Dallas Mavericks ha puesto fin a tres décadas de frustración al conquistar su primer campeonato del baloncesto de la NBA con una victoria por 105-95 sobre los Miami Heat. Así, Dallas completó una serie de 4-2 en la final disputada al mejor de siete partidos.
El veterano escolta Jason Terry entró como suplente para anotar 27 puntos y lideró un asalto de largo alcance de los Mavericks, que conectaron 11 de 26 tiros desde fuera del arco. “Este equipo nunca se rindió cuando enfrentó la adversidad (...) siempre respondió”, dijo un jubiloso Terry.
El escolta de Dallas Dirk Nowitzki, el jugador más valioso de la serie, tuvo una noche floja, anotando 21 puntos pero acertando sólo nueve de 27 intentos. Sin embargo, el jugador de 32 años, sumó 10 puntos en el último período para contrarrestar los intentos de Miami de recuperarse.
“El equipo ha realizado este increíble viaje con muchas altas y bajas y siempre se mantuvo junto y trabajando. Aún no puedo creerlo”, dijo Nowitzki.
LeBron James anotó nueve puntos en el primer período, pero finalizó el juego sólo con 21, liderando a los Heat. Chris Bosh sumó 19 puntos y Mario Chalmers 18 para Miami, que tuvo 16 pérdidas de balón y anotó sólo siete de 23 tiros desde un rango de tres puntos y sólo 20 de 33 desde la línea.
Nowitzki sumó 12 puntos en la primera mitad, pero Dallas mantuvo una ventaja de 53-51 gracias a los 19 puntos aportados por Terry, quien anotó ocho de 10 tiros, incluyendo tres de cinco realizados desde fuera del arco.
Dallas, impulsado por ocho puntos de Nowitzki y seis de Jason Kidd, aventajó a Heat por 28-21 en el tercer período.
El escolta J.J. Barea anotó cinco puntos durante una serie 8-0 de Mavericks para exhibir una ventaja de 89-77 a ocho minutos del final.
Los Heat nunca lograron estar a menos de siete puntos de diferencia el resto del juego, pese a la insistencia de la multitud que llenaba el American Airlines Arena.
“Dirk Nowitzki es uno de los mejores jugadores en la historia de este juego y eso se pudo comprobar esta noche”, dijo el técnico de Dallas Rick Carlisle.
“Él tuvo una noche difícil de tiros en la primera mitad, y otros jugadores salieron al paso y nos mantuvieron adelante en la segunda mitad. Fue genial”, agregó.