Primera victoria del Celta de la temporada, en casa ante el Tenerife, que pone fin a su sequía goleadora gracias a los dos tantos del delantero franco-argelino Ghilas conseguidos ambos en los primeros minutos de cada período de un partido en el que los de Pepe Murcia se mostraron muy prácticos en defensa, solventes arriba, y en términos generales superiores a los insulares.
368 minutos necesitó el Celta para perforar la portería contraria en la presente Liga; Lo consiguió, por fin, en un balón largo colgado al área que Ghilas recogió y picó en vaselina para superar a Luis García y establecer el 1-0 en el marcador cuando apenas habían pasado ocho minutos de encuentro.
Un gol que permitía a los celestes quitarse un peso de encima y jugar con más soltura ante un Tenerife flojo en la primera mitad, con una defensa hecha una flan a la que siempre se le ganó la partida, y que cuando espabiló ya en la segunda parte le fue demasiado tarde.
Serios atrás, el Celta controló el partido sin demasiados problemas gozando de múltiples ocasiones, las mejores siempre en balones largos y con un David Rodríguez muy peleón y protagonista, en los primeros cuarenta y cinco minutos, de dos posibles penaltis que el árbitro en cualquier caso no se decantó por señalar.
Hasta cinco claras ocasiones dispusieron los de Pepe Murcia antes del descanso para sentenciar el partido, la mejor quizá un disparo precisamente de David Rodríguez al filo ya del intermedio que el portero tinerfeño desvió a saque de esquina con una providencial mano.
Muy poquitos argumentos en cambio mostró el Tenerife, sin apenas mecha, con un Nino desabastecido, y cuya única ocasión en esta primera parte fue un disparo en el treinta y nueve de Manolo Martínez sin consecuencias.
Tras el paso por vestuarios Ghilas encontró de nuevo muy rápido el camino del gol, en el minuto siete, otra vez tras un pelotazo desde la parcela defensiva que tras no conseguir atajar la zaga canaria, resolvió a la media vuelta colándolo por toda la escuadra.
Con todo perdido el Tenerife se envalentonó en busca de la portería contraria primero con un aviso de Alfaro y después en el sesenta y dos con el gol de Nino, mucho más activo en esta segunda parte, al aprovechar un rechace del palo a un cabezazo de Kome, que acortaba distancias y daba ciertas esperanzas a los de José Luis Oltra, quien minutos después decidía arriesgarlo todo al dejar al equipo sin centrales.
Pudo conseguir el Tenerife el empate en un despeje de Edu Moya que a punto estuvo de marcar en su propia portería tras un centro de Nino a Alfaro, si bien tampoco sufrió el Celta en demasía en estos minutos finales, que transcurrieron sin grandes sobresaltos.
El equipo menos goleador de la tabla le ganó, pues, la partida al que más había visto puerta hasta el momento, que una vez más dejó en evidencia que falla atrás, en donde necesita serios reajustes.
Muy al contrario los celestes sacaron ahí su mejor nota y si bien en conjunto no desplegaron un gran juego si que se vio un equipo mucho más sólido que en pasadas jornadas, con mucha más mordiente y conscientes de lo que se jugaban y prueba de ello fue lo exhausto que acabaron el partido algunos de sus jugadores.
El Celta que alivia tensiones y que al menos por esta semana podrá respirar tranquilo después de uno de sus peores arranques ligueros en toda su historia que ya había hecho saltar algunas alarmas y que amenazaba con abrir una crisis que por el momento no estallará.
Ficha técnica2. Celta de Vigo:
Notario; Edu Moya, Peña, Rubén, Fajardo; Rosada, Renán; Oscar Díaz (Noguerol, m.77), Roberto Trashorras (J. Vilas, m.73), Ghilas (Dani Abalo,m.82); David Rodríguez.
1. Tenerife: Luis García; Marc Bertrán, Juanma (Iriome, m.59) Luna (Angel, m.70), Héctor; Manuel Martínez; Alfaro, Ricardo, Richi (Oscar Pérez, m.85), Kome; Nino.
Goles: 1-0 Ghilas (m.8) 2-0 Ghilas (m.52) 2-1 Nino (m.62)
Árbitro: Ontanaya López (Colegio Castellano Manchego). Amonestó con cartulina amarilla a los jugadores del Celta Notario, y a los del Tenerife Luna.
Incidencias: Partido correspondiente a la quinta jornada de Liga en Segunda División disputado en el municipal de Balaídos ante 5.750 espectadores, según el club vigués.