La selección española de balonmano cerró su presencia en la segunda fase y en el Europeo de Noruega, con un noveno puesto (su segunda peor actuación en el torneo continental), con una cómoda victoria (33-26) sobre Islandia, en un encuentro en el que le bastó poner un poco más de ganas para vencer.
Aunque una posible victoria abría la posibilidad de verse condenado a jugar por el quinto y sexto puesto, un partido carente del menor interés para un equipo que llegó a Noruega con el objetivo del oro, la selección española afrontó el encuentro con la profesionalidad que exige su prestigio internacional.
Así de la mano del joven Carlos Ruesga, ubicado en el lateral izquierdo, España tomó rápidamente una pequeña ventaja en el marcador (4-2), que pese al empeño islandés, comandado por el central Snorri Gudjonsson, el equipo nacional logró mantener (12-10) superado el ecuador de la primera mitad.
Una renta que ni la insistencia de Gudjonsson, un peligro continuo con sus desdoblamientos a la línea de seis metros, ni las dos superioridades numéricas de las que gozaron los nórdicos, hicieron decrecer.
Es más España, que encontró en el extremo izquierdo Juanín García y en los pivotes Rubén Garabaya y Julen Aguinagalde sus principales vías en ataque, aumentó su diferencia hasta los tres goles (16-13), que los de Juan Carlos Pastor conservarían hasta la conclusión de la primera mitad (18-15).
Distancia que se disparó hasta los seis tantos (21-15) en el arranque de la segunda mitad, que pareció sentenciar definitivamente la contienda a favor de los españoles.
Sentencia que se vio pospuesta unos minutos tras la doble exclusión de Asier Antonio e Ion Belausyegui, que dejó a España por un minuto y medio con tan solo cuatro jugadores de campo sobre la pista.
Circunstancia que los islandeses no supieron aprovechar para meterse de nuevo en el partido, que cada vez se ponía más cuesta arriba para los nórdicos, que en los once primeros minutos de la segunda parte tan sólo fueron capaces de anotar un gol.
Relajación española
Ineficacia o dejadez para adquirir una cómoda ventaja de ocho goles (24-16), que, irremediablemente propició la relajación del equipo español, que vio desinflarse su mullido colchón, hasta los cinco tantos (25-20).
Nada preocupante dada la irregularidad de Islandia, ya que a España le bastó un simple arreón, gracias a dos lanzamientos de Alberto Entrerríos, para volver a recuperar los ocho goles de ventaja (30-22) a seis minutos para el final.
Tiempo que únicamente sirvió para que Islandia maquillase algo el marcador final, ya que la victoria (33-26) nunca corrió peligro para el equipo español.
Ficha técnica
España (33)Islandia (26)
España
Islandia
Marcador cada cinco minutos
Árbitros
Incidencias