Principios del entrenamiento (Parte I)
Este concepto incluye tanto los diferentes entrenamientos que hemos estado mostrando como sus razones. Tenemos que saber diferenciar entre los componentes del entrenamiento (carga, intensidad, volumen, distancia, repeticiones, etc.) de lo que son los principios de un entrenamiento. En todo planteamiento de entrenamiento tiene que existir el cumplimiento de alguno de estos principios que suponen la planificación y control del proceso de entrenamiento.
Todo entrenamiento posee tanto un trabajo físico como un principio activo para llegar más directamente a la adaptación biológica del organismo. Un claro ejemplo explicativo sería si pudiésemos desarrollar un trabajo de fuerza de resistencia muy bueno en el tren superior, con sus series, repeticiones y cargas realizadas de la forma más correcta posible. No obstante, debemos tener en cuenta que esto se tiene que adaptar a ciertos principios como el de la individualización. Es decir, tiene que estar adaptado al individuo que va a desarrollar este trabajo. No funciona igual la misma carga para una persona de 90 kilogramos que para otra persona de 70 kilos.
Estos principios son las “normas básicas” que cualquier entrenador debe tener en cuenta a la hora de plantear un entrenamiento, ya sea para él mismo o para otras personas a las que se destine esta adaptación biológica. Lógicamente esto es mucho más extenso de lo que se muestra a continuación y es más que aconsejable ser asesorado directamente por un especialista.
Todos los principios de este planteamiento poseen un razonamiento y una lógica, la misma que se debe aplicar a cualquier otro tipo de entrenamiento.
Los principios básicos que debemos tener en cuenta a la hora de programar un entrenamiento son:
- Principio de participación activa y consciente del entrenamiento.
- Principios de desarrollo multilateral.
- Principio de especialización .
- Principio de individualización .
- Principio de progresión.
- Principio de especificidad.
- Principio de continuidad.
- Principio de organización.
- Principio de variedad.
- Principio de acción inversa.
- Principio de calentamiento y vuelta a la calma.
Principio de participación activa y consciente del entrenamiento
Ritter nos dice que es imprescindible que en el planteamiento de un entrenamiento intervenga el deportista, tanto en la elaboración de los OBJETIVOS como en la PLANIFICACIÓN del entrenamiento, y tanto a corto como a largo plazo. Pero todo este proceso no nos serviría de nada si no se contrastase con la realidad por medio de valoraciones para ver la consecución de los objetivos planteados. Es fundamental tener precaución a la hora de planificar un entrenamiento. Hay que hacerlo de forma realista, si no podemos alcanzar cierto grado de frustración. Por ejemplo, no podemos pretender que una persona que acaba de iniciarse en la escalada logre en menos de un mes un 8c a vista.
Principio de desarrollo multilateral
Es importante desarrollar este principio en las primeras etapas de la formación del deportista para que amplíe su abanico de posibilidades motrices y para que según avance pueda llevar a cabo trabajos más especializados que posteriormente le lleven a alcanzar un alto rendimiento. Por ejemplo, cuando alguien comienza a escalar no se le enseña a hacer lanzamientos, sino a desplazarse por la pared, mover el centro de gravedad, etc... para posteriormente mejorar los diferentes agarres hasta llegar a su cota máxima de ejecución.
Principio de especialización
Basado en una base sólida de trabajo multilateral, el principio de especialización se centra en un trabajo mayor aumentando el volumen de estos ejercicios. De poco le serviría a un corredor de orientación trabajar la resistencia a través de la natación, a no ser que tenga otra finalidad distinta.
Principio de individualización
La aplicación de estímulos debe estar relacionada y en concordancia con las características del individuo: edad, sexo, años de entrenamiento, nutrición, descanso, motivación (intrínseca y extrínseca), tipos de constitución, maduración, etc. No es lo mismo proponer un entrenamiento a una persona que posee sólo los fines de semana para hacer algo en el monte que a otra que, además de dedicarle tres días a la semana dos horas al entrenamiento y los fines de semana, compite o realiza jornadas de 12 horas de actividad.
Principio de progresión
Jesús Patricio Durán Piqueras lo define como “el principio que se basa en el aumento o variación de la carga externa a lo largo del proceso de entrenamiento”. Está basado en el incremento de la carga, el incremento del volumen y la intensidad ligados a un aumento de la complejidad de los movimientos y a una mayor carga psíquica“. Pero todo esto se tiene que hacer en función del deportista y de las características de adaptación de la carga. Por ejemplo, en un deportista de raid el incremento de fuerza lo tenemos que trabajar de semana en semana, mientras que en un escalador el tema de la flexibilidad hay que trabajarlo cada dos días.