Nástic Tarragona, Real Sociedad y Celta descienden a Segunda división

El Nástic de Tarragona, la Real Sociedad y el Real Club Celta de Vigo descendieron este domingo a Segunda división tras la disputa de la última jornada del campeonato nacional de Liga. La Real Sociedad empató en Valencia (3-3), el Celta ganó (2-1) al Getafe pero sus resultados fueron insuficientes. Athletic de Bilbao y Real Betis, con sus respectivos triunfos (2-0 y 0-2), mantienen la categoría.

La Real Sociedad se quedó sin el milagro de la permanencia y descendió a Segunda División, tras cuatro décadas en Primera, pese a empatar en Mestalla en un partido con muchos goles pero con el fútbol justo, en el que dos tantos en propia meta fueron la puntilla para los donostiarras.

Al final, el tercer gol de la Real Sociedad, conseguido también en propia meta en el quinto minuto de la prolongación, únicamente sirvió para que el encuentro acabara con un empate insuficiente para todos.

El Valencia acusó el desgaste de toda la temporada, le faltaron ideas y malogró la mayoría de las numerosas ocasiones de que dispuso para haber ganado el encuentro incluso con holgura, pero la falta de fuerzas del equipo local hizo imposible una despedida brillante ante su público.

La Real Sociedad estuvo viva, mientras los resultados de los restantes partidos ofrecían una cierta incertidumbre, pero cuando se clarificaron otros encuentros a la Real ya no le quedó ni ilusión para tratar de ganar el encuentro.

La crónica de un descenso anunciado sería un título apropiado para reflejar la errática trayectoria de los donostiarras en los últimos seis años, en los que cinco estuvieron coqueteando con el descenso, con un paréntesis sorprendente que estuvo a punto de proporcionarles hace cuatro temporadas su tercer campeonato liguero de la historia y le permitió disputar la Liga de Campeones.

La victoria del Celta no le salva del 'infierno'

El Celta competirá la próxima temporada en Segunda División tras las victorias de Athletic de Bilbao y Betis que hicieron inútil la remontada de los de Stoichkov ante el Getafe (1-2).

El milagro de la salvación duró doce minutos, los que pasaron entre el segundo gol celeste y el primero del Betis, curiosamente obra de un ex céltico, Edú, quien hacía las veces de verdugo del que fuera su equipo y con el que descendiera hace tres temporadas al infierno. La esperanza se esfumó en Balaídos en el minuto 77.

Hasta entonces el Celta soñó con la salvación, no sin sufrimiento, ante un Getefe que tardaría poco en despejar la incógnita de saber a qué habían venido; Aunque plagado de suplentes los madrileños no fueron ni mucho menos un invitado de piedra, muy al contrario pusieron casi todo el juego, las oportunidades, y le hicieron la vida imposible al Celta.

El Betis encontró en su ciudad talismán el bálsamo a sus males

El Real Betis Balompié tuvo en Santander -ciudad talismán por cuanto ya en la temporada 1934/35 obtuvo su único título de liga-, el bálsamo a su calvario en el año en que conmemoró su centenario de existencia, ya que en la capital cántabra logró la permanencia en la Primera División.

Tuvo que ser un técnico llamado de la casa, Paco Chaparro, el que, desprovisto de medallas, se hiciera con los galones para dejar al Betis, tras el susto de la campaña anterior, entre los mejores del balompié nacional.

El Betis ganó al Racing por 2-0 en un mal partido de ambos equipos, y salvó la categoría en la recta final del encuentro, gracias a dos goles del brasileño Edu, tras pasar varios minutos en los que estuvo provisionalmente descendido.

Los béticos salieron a por el partido desde el pitido inicial, ante un Racing que no se jugaba nada y que al estar plagado de bajas por lesiones y sanciones, sólo tenía en el banquillo (salvo al portero Toño) a un jugador de la primera plantilla, el ex bético Luis Fernández, quien ya esta semana declaró que prefería no jugar este partido.

Al descanso de este tedioso partido se llegó con todo igual. El Betis seguía siendo equipo de Primera, por los respectivos empates provisionales de Real Sociedad y Celta, que colocaba a estos dos equipos en Segunda.

A la vuelta de los vestuarios el Racing se defendía sin apuros de las tímidas acometidas béticas, mientras el Athletic se adelantaba en San Mamés y poco después el Celta hacía otro tanto en Vigo, lo que provisionalmente suponía la pérdida de categoría para el Betis.

Pero al final el Betis salvo la papeleta con un servicio de Ilic desde la banda derecha que peinó de cabeza al segundo palo el brasileño Edu, lejos del alcance de Calatayud. Un gol que desató la euforia del banquillo y la afición bética que durante unos minutos se había visto con la soga al cuello.

Desde ahí hasta el final, el Betis contemporizó, se escuchó la mayor ovación de la tarde al retirarse del campo Pablo Alfaro y aún hubo tiempo para que Edu sentenciara con un remate, sin oposición, a pase de Xisco.

El Athletic cumple y seguirá donde siempre: en Primera

El Athletic de Bilbao cumplió en San Mamés con lo que debía hacer para seguir donde ha estado siempre hasta ahora, en Primera División, al vencer al Levante, equipo al que superó por dos goles a cero en un partido lleno de oportunidades rojiblancas.

A pesar de la cantidad de ocasiones que tuvo el equipo bilbaíno frente a un hoy portentoso Molina, los goles se hicieron esperar y no llegaron hasta el último tercio del partido.

Recién cumplida la hora de juego, fue Serrano en propia puerta, al intentar cortar un centro de Etxeberria que iba dirigido a un desmarcado Urzaiz, el que abrió el marcador.

Un cuarto de hora después, Gabilondo puso el 2-0 rematando de cabeza un precioso centro otra vez de Etxeberria, que había recibido un no menos brillante pase en profundidad de Urzaiz.

El resultado final fue fiel resumen de lo que lo ocurrió sobre el terreno de San Mamés, donde, llevado el volandas por una afición que respondió como suele ante un reto de la importancia histórica del de hoy para su equipo, el Athletic puso cerco a la meta del Levante y creó ante ella infinidad de ocasiones.