La familia del Club Baloncesto Gran Canaria está consternada por el fallecimiento de Eduardo Polo Campos, ex jugador del primer equipo y, en la actualidad, empleado de la entidad que preside Lisandro Hernández.
Polo Campos, de 45 años y natural de San Sebastián, fue canario de adopción, no sólo por haberse casado con Esther Delgado, sino por compartir su pasión por el baloncesto durante más de una veintena de años en Las Palmas de Gran Canaria.
Eduardo destacó a las órdenes de los entrenadores Antonio Torres, Pepe Clavijo y Joaquín Costa en el ascenso del citado conjunto insular a la elite del baloncesto español -en primera instancia a la Primera B y con posterioridad a la ACB- en la década de los 80. También defendió los colores del Badajoz y del San Sebastián.
Valorado como un “hombre del club”, siempre estuvo presente en el trabajo con lo jugadores de categorías de base, tanto en los Campus del Gran Canaria, como en escuelas de baloncesto de los colegios Claret (Tamaraceite) e Iberia. Además, entrenó a los equipos Prebenjamín y Benjamín del club amarillo.
Eduardo Polo, quien también asumía la responsabilidad de las instalaciones de la entidad amarilla en el barrio capitalino de La Vega de San José, será incinerado este lunes -18.00 horas- en el tanatorio de San Miguel y después trasladarán sus cenizas a la ciudad donde nació.