Hablar del tenis de mesa en Arafo es hacerlo del Tabor Añavingo
Allá por el 2003 y de la mano de Juan Jesús Felipe González, el tenis de mesa revive en el pueblito sureño de Arafo. En el Centro Cultural y Recreo se daban cita todas las tardes los jóvenes de la localidad a practicar su deporte favorito. En la temporada 2003-2004, jugadores como Héctor, Tomás, Zigor o Dani participan en competición oficial con el nombre de CCR Arafo y un año más tarde ya lo hicieron con la denominación actual de Club Deportivo de Tenis de Mesa Tabor Añavingo. Esta es su historia.
Este simbólico nombre procede del término guanche “ejercito” y del Barranco de Añavingo, paraje muy conocido en el municipio y que además aparece en el escudo del pueblo.
El Tabor Añavingo asciende a Segunda División en fechas tempranas, concretamente en la temporada 2004-2005, en una competitiva fase de promoción celebrada en su casa y con los jugadores Dalay Padilla, Javier Bacallado, José Juan Pérez, Tomás Fariña, Víctor Castro y Richard Díaz. Se mantiene en esta categoría hasta la temporada 2012-2013.
Después de pasar una campaña en blanco, el club retorna a la competición en la 2014-2015, donde queda campeón de Tercera Grupo Tenerife y tras la fase de ascenso recupera la categoría nuevamente de la mano de destacados palistas como Rayco Reyes, Ariel Valencia, Sigfrido Romero y los ya nombrados Javier Bacallado y Richard Díaz.
En la temporada 2017-2018 el equipo se clasifica para la fase de ascenso a Primera División Nacional, fase en la que no se consigue el añorado salto de categoría. Este premio llega en el siguiente ejercicio al subir directamente como recompensa por haber quedado campeón de la Segunda División, logro que se consigue con Nauzet Jerez y Cristian Alonso, aparte de los mencionados Reyes, Romero, Bacallado y Díaz.
En la actualidad se está decidiendo si continúa en la Primera División o se conforma con la Segunda.
A día de hoy, el alma de este equipo es Richard Díaz que, aparte de realizar las tareas de directivo, entrenador, jugador y compañero en el club, simultanea todas esas funciones con la de director técnico de la Federación Canaria.
Con sus 43 licencias, distribuidas en cinco equipos, militando en tres categorías, el Tabor Añavingo resulta una de las entidades más importante del panorama canario. Si a eso le añadimos que una buena parte de esas licencias son de jóvenes promesas, tenemos a uno de los equipos punteros en la promoción de la cantera en las islas.
Este equipo se sostiene gracias a varias líneas de financiación. En primer lugar, por subvenciones directas del Ayuntamiento de Arafo. En segundo lugar, por subvenciones de la Dirección General de Deportes del Gobierno de Canarias y del Cabildo. En última instancia por las aportaciones de todos los jugadores a las arcas del equipo.
PERSPECTIVAS
Los objetivos principales del club a día de hoy pasan por promocionar el deporte en el municipio, seguir el camino marcado en estos últimos años, participar en casi todas las categorías de los campeonatos de Tenerife y de Canarias, además de nutrir con la cantera a los equipos que participan en las ligas nacionales.
Tienen en mente comenzar un proyecto con la participación de un equipo a nivel nacional en la Primera División Nacional Femenina, pero todo dependerá de cómo vaya evolucionando la situación actual en lo tocante a la pandemia.
Para la próxima temporada, el club dispone de dos plazas para disputar la Segunda División Nacional grupo canario, una plaza en la Segunda División B y seguramente algún equipo en la Tercera División, aunque aún puede que se dé alguna sorpresa.
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