestamente nunca saben nada de furtivismo y furtivos.

El problema de la venta son los concursos de canto. Incluso hay furtivos que roban nidos, entrenan a los pájaros desde polluelos y su precio se dispara a varios cientos de euros. Lo que prima en un ave cantora es lo conocido como la pureza de su canto. Cuanto mejor cante, según su criterio, más valdrá; cuanto peor, lógicamente, menos. Y seguramente ese pájaro que se descarta para los concursos sea el que tiene tu vecino en el balcón, desconociendo que posee ilegalmente un ave y que, por tanto, está incurriendo en un delito.

Después está la cría en cautividad. Y, si el furtivo captura un pájaro con alguna mutación genética, los criadores pueden llegar a pagar sumar muy altas. Conocí el caso de una jilguera con una mutación muy rara que el furtivo vendió por 500 euros.

¿Cuál es el perfil de las personas que se dedican a la caza furtiva de pájaros?

Depende del país e incluso, dentro de un Estado, de la zona geográfica. En España, afortunadamente, se trata de un perfil envejecido, con una media de 60 años de edad, y hemos tenido casos de cazadores con más de ochenta años. En Andalucía preocupa más porque la edad baja bastante: hasta los cuarenta años. Y no es raro encontrar cazadores de veinte.

Normalmente, el perfil cultural es bastante bajo. En cuanto al económico o social, hay de todo, desde cazadores de ambientes marginales que se ganan un dinero vendiendo aves, hasta jubilados ociosos de clase media que cazan aves “por echar el rato” o por “tradición”.

En cuanto a la distinción entre mundo rural o urbano, también hay de todo. Hemos llegado a denunciar a cazadores en términos municipales de grandes ciudades. Ni la caza legal ni la ilegal son exclusivas del mundo rural.

¿Es la matanza de aves un acto político? ¿Crees que obedece a alguna ideología concreta?

En principio, no. Pero, en los últimos años, tras las prohibiciones de prácticas como el silvestrismo o la intención de prohibir la caza legal de aves en declive, los partidos políticos de derecha y ultraderecha se han erigido en salvadores de estas tradiciones prohibidas en Europa. Es habitual ver a las asociaciones y federaciones de caza reunirse con sus representantes o pedir el voto para ellos.

En Italia ocurrió con Salvini y su defensa de las “tradiciones”. Y, echando un ojo a los perfiles que defienden la caza de aves, la estrategia parece que ha calado. Los otros partidos políticos deberían hacer lo propio y apoyar a quienes nos oponemos a la caza de aves. Además, sería inteligente hacerlo, pues somos más los votantes que los que están a favor.

¿Consideras que el furtivismo y la caza ilegal es una práctica patriarcal?

Total y rotundamente. Como dije antes, es muy raro ver a una mujer cazando con redes o poniendo cepos. Sin embargo, en CABS hay tantas mujeres como hombres. Mujeres a las que no les tiembla el pulso a la hora de denunciar a grupos de hombres capturando aves. Las mujeres estáis más conectadas a la naturaleza que los hombres y tenéis más sensibilidad con ella que nosotros, y eso se nota mucho a la hora de defender a la avifauna.

¿Cuántas aves son asesinadas al año de manera ilegal dentro del Estado español?

Aproximadamente, 4 millones de aves y, en todo el Mediterráneo, alrededor de 25 millones. Estamos hablando de una auténtica lacra que la ciudadanía apenas conoce. Si a esto le sumas la caza legal, las cifras pueden doblarse. Para que te hagas una idea, en España mueren legalmente todos los años 4 millones de zorzales, un disparate y un escándalo permitido por las administraciones y que está abocando a los zorzales a la extinción. 

Quizás esta pregunta pueda parecer paradójica pero, a pesar de moverse al margen de la legislación, ¿ampara la ley a los cazadores furtivos?

Las leyes persiguen la caza ilegal, pero en ciertos aspectos conllevan bastante laxitud, las penas son muy bajas y la mayoría pasa por vía administrativa y no penal. Por  ejemplo, si tienes una red puesta en tu parcela, aunque no haya aves atrapadas, un agente te puede denunciar, pero queda al criterio del juez decidir si estabas o no cazando, al no haber aves atrapadas o muertas en ese momento. Sin embargo, si conduces a 80 kilómetros por hora y la velocidad máxima permitida es de 60, el juez no decide si conducías o no sobrepasando el límite.

Por otro lado, las leyes españolas no contemplan el maltrato animal para especies silvestres.

Finalmente, una de las quejas de los agentes reside en la dificultad de entrar en propiedades privadas aunque haya indicios de caza furtiva, porque se pueden meter en problemas, aunque el delito sea flagrante. Así que la ley no ampara a los cazadores furtivos pero tampoco cae como una espada de Damocles sobre ellos, y eso les da oxígeno para actuar al margen.

¿Cuál crees que sería la solución al problema de la caza furtiva? Como experto en la materia, ¿por dónde empezarías a cambiar las cosas si pudieras hacerlo?

Endurecería las leyes, pues los cazadores reincidentes son muy habituales. Como en todo, con un endurecimiento siempre quedarían cafres, pero estas prácticas dejarían de generalizarse, lo que significaría decenas de miles de aves salvadas todos los años.

Por otra parte, faltan medios, tanto humanos como materiales. Tanto Seprona como los agentes medioambientales hacen lo que buenamente pueden y realmente son la única luz en esta oscuridad, porque las administraciones, sean del color que sean, no se toman en serio esta lacra. Este año, hemos perdido muchas oportunidades de detener a furtivos porque en ese momento no había unidades disponibles de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, o tardaban en llegar y, cuando llegaban, los furtivos ya se habían marchado. Si en nuestra campaña hubiéramos tenido una patrulla específica antifurtivos, habríamos frenado el doble de matanzas.

Tampoco me consta que exista un control en la caza legal, donde se cuelan muchos furtivos, como en la tenencia de aves silvestres. ¿Quién no conoce un balcón con una jaula con un triste jilguero dentro? Seguramente, ese jilguero proceda de la caza ilegal y, por tanto, también lo es su tenencia. Hemos normalizado de forma macabra a las aves enjauladas y la mayoría tiene detrás historias muy duras que los ciudadanos desconocen. Muy duras e ilegales.

Por supuesto, la educación es fundamental y las aves allí tienen muy poca cabida.

Desde el punto de vista medioambiental, ¿cuál es el impacto de la caza clandestina y cuál el de la considerada legal?

La caza (tanto la ilegal como la legal) es una de las grandes causantes de la sexta extinción.

¿Cuál es tu opinión sobre la caza de aves legal?

Es un sinsentido, no hay ninguna necesidad de practicarla, ni desde el punto medioambiental, social, económico (excepto para unos pocos) ni, por supuesto, desde el moral. Los ecosistemas se regulan solos y, en las zonas donde la caza está prohibida, la biodiversidad aumenta. Todo aquello de las plagas es un cuento muy bien orquestado desde los medios afines a la caza. Son ellos los que provocan los desequilibrios y luego se venden como la solución, llevándose todos los años por el camino a millones de animales, incluyendo a varios humanos. Además, es egoísta: menos del 2% de los españoles practica la caza, y quienes lo hacen matan a una fauna que es de todos y es de nadie, llenando los campos de plomo, cerrando los caminos, perturbando la paz natural y el equilibrio. 

¿Las aves importan?

¿Te imaginas un mundo sin aves y sin sus cantos, que tanto alegran los campos, los pueblos y las ciudades? Sería insoportable, vacío y triste. Las aves son grandes constructoras de bosques y muchas plantas las necesitan para expandir sus semillas. Por si esto fuera poco, muchas son insectívoras y, por tanto, grandes aliadas de la agricultura, además de que mantienen a raya a moscas y mosquitos. Otras aves limpian los cadáveres de otros animales como auténticas sanitarias forestales, otras cazan ratones... Dicho todo esto, las aves no necesitan ninguna justificación para reivindicar su derecho a existir. Si existen unos seres que dan mucho sin pedir nada a cambio y que no se meten con nadie, sin duda son las aves. Además, observarlas y escucharlas es un bálsamo impagable para esta sociedad tan dada al estrés, la ansiedad y la depresión; un bálsamo totalmente gratuito y para todas las clases sociales sin distinción. Las aves son sinónimo de libertad. 

Desde el movimiento antiespecista, ¿qué habría que hacer?, ¿realmente tenemos capacidad para acabar con la caza? 

De hecho, el antiespecismo está en auge y en los últimos tiempos está explorando el mundo de la fauna silvestre. Bajo mi punto de vista, es el chorro de energía y el viento fresco que necesitaba la defensa de las aves. Gracias a las redes sociales, poco a poco estamos dando a conocer a las aves y a sus amenazas, y cada vez son más las personas que se interesan. No puedes amar aquello que no conoces, dar a conocer es vital para nuestra causa.

Capacidad para acabar con la caza ya la tenéis. De hecho, lo estáis haciendo: el mundo de la caza envejece y pierde adeptos y se aferra a la ultraderecha como última oportunidad. Aunque todavía queda mucho por hacer, la sociedad está quitándose la venda del antropocentrismo. Tenemos que seguir presionando porque estamos ganando la batalla. La caza ha sido la niña mimada de las élites y la ciudadanía no conocía qué se cocía entre bambalinas. Afortunadamente, está empezando a conocer su lado oscuro (aunque dudo que tenga un lado luminoso) y a repudiar esta práctica atávica, basada en el maltrato y que, en términos ecológicos, resta en vez de sumar. Las aves vuelan a marchas forzadas hacia su extinción, las poblaciones decrecen de forma alarmante. Sin embargo, yo soy optimista porque todavía estamos a tiempo, aunque luchemos a contrarreloj. La naturaleza es asombrosa: si le das un poco de tregua, se recupera rápidamente. Pero es imprescindible darle la tregua que tanto merece y necesita.

GLOSARIO

Avifauna: Conjunto de todas las especies de aves que habitan una región. Hay que tener en cuenta que muchas de ellas son migratorias.

Caza de paso: Modalidad de caza en la que el cazador construye un puesto oculto y camuflado entre la vegetación para no ser descubierto por las aves, mientras espera, al acecho, a que aparezcan. Suelen ubicarse en las zonas de tránsito o paso natural de palomas, tórtolas, zorzales o aves pescadoras, que siguen esa ruta por razones migratorias o por el acceso a comederos, bebederos y dormideros.

Cimbel: Ave (real o falsa) que se emplea como señuelo para atraer a otras aves. También se llama cimbel al cordel atado a la punta de una vara larga en la que se coloca este ave a modo de cebo.

Novella: En la jerga de caza, ave joven o novel muy codiciada por los furtivos, ya que, al ser atrapada siendo todavía una cría, resulta más fácil de adiestrar.

Parany: Trampa de caza (también se conoce así al método que se vale de ella) extremadamente cruel que consiste en untar con pegamento unos árboles dispuestos en círculo para que las aves queden atrapadas. 

Silvestrismo: Captura y mantenimiento en cautividad de ciertos pájaros silvestres o de campo para adiestrarlos en el canto, por lo general pertenecientes a la familia de los fringílidos (como los jilgueros, canarios o pardillos). En la actualidad, el silvestrismo está prohibido por ley en todo el Estado español, aunque sigue practicándose e incluso cuenta con asociaciones.

Zorzal: Del latín turdus philomelos, es una especie (que, a su vez, se clasifica en varias subespecies) de ave paseriforme de la familia Turdidae. Se cría en los bosques, jardines y parques y presenta una conducta migratoria parcial. Tiene el dorso marrón y el vientre amarillento con manchas oscuras, generalmente color café.

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