El delantero murciano Rafa Mir ha dicho este martes en su presentación como nuevo jugador de la UD Las Palmas que decidió fichar por el equipo canario porque su “objetivo claro” es el ascenso a Primera División, y las cosas “se están haciendo muy bien” en la entidad isleña.
El espigado futbolista de 21 años, cedido por el Wolverhampton Wanderers FC, cree que la Unión Deportiva es “un buen sitio para seguir creciendo como futbolista” después de su paso por la Liga Inglesa.
“Fue un cambio grande, complicado, y aunque tuve una buena adaptación al final, mi idea era venir a aquí, quería tener minutos en un proyecto interesante”, ha declarado en rueda de prensa.
Mir ha expresado su admiración por el que fuera delantero amarillo Kevin-Prince Boateng y ha opinado que será “buena para todos” la competencia que tendrá en su misma posición con el argentino Sergio Araujo y el grancanario Rubén Castro, jugadores de los que puede “aprender mucho”.
Sin embargo, ha dejado claro que es un jugador “polivalente”, porque puede adaptarse a cualquiera de las tres posiciones de ataque, tanto por dentro como por fuera, y no se marca ninguna cifra de goles como objetivo personal.
Mir también se considera un jugador “trabajador”, como cree que son los futbolistas que le gustan a Manolo Jiménez, un entrenador “que no se casa con nadie”, por lo que llega con la idea de hacerse “un sitio en el equipo”, sin pensar en un futuro a medio plazo, una vez finalice su cesión, porque a su juicio sería “equivocarse”.
Por su parte, Toni Otero, secretario técnico de la UD Las Palmas, ha dicho de Mir que era un jugador “muy pretendido en España” y que lograr su cesión “no ha sido fácil”, al tiempo que ha aclarado que no existe “ninguna condición” del Wolverhampton en el contrato de préstamo para que tenga que jugar un determinado número de partidos.