Setién: “Es tradicional que a Las Palmas le cueste ganar fuera, pero reconozco mi parte de culpa”
Quique Setién, técnico de la UD Las Palmas, afirma que su única intención es concluir bien la temporada, elude hablar del futuro y lamenta el pesimismo en un final de liga “que va a ser un poco triste”, pese a que se logró el objetivo de la permanencia con una gran holgura.
Un día después de ser goleado por el Leganés y mientras aumentan los rumores sobre el supuesto interés del Valencia por contratarle, el técnico cántabro visitó la sede central de la Agencia Efe en Madrid, para dar las claves sobre una temporada que despertó grandes expectativas y que termina con “un cambio de dinámica”, en la que admite que pudo influir su anuncio de que no continuará en el club, pero no como único motivo del bajón.
¿Cómo se explica la situación del equipo en el tramo final de la temporada?
Es obvio que no estamos en nuestro mejor momento desde hace varias semanas. Las derrotas en Vigo, Eibar y Bilbao nos hicieron mucho daño, porque vinieron acompañadas de malas sensaciones. A mis futbolistas siempre les he dicho que es importante que si el equipo no gana, juegue bien, porque queda algo. Ahora, nos está costando mucho jugar bien. Se ha cambiado esa tendencia y estamos en una dinámica de pesimismo.
Ha habido circunstancias desde el mercado de invierno que nos han afectado bastante y no han dado al equipo lo que esperábamos. La sensación de cada uno, yo el primero, es que cuando consigues un objetivo tan importante como la permanencia con la holgura que lo hemos conseguido, tienes una tendencia a relajarte.
¿Hubo un exceso de ambición, cuando se fichó en el mercado de invierno, para conseguir algo superior a lo que se podía lograr?
Todos nos ilusionamos mucho hasta enero, porque el equipo dio un nivel extraordinario en juego y resultados. Se crearon unas ilusiones, pensando que podíamos dar un paso más y estar cerca de los puestos de Europa. Pensamos que con jugadores importantes ese paso lo podíamos dar, la realidad es que no se ha dado y nos ha lastrado los partidos fuera de casa. Nos hicieron mucho daño dos derrotas que no merecimos en nuestro estadio ante Sevilla y Real Sociedad. Hubo jugadores como Jesé, que tuvo la desgracia de no acertar goles claros. A esos jugadores les restó confianza.
Y ¿cómo se explica lo que le ocurre fuera de casa?
Es un análisis que hemos tratado de hacerlo con mucha gente, incluidos los futbolistas. Ha habido muchos momentos en que el equipo jugó bien y mereció la victoria, como en el Bernabéu, donde hicimos un gran partido, pero recuerdo Villarreal, Sevilla o Granada, donde tuvimos más de todo, pero al final no lo conseguíamos plasmar en goles para rentabilizarlo en puntos. Desgraciadamente, ha ido sucediendo, es una dinámica que no hemos podido cambiar.
A nosotros nos influye jugar en nuestro campo arropados por nuestra afición, pero no tengo una explicación clara ni dato objetivo. No es solo conmigo, ni con estos futbolistas, es una tradición de hace muchísimo tiempo. Es tradicional en Las Palmas que le cuesta mucho más fuera de casa que en casa. Aunque no quiero eludir responsabilidad, porque tengo parte de culpa.
Da la sensación de que al equipo se le ha hecho largo el final de temporada. ¿En qué influyó el anuncio de que no iba a continuar en el club?
Indiscutiblemente, seguramente hay una relación directa entre muchas de las circunstancias que han sucedido estos últimos meses respecto a mí y los jugadores que han podido influir. No sabemos en qué porcentaje. En otros equipos, como el Barcelona, ha pasado lo mismo y, deportivamente, no se ha notado tras el anuncio de Luis Enrique, que no iba a seguir. También hay jugadores que terminan contrato y no saben si van a continuar.
Además, ha estado el revuelo que se ha montado en la isla con ciertas cosas, ha tenido una resonancia excesiva, que creo no se debía dar. Todo ha influido, para que no ganemos fuera de casa, porque en casa seguimos sacando los partidos adelante, vamos tirando. Lo de fuera también pasaba al principio de temporada, para los estadistas. La situación no ha cambiado mucho.
¿Qué saca de su experiencia en la isla?
Me quedo con el cariño que siento por la calle a diario con la gente y los aficionados de la isla. De la misma manera que me pasó en Lugo, me gustaría marcharme dejando el recuerdo de que he sido una persona honrada y un profesional. Ha habido una conjunción de ideas que nos ha llevado donde nos han llevado, para que ellos sean mejores y yo mejor entrenador. Es lo que me llevo, el reconocimiento masivo de la isla, porque se ha recuperado una tradición, que la gente recordaba desde la época de Tonono y Guedes. Llegué en descenso, poco a poco fuimos superándonos y, jugando al fútbol en situaciones muy difíciles, hemos salvado a un equipo al que, en teoría, le tenía que haber costado más salvar la categoría.
Y, ahora, es inevitable hablar del futuro, sobre todo cuando se le empieza a vincular al Valencia.
Todavía me debo a la UD Las Palmas. Quiero terminar de la mejor manera, a pesar de que las cosas no nos vayan bien ahora. En una rueda de prensa respondí sobre esto y me creó problemas. Vengo del Lugo, he estado en Las Palmas, porque me ofreció trabajar, y si un equipo me quiere, iré porque para mí todos son grandes. Quiero terminar de la mejor manera y luego arreglar mi futuro sin hacerlo público, para que no se me interprete mal.