La expedición de Alex Txikon, Ekaitz Maitz y David Palmada ‘Pelut’ progresa ya en la pared Noroeste de la Gran Torre del Trango (6.286 metros), donde ayer se internaron de forma definitiva y pasaron su primera noche en las hamacas a 4.600 metros de altura. La actividad ha sido frenética para los tres alpinistas estos últimos días aprovechando que las condiciones meteorológicas en el Karakorum siguen siendo atípicamente buenas.
Los alpinistas han escalado y equipado ya los primeros 400 metros (10 largos) de la vía Bushido, la elegida finalmente para escalar la considerada, con sus 2.000 metros de caída, pared vertical más alta del mundo. Pero no solo han escalado. En una expedición de estas características, en la que se escala en estilo ‘capsula’, la logística es casi tan importante como la actividad técnica, ya que tienen que cargar con todo el material necesario para escalar y para sobrevivir en la pared durante 20 días. Por ello, han tenido que cargar con casi 300 kilos de material (cuerdas, anclajes, víveres, agua, un generador, gasolina, ropa…) que tendrán que arrastrar pared arriba en las próximas semanas. Una vez realizado este trabajo, tedioso pero imprescindible, Alex, Ekaitz y Pelut se internaron ayer de forma definitiva en la cara Noroeste de la Gran Torre, en la que vivirán las próximas tres semanas.
El único contratiempo que ha vivido el grupo por el momento lo ha protagonizado Pelut, que durante un par de días ha tenido que permanecer en el campo base mientras sus compañeros subían a trabajar a la pared por unas inoportunas anginas. “No fue nada grave, pero a la vista que lo que nos espera decidimos que era mejor que no forzara la máquina y se recuperara bien. Aquí abajo es un problema menor, pero en la pared puede convertirse en un problema grande así que era mejor que se recuperase perfectamente”.
Alex enviaba ayer a última hora una crónica desde el campo 1, a punto de pasar su primera noche en la pared, que reproducimos a continuación:
“Después de cuatro largos días porteando material a la base de la pared, el sábado finalmente subimos casi todo lo necesario hasta el campo 1. Hemos fijado unos 400 metros de cuerda y por fin hemos conseguido subir los cerca de 300 kilos de material que necesitaremos para poder llevar a cabo la escalada. El tiempo parece que va a seguir bueno. Yo diría que es un año inusual en el Karakorum, ya que desde principios de junio la meteorología esta siendo muy buena.
El sábado subí junto con Pelut de nuevo, recuperado ya de sus anginas. Fueron 11 horas de actividad, de un gran esfuerzo, petateando todo el día. Y hoy por fin nos hemos metido los tres en la pared para no bajar hasta dentro de tres semanas. De nuevo ha sido un día muy largo ya que hemos subido con los dos últimos petates. Tan largo que hemos tenido que montar las hamacas ya de noche. Os escribo esto ya dentro del saco con Pelut a mi lado y rodeados de todo el equipo y el material. La verdad es que esto es lo más parecido al camarote de los hermanos Marx, pero lo importante es que ya estamos en la pared muy ilusionados y con muchas ganas“.