Al pico Tebarray desde Baños de Panticosa
El pico Tebarray (2.916 metros), situado entre los Infiernos (3.082 metros) y el Balaitus (3.144metros), nos ofrece una preciosa ascensión que regala una visión espectacular del valle de Tena. Es una actividad que se puede realizar tanto en verano como en invierno, ya que es una ruta con poca dificultad técnica, aunque físicamente intensa, con un desnivel de casi 1.400 metros positivos que pondrán nuestras piernas a prueba bien la acometamos andando o con esquís.
El horario de ascensión es largo, pero para ir holgados habría que plantear entre 5 y 6 horas de ascensión más la bajada, más cómoda en invierno si vamos con esquís.
Para comenzar la actividad partiremos desde los Baños de Panticosa (1.637 metros), donde aparcaremos el vehículo. Después de pasar por el refugio Casa de Piedra ascenderemos casi todo el camino por el GR11, donde nos encontraremos un recorrido muy bonito que sube dirección al refugio de Bachimaña.
El momento de calzarnos los esquís dependerá completamente de las precipitaciones del año, cantidad de nieve acumulada y situación de la misma, pero en un año habitual es probable que tengamos que portear en gran medida hasta casi la cuesta del Fraile.
Es en momentos como estos en los que posiblemente el peso de los Wedze MT90 que llevamos para esta actividad, 4 kilos el par de esquís con la fijación, se hace notar. No obstante, pensad que en la bajada lo agradeceremos sobradamente ya que es un esquí fabricado para ser estable y un gran “bajador”.
Siguiendo el GR 11 finalmente accedemos a un bonito mirador, el de La Reina, que nos da una visión general de los Baños de Panticosa.
Continuaremos ascendiendo en un entorno precioso de cascadas y naturaleza hasta coger la empinada cuesta del Fraile, que nos llevará hasta el refugio de los Ibones de Bachimaña, situado en un lugar idílico.
Desde aquí nos dirigimos hacia los ibones Azules camino a Respomoso, dejando a nuestro lateral en primer lugar el embalse de Bachimaña Bajo y, posteriormente, el embalse de Bachimaña, extenso y espectacular.
Seguiremos ascendiendo hacia el noroeste primero, y después hacia el oeste, hasta llegar al ibon Azul inferior (2.350 metros) primero, y al ibon Azul Superior (2.400 metros) más tarde.
Continuaremos sobre el GR11 y desde aquí ya se puede visualizar claramente el collado de los Infiernos (2.721 metros), al que tendremos que ascender, con cuidado en los momentos que esté muy cargado de nieve, hasta llegar al ibon de Terrabay. Nos tendremos que quitar las pieles y hacer una bajadita, pero desde allí ya podremos ver la cumbre del pico.
Desde este punto marcharemos para remontar los 200 metros de desnivel que nos quedan hasta la cumbre cogiendo la cresta, que no es muy complicada, y que nos deposita en la misma cima del pico Terrabay. No obstante, y dependiendo de las condiciones, puede ser necesario usar cuchillas o, en el peor de los casos, crampones. Desde aquí tendremos unas maravillosas vistas de los picos del Infierno, Anayet o Midi d´Ossau.
A partir de aquí no nos queda nada más que disfrutar de una bajada larga y bonita durante la cual, en nuestro caso, los MT90 de Wedze nos demostraron que el peso de más que quizás nos encontramos para subir en la bajada se agradece ahora en la bajada.
Pudimos disfrutar de un esquí que nos dejó claro que es muy estable en nieves profundas y costra debido a su fantástica flotabilidad. En terreno de nieve dura es poco reactivo, lo que lo concierte en un esquí sencillo.
Pero en líneas generales, son unos esquíes perfectos para un esquiador de montaña que busque estabilidad en el descenso, independientemente del tipo de nieve que se encuentre. Si os interesa este esquí os lo contamos mejor aquí.
Y así, damos por terminada una gran jornada. Sin duda, una actividad preciosa que en años de buena nieve se puede realizar hasta bien entrada la primavera con esquís, o sin ellos, todo el año. Muy buena salida que nos deja un gran sabor de boca y muy buenas sensaciones con los esquís de travesía Wedze 90 que, definitivamente, han dado la talla.
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