Albania se ha convertido en destino turístico. El pasado verano fue el elegido por muchos turistas españoles, principalmente por sus fantásticas playas, sus asequibles precios y el empuje que le han dado las redes sociales. Esta tendencia ya se notó el verano anterior, cuando Albania duplicó el turismo español, pasando de 1.604 viajeros a 3.409 entre agosto de 2019 y 2022. Es una buena noticia que uno de los países más pobres de Europa, fruto de varias décadas de férreo aislamiento durante la dictadura comunista de Enver Hoxha, y conocido por sus niveles de corrupción y delincuencia organizada, viva ahora una reactivación económica, en gran parte debida al turismo. Desafortunadamente, el desarrollo económico no implica un igual desarrollo en cuanto a empatía y protección de los animales.
“Tranquila, estos perros no son peligrosos, están esterilizados y vacunados”. Esta fue una de las primeras frases de Mariglen, un joven guía turístico albanés que me acompañó durante diez días en mi periplo por Albania. Y es que muchos perros en Albania duermen literalmente en mitad de las calles de las ciudades, entre los transeúntes. El intenso calor del verano les agota, pero muchos parecen también derrotados, cansados de pedir. Mi impresión fue que la mayoría de los albaneses les consideran parte del mobiliario urbano. Al final del viaje, otra frase de Mariglen, tras comprobar que yo no tenía miedo de los perros, sino que mi obsesión era dar algo de comida a los que me encontrará, apoyó esta sospecha: “Ahora veo cuántos perros hay en la calle, antes no me daba cuenta”.
Sin embargo, alguien que hubiera visitado Albania hace unos años tendría la impresión de que la situación ahora es mucho mejor, que hay muchos menos perros en las calles. Y es así, pero los métodos empleados para reducir la población canina callejera han sido muy polémicos. En concreto, según los activistas animalistas del país, el Ayuntamiento de Tirana hizo desaparecer alrededor de 15.000 de perros “por arte de magia” en 2021.
El alcalde de Tirana, Erion Veliaj, negó las acusaciones de maltratar, envenenar o sacrificar a los perros callejeros en el Hospital Veterinario Estatal de Kombinat. Las demandas presentadas por las organizaciones animalistas por estas matanzas y por blanqueo de dinero no tuvieron éxito.
“Se los llevaron con el pretexto de esterilizarlos y nunca más se les volvió a ver. Probablemente, estos perros se encuentren en otras ciudades de Albania o fueron sacrificados. El refugio que construyen ahora en Tirana es una fachada. El maltrato al que se enfrentan los animales a nivel institucional en Albania es enorme”, afirma Oli Pero, fundadora de Animals Need Me. Y el caso de Tirana no es único, ya que también se han denunciado matanzas similares en ciudades como Gjirokastër, Durrës y Sarandë.
Animals Need Me es una protectora que se encarga de dos refugios en la ciudad de Shkoder; uno propio, gracias a una donación de un terreno dentro de unas instalaciones industriales, y otro del Ayuntamiento. Su fundadora nos habla de su labor y de su visión sobre la situación de los animales en Albania.
En mayo de 2022 se celebró en Tirana la primera conferencia nacional sobre protección animal, que puso de relieve la terrible situación de los perros y gatos que viven en las calles, y también de la fauna salvaje. ¿Cuál es tu opinión sobre estas cuestiones? ¿Son los mayores problemas en materia de protección animal que sufre Albania?
Efectivamente, el 11 de mayo de 2022 participamos como ponentes en esta conferencia, destacando la necesidad urgente de una estrategia nacional sobre la gestión de los animales que viven en las calles. Hay muchos factores que conducen a la dramática situación de los perros y gatos callejeros en Albania, como la fragilidad del marco jurídico en materia de protección de los animales, la falta de estructuras para aplicar las leyes reales, la falta de conocimiento y educación sobre la tenencia responsable, los pocos o casi nulos programas de incentivos de los ayuntamientos con respecto a las campañas de esterilización de los animales -tanto los que viven en hogares como los que viven en las calles-, la falta de financiación, etc. Las ONG en Albania pueden rescatar, con grandes dificultades, unos cientos de animales al año, pero no pueden resolver el problema sin la intervención del Gobierno, los ayuntamientos y la participación ciudadana. Es crucial abordar el maltrato que sufren los animales a nivel institucional, ya que solo el Ayuntamiento de Shkoder, con nuestra colaboración, ha realizado desde 2014 campañas masivas de esterilización.
En esa conferencia se dijo que “aunque se han hecho algunos avances legislativos, la matanza y el maltrato de animales callejeros continúan, al igual que la captura y el abuso de animales salvajes para el entretenimiento”. ¿Cómo es en Albania la protección legal de este tipo de animales?
El único avance legal es la implementación, en 2019, de cuatro artículos en el Código Penal, relativos al abandono, maltrato o asesinato de una mascota, y a las peleas de perros. Pero estos artículos tienen lagunas, que permiten muchas interpretaciones en caso de maltrato animal, y la mayoría de los fiscales no están familiarizados con ello. Este es un gran problema porque hemos denunciado muchos casos de maltrato y muerte de animales y sólo uno de cada tres fiscales estudió el caso correctamente. La mayoría desestimó nuestras denuncias, alegando que, como el animal no había muerto, no iniciarían una investigación, o lo trataron como un asunto administrativo, algo que claramente no es, según el artículo 207 del Código Penal de Albania.
La protección de la fauna salvaje es un diferente porque las leyes la apoyan, y además existen dos instituciones gubernamentales y algunas ONG que trabajan en este área. Sin embargo, el abuso continúa porque muy poca gente denuncia a los restaurantes u hoteles que utilizan a animales salvajes como entretenimiento. En muchos casos ha sido necesaria la intervención de organizaciones internacionales para rescatar y rehabilitar a animales salvajes. En nuestro caso, hemos denunciado con éxito dos casos a la Autoridad Veterinaria Nacional y estamos satisfechos con su trabajo, pero hay que seguir avanzando.
Para un turista, es impactante ver animales abandonados en las calles en un país como Albania, que está creciendo económicamente y que cada vez recibe más visitantes. ¿Existen cifras sobre el número de perros y gatos callejeros en el país?
En primer lugar, destacaría que nuestro principal problema, y la causa de que haya animales callejeros, es la falta de educación sobre la tenencia responsable por parte de los ciudadanos, así como campañas de esterilización municipales. En lo que respecta al número de perros y gatos que viven en las calles, no existe un estudio adecuado. Animals Need Me realizó uno en abril de 2021, en colaboración con la Universidad de Shkoder, basado en el método de Beck. Los resultados del recuento mostraron que el número estimado de perros callejeros era de 980 en nuestra ciudad. Estimamos que este número ha aumentado a 1.300 en 2023. Por su parte, el número de gatos debe de ser al menos el doble en Shkoder. En cualquier caso, las cifras varían en cada ciudad de Albania, en función de su población y de los programas municipales. En las ciudades con pocos perros callejeros, o no vive mucha gente o el Ayuntamiento los ha matado, envenenándolos. Hay localidades que se deshacen de sus perros trasladándolos a otras, en lugar de llevar a cabo programas de esterilización, como prevé la ley.
¿Cuándo se fundó Animals Need Me y qué labores realizáis?
Animals Need Me se creó en 2012 como una iniciativa de voluntariado. Empezamos acogiendo cachorros en nuestros apartamentos. Una vez creada la página de Facebook, publicamos allí nuestros casos de adopción o recaudación de fondos sobre animales heridos que necesitaban desesperadamente atención médica. La página atrajo a posibles adoptantes, donantes y unos pocos voluntarios. Nos registramos como organización legal en 2019. Somos diez personas en total, con unos recursos muy limitados, ya que la organización depende enteramente de donaciones privadas, que provienen en su mayoría de la diáspora albanesa y de los pocos extranjeros que nos conocen por haber rescatado animales en Albania. El año pasado, Animals Need Me rescató 400 perros y gatos, y pudo encontrar familias para 210 de ellos. Lamentablemente, el 79% de las adopciones se realizan fuera de Albania, debido a la falta de solicitudes en nuestro país y a la elevada tasa de abandono y devolución de nuestros animales adoptados.
¿Cómo es la relación entre los ayuntamientos y las protectoras de animales? ¿De dónde saca una organización como Animals Need Me la financiación para rescatar, esterilizar, mantener los refugios, etc.?
Somos la única ONG de Albania que tiene un acuerdo oficial con su ayuntamiento para la gestión del refugio canino municipal. El Ayuntamiento de Shkoder asume los costes del refugio municipal en cuanto a comida y tratamiento básico, pero estamos muy contentos porque podemos influir y orientar a la hora de aplicar sus estrategias de control de animales. Para la comida y los medicamentos de nuestro refugio privado y para las familias de acogida dependemos de donaciones privadas. En estos momentos, Animals Need Me acoge a 250 animales en dos refugios, tres casas de voluntarios y cuatro familias de acogida.
Desde 2014 hemos realizado treinta y cinco campañas que han dado como resultado 4.000 animales esterilizados. Estas campañas fueron financiadas por el municipio, por organizaciones como Straycoco, Stumme Bruder, World Vets, Farvets o por donaciones privadas. Pero necesitamos mucha más ayuda, sobre todo voluntarios y veterinarios. Para esterilizar y mejorar las condiciones de vida de los perros y gatos callejeros, y también las de personas que no pueden permitirse esterilizar a sus mascotas, estamos invitando a organizaciones y clínicas veterinarias extranjeras a venir a Albania y realizar campañas masivas de esterilización. Contamos con las instalaciones y el personal capacitado para ayudarles y, con suerte, ofrecerles una gran experiencia.
En el caso de los gatos, aún no tenemos un refugio para ellos. Está en nuestros planes, pero nuestros recursos son insuficientes. Los gatos constituyen el 50-60% de nuestra actividad de rescate; sin embargo, sólo un 20-30% permanecen con nosotros o en nuestras familias de acogida, y esto se debe a la alta tasa de mortalidad de los gatitos recién nacidos tirados a la basura y a una mayor demanda de adopciones de gatos que de perros.
En vuestra web se menciona que uno de vuestros objetivos más importantes es educar a la ciudadaías sobre los derechos de los animales y sobre cómo tratarlos. ¿Cómo lo hacéis? ¿Por qué crees que no hay suficiente empatía hacia los animales en Albania?
La educación es un objetivo a largo plazo porque trata las raíces de la causa. Si los ciudadanos estuvieran bien informados sobre la tenencia responsable, si se les educara sobre cómo cuidar adecuadamente de sus animales y las consecuencias de sus actos, se lo pensarían dos veces antes de abandonarlos y no tendríamos a todos estos perros y gatos vagando por las calles de Albania. Si los municipios y los gobiernos estuvieran informados y educados sobre las formas de resolver el problema, invertirían y aplicarían medidas éticas.
Los animales de familia aún no tienen en Albania la importancia que merecen porque durante cincuenta años de comunismo no se permitía tener un perro o un gato. Se consideraban propiedad del Estado y no se podía convivir con ninguno. Todo pertenecía al Estado. Con las dificultades económicas, los animales llamados de compañía no eran una prioridad, sino que se consideraban una mercancía. Los perros y gatos debían ser animales de trabajo. Esto está cambiando poco a poco, a medida que la gente está mejorando su situación económica, tiene acceso al conocimiento y está cada vez más influida por las redes sociales y la cultura occidental.
En cuanto a la protección de los animales en un sentido amplio, ¿existe en Albania un movimiento hacia el antiespecismo y el veganismo?
Hay un pequeño porcentaje de vegetarianos y un porcentaje aún menor de veganos, pero en mi opinión estos movimientos no serán fuertes pronto en Albania. Culturalmente, a nuestra gente le encanta la carne. Cocinan casi todos los platos con ella. Además, es cara, por lo que la desean aún más. Durante el comunismo, al colectivizar todas las granjas, la carne se volvió escasa y se racionó tanto que la gente la anhelaba. También se racionaron otros alimentos, lo que provocó que no se dispusiera de los nutrientes necesarios para una vida sana.
Me gustaría que compartieras tus inicios en la protección animal y como llegaste a crear Animals Need Me.
Soy una albanesa de 35 años a la que le gustaban tanto los animales que la primera palabra que dije fue “gato” y no “mamá” o “papá”. Nací y me eduqué en Shkoder, donde estudié finanzas y contabilidad. Trabajé varios años en el sector privado y decidí dedicarme al rescate de animales en mi ciudad. En aquel momento estaba embarazada de mi hijo, que ahora tiene 10 años. ¿Por qué? Porque es lo que hay que hacer. Todos los días hay animales maltratados y abandonados. No hay ninguna institución que se ocupe de ellos, ninguna iniciativa para ayudarlos, así que decidí dar el paso y pienso seguir haciéndolo toda mi vida. Nunca me pagaron por el trabajo que hago con Animals Need Me y quiero que siga siendo así. Quiero hacerlo crecer con la mayor honestidad.
Actualmente vivo en Canadá, donde trabajo como asesora en el departamento de gestión de emergencias de la Cruz Roja.
Animals Need Me forma parte de mi vida diaria 365 días al año y hago todas las cosas que no se pueden hacer sobre el terreno, como la planificación, las solicitudes de proyectos, la recaudación de fondos, la contabilidad de los refugios, las campañas masivas de esterilización, las conferencias, las relaciones con los medios de comunicación y los lobbies. Pero lo más importante es mantener a nuestro personal y a nuestro voluntariado unido en esta misión. Sin ellos, no existe Animals Need Me.
Protectoras y organismos de protección de fauna salvaje de Albania
Animal Tierhilfe Tirana
Animal Rescue Albania
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Jeta Tier und Mensch
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